Siempre ha estado ahí, pero nunca de la misma forma de los demás. Es la frase que sentencia a la infanta Sofía. La 'royal' más joven. Y no solo del núcleo duro de la Casa Real, al ser la menor de los hijos de Felipe VI y Letizia. También es la más pequeña de la que podríamos acuñar como la nueva generación de los Borbones. Basta con remitir al hecho de que, incluyendo al clan Urdangarin y a los Marichalar, es la única de todos ellos que todavía no ha alcanzado la mayoría de edad. Sea como fuere, y aunque si forma parte de las personas inmediatamente próximas a los Reyes, el tiempo demuestra que su realidad es la más ajena a la que se vive en el resto de su entorno.
Al fin y al cabo, es la hermana pequeña. Un hecho que, más allá de los convencionalismos y las dinámicas aprendidas, no debiera tener especial relevancia. Pero la tiene, porque esto va de sangre azul. La que 'corre por las venas' de Sofía de Borbón, claro está. La que le quita el puesto de primera en la línea de sucesión. La cuestión es que, a pesar de ser hija del soberano, la senda vital que seguirá tiene poco o nada que ver con la de su hermana. Por mucho que intenten equipararlas y por muy bien que se lleven, porque solamente las separan dos años. Ahora, ella con 17 y Leonor con los 19 a la vuelta de la esquina, la desigualdad es todavía más evidente.
El intento de Felipe y Letizia por mantener la igualdad con Leonor
Es todo tan sencillo como tener en consideración que su hermana, por ser la primogénita, asume también los pasos que implica prepararse para ser la Reina. Con la estampita de 'hija de mamá' colgada —y Leonor más de 'hija de papá'—, sus padres siempre han procurado que no se sienta excluida de la ecuación. Es precisamente por eso por lo que, más allá de lo protocolario, no han dudado en invitarla a tomar el mismo rumbo que la heredera. Al menos, en lo académico, porque como su hermana, ella también se ha instalado en Gales para estudiar en Bachillerato Internacional.
Precisamente, y aunque el propósito fuera todo lo contrario, su tiempo viviendo en el Reino Unido es una de las primeras claves que ha puesto de manifiesto ese 'olvido'. Y es que desde que Sofía hizo las maletas y cogió un avión con destino el UWC Atlantic College, el internado que ahora es su hogar, ya han pasado unos cuantos meses. Suficientes para que la infanta haya aprendido las virtudes y desgracias que supone vivir lejos del nido a una edad tan temprana. Hasta ahí todo correcto, porque Leonor también hizo lo propio. El caso es que en el tiempo que lleva en Gales, poco o nada se ha sabido sobre ella.
Apariciones superlimitadas y solo cuando se trataba de un requisito indispensable. Véanse las excepciones que hizo el pasado 31 de octubre, para no perderse el 18 cumpleaños de su hermana. Un día grande para la familia, en el que Leonor juraba la Constitución en calidad de futura monarca. Un día en el que, de nuevo, no era la protagonista. Después, y a excepción de periodos vacacionales como la Navidad y la Semana Santa, ni rastro de la joven. Ni siquiera volvió a España para la celebración de su último cumpleaños, aunque se intuya que recibió las felicitaciones telemáticas de sus seres queridos. Un paso atrás en la exposición que, sea voluntario o por fuerza mayor, no ha pasado inadvertido.
La infanta Sofía, la menos agasajada de la familia real
Pudiera parecer que Sofía siempre había estado bajo esa sombra de Leonor, pero no siempre había sido así. Fruto de ese ejercicio de abogar por un trato igualitario, a pesar de las diferencias dentro del organigrama 'royal', ella siempre era una más. Cuando Letizia y Felipe eran príncipes, y también después de convertirse en los Reyes. Las hermanas, siempre juntas. En las vacaciones, en los actos oficiales que requerían de su presencia, en las instantáneas, junto a su familia. Siempre la una con la otra. Así se mostró y así lo percibiría el pueblo. ¿O no del todo?
Ha sido una de las últimas informaciones que se han hecho públicas desde la Corona la que ha alimentado todavía más esta teoría del olvido. Como sucede cada año, la Casa de Su Majestad el Rey ha compartido con la ciudadanía el listado íntegro con todos los obsequios que los miembros de la familia recibieron durante el 2023. Una enumeración sustanciosa que resulta en un total de 301 regalos. Ni uno más, ni uno menos. En cualquier caso, cabe destacar que no todos ellos eran un presente general. De hecho, y aunque sean elementos que se contemplan como Patrimonio Nacional, la gran mayoría tenían a don Felipe y doña Letizia como destinatarios. 150 para él y 72 para ella. Desde unos abrigos por parte del rey Abdalá de Jordania, hasta el guion de la serie 'Las chicas del cable' o una maqueta del estadio Santiago Bernabéu.
Pero, ¿y qué hay de la pequeña Sofía? Que nadie se alarme. En ningún caso se ha quedado la infanta sin recibir ningún regalo, como le ha sucedido, de nuevo, a su abuelo Juan Carlos I. Mientras que la popularidad del exmonarca decrece año tras año, aumenta la del resto de miembros de la Casa Real. Sin ir más lejos, en el año de convertirse en 'adulta' a ojos de la Ley, a Leonor le han hecho 14 regalos. Tales como un ejemplar dela Constitución de 1978, a manos de Pedro Sánchez, así como un 'chapiri', el tradicional gorro de legionario. Ahora bien, su hermana no ha corrido la misma suerte. Solo 2 objetos le han sido entregados en esta ocasión. Uno de ellos, un balón firmado por los jugadores del Real Madrid y el Osasuna, en el partido del final de la Copa del Rey. Sin duda, un obsequio que seguro le hizo mucha ilusión, ya que es una gran aficionada al futbol.
Dar un paso atrás para que la heredera dé otro adelante
Desde la distancia, y gozando de esa ansiada libertad adolescente, Sofía también asiste a un acontecimiento histórico relacionado con su hermana. Y es que por mucho que a Leonor todavía le queden muchos años para convertirse en la soberana, la heredera no tiene tiempo que perder. Es por eso que, tras graduarse del bachillerato, la primogénita de Felipe VI ha tenido que aparcar temporalmente los estudios. Al menos los más convencionales, puesto que su cometido es ahora hacer frente a tres cursos de formación militar.
Desde agosto de 2023, la Princesa de Asturias se encuentra inmersa en un proceso de aprendizaje castrense que forma parte de su larga ristra de responsabilidades como futura Reina. Es por eso que, desde hace meses y dejando de lado la multitudinaria 'celebración' de su mayoría de edad, no le han faltado tareas en la agenda. La gran mayoría, relacionadas con su recién estrenada faceta de cadete, eso sí. No han sido pocas las veces que hemos podido ver a Leonor reconvertida en uno de los personajes principales de la crónica 'royal' durante los últimos meses.
Desde las imágenes tomadas durante sus maniobras, en agua y nieve, hasta su aparición en la Pascua Militar u otros eventos como la tercera jura de bandera de Felipe VI en Zaragoza. Y mientras la 'Leonormanía' sigue in crescendo, la infanta ha dado ese paso atrás. El pistoletazo de salida a una nueva etapa vital en la que ya no debe seguir los pasos de la mayor, porque en ningún caso tendrá ella que participar de adiestramientos. El tiempo dirá qué camino acaba emprendiendo. Encontrar su lugar ahora que los roles han cambiado. Ahora que debe desprenderse de todo protagonismo. Es momento de ceder.