La infanta Sofía se enfrenta a una situación límite: el gran reto que la une con su hermana Leonor

Para que alguien dé un paso al frente, muchas veces se requiere que el del lado haga lo propio hacia atrás. La infanta Sofía ha demostrado ser consciente de ello. Adora a su hermana, pero sabe que su papel dentro de la institución no es el mismo. No hay lugar para las envidias ni el resquemor. Ella y la princesa Leonor se adoran. Siempre están ahí, la una para la otra, pero su unión queda cada vez más relegada al ámbito privado.

La heredera tiene un camino que seguir, y aunque algunos pasos sean similares —e incluso los mismos—, el de la pequeña de la casa es bien distinto. Sea como fuere, uno de los grandes propósitos de Felipe VI y Letizia ha sido forjar un vínculo de iguales. Salvando las distancias, pero intentado que ser la primera o la segunda en la línea sucesoria no fuese determinante. Es por eso que la infanta también se ha instalado en Gales. En el UWC Atlantic College, el mismo internado donde Leonor estudió el Bachillerato Internacional. Con todos los retos que marcharse al extranjero pueda suponer.

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La 'aventura extrema' de la infanta Sofía en Gales

Sofía todavía es una adolescente y viajar fuera del país sin papá y mamá puede ser un mundo. El caso es que parece que no lo ha sido, aunque la información sobre su día a día se publique con cuentagotas. Un tratamiento informativo similar al que se dio cuando la Princesa de Asturias ocupaba su lugar, aunque ahora sea todavía más contundente el hermetismo. Preservar la privacidad de la infanta es imprescindible, de modo que solo resta analizar los planes que organiza el centro escolar y asumir su participación.

Planes que no son pocos, cabe destacar. El Atlantic College no es un instituto cualquiera. Su prestigio supone que el grueso de estudiantes lo formen jóvenes de países de todo el mundo. No, la infanta no es la única extranjera. De hecho, la diversidad cultural es una de las máximas del colegio, y de ahí que se promuevan todo tipo de iniciativas con la cohesión de grupo como objetivo. Fiestas, bailes, noches temáticas, excursiones e incluso situaciones límite en las que la supervivencia toma el protagonismo. 

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Y es que, de acuerdo con la información que ha hecho pública el portal 'Monarquía Confidencial', Leonor no es la única que está haciendo frente a retos mayúsculos. Con el matiz de un contexto totalmente distinto, su hermana pequeña se ha visto inmersa ahora en una 'aventura extrema'. Como ya hizo la primogénita del rey, Sofía de Borbón se ha puesto a prueba durante el pasado fin de semana. ¿Dónde y cómo? El desafío tiene nombre: campamento 'Celtic'. Jornadas en las que ella y el resto de alumnos del internado se vieron al límite, aunque el compañerismo era el gran protagonista.

"Son días para convivir entre compañeros y conocerse mejor, aunque no son igual de duras y estrictas a las que actualmente se somete Leonor", cuentan fuentes del centro al citado medio. Lo anterior, además de que cabe la posibilidad de que la princesa le haya dado "algún consejo de supervivencia", porque ella ya fue partícipe de esta dinámica cuando cursaba primero de bachillerato. Como curiosidad, es reseñable que está no es la primera 'salida' de Sofía en fin de semana. Todos en comunidad, hasta con los mayores. En el fin de semana previo a la graduación de los alumnos de segundo curso compartieron actividades, "comieron pizza y pasaron una tarde muy agradable".

Tras los pasos de Leonor, pero salvando distancias

"Leonor y Sofía están muy unidas", hace saber la misma fuente. Al fin y al cabo, y a pesar de los —pocos— años que las separan, el hecho de estudiar en los mismos colegios supone una trayectoria vital muy parecida. Después del distinguido Santa María de los Rosales en Madrid llegó para ambas el traslado a tierras británicas. Y ahora, entre retos y amigos internacionales, los 'pasos a seguir' son los mismos. No obstante, y aunque a la pequeña todavía le queda un año por delante para cerrar esta etapa, ella no tendrá que pasar por filas.

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Fue graduarse en Gales y que para la Princesa de Asturias se le viniesen encima muchas de las responsabilidades que supone ser la próxima Reina. Y no solo en cuestión de actos protocolarios como la jura de la Constitución en el día de su 18 cumpleaños. Desde el pasado agosto, la heredera está inmersa en su formación militar. De hecho, está a punto de concluir su paso por la Academia Militar de Zaragoza, con la Escuela Naval de Marín como próximo destino. Segunda parada antes del último enclave que convertirá en hogar por un curso, que será la base militar de Aire en San Javier, Murcia.

Todo en el marco de un trámite impuesto al que Sofía no tendrá que hacer frente. Ella podrá elegir su propio camino al finalizar el Bachillerato. Qué estudiar y a dónde ir. El inicio de su vida adulta, un misterio por ahora. El tiempo dirá.