Silencio pactado y cambios repentinos de agenda: los indicios que hacían sospechar del estado de salud de Kate Middleton

Tras conocer que Kate Middleton padece cáncer, muchas de las cosas que han pasado durante estos meses comienzan a cobrar sentido. Afrontar una enfermedad tan dura como el cáncer, y en un momento tan dulce como el que estaba viviendo la Princesa de Gales, con los 40 años recién cumplidos, y con tres hijos pequeños, es durísimo. 

Entendemos ahora por qué el Palacio de Kensington y la Familia Real Británica ha decidido afrontar esta noticia de la forma más respetuosa posible con Kate, Guillermo y los pequeños George, Charlotte y Louis.

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Un “silencio” inesperado

Uno de los indicios que hacían sospechar que el estado de salud de Kate Middleton era grave es que, hasta ahora, la comunicación de los herederos siempre había sido muy fluida y natural, No solo compartían su agenda, sino también sus momentos personales y sus historias personales sin dudar. 

El hecho de que se comunicara muy poca información sobre la cirugía abdominal de Kate Middleton en The London Clinic en enero, y mucho menos aún sobre su larga convalecencia en Adelaide Cottage, hacía sospechar que la noticia debía tratarse con cuidado y de una forma diferente a como se había comunicado hasta entonces. 

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Esto contrastaba con la claridad del Palacio de Buckingham en cuanto a las informaciones sobre el cáncer que también padece su suegro, el Rey Carlos III de Inglaterra. Por su parte, se ha conocido paso a paso su estado de salud y los procedimientos por los que ha ido pasando.  

Cambios de agenda inesperados

Otra de las cosas que nos hizo sospechar sobre la gravedad del asunto fue los cambios inesperados de agenda del Príncipe Guillermo, que no solo cambió sus compromisos diarios, sino que  en algunos momentos hasta lo hizo de forma inesperada. 

Como cuando, pocas horas antes de celebrarse, se excusó por no poder ir a la misa homenaje a Constantino de Grecia celebrada en el Palacio de Windsor y donde él debía ser el anfitrión. Recogió el guante Camilla, que pasó a ser la cabeza del evento familiar que reunió a decenas de monarcas europeos en Reino Unido. 

Ahora, al conocerse la noticia de Kate Middleton padece cáncer, el diario The Sun ha publicado que la inesperada ausencia de Guillermo de este compromiso fue porque el Príncipe de Gales se enteró esa misma mañana de la trágica noticia sobre su mujer y no quiso abandonarla en un momento así de delicado, acompañándola mientras procesaban todo el camino que les queda por recorrer. 

Después hemos conocido como Guillermo decidió cambiar su rutina diaria para llevar y recoger el mismo a sus propios hijos al cole, estando más cerca y más tiempo con ellos, que deben estar asimilando esta nueva y dura noticia y necesitarán más cariño que nunca. 

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La mala idea de la foto retocada

Aunque ella misma pidió discreción y respeto a la prensa cuando se realizó la operación abdominal, para mantener en privado su salud y, sobre todo, no asustar a sus hijos, el no haber comunicaciones posteriores al respecto era sospechoso. 

Cuando semanas después, para celebrar el Día de la Madre en Reino Unido, el Palacio de Kensington publicó una fotografía de Kate Middleton con sus tres hijos que después resultó estar tremendamente retocada, las alarmas volvieron a sonar. El hecho de que la comunicación de la familia real se negara a publicar la foto original sin retoque, demostró que ese movimiento escondía algo más grave: La Princesa de Gales no podía, o no quería, mostrar su actual aspecto al mundo. 

Ahora podemos comprender cómo el ánimo de Kate Middleton durante estos meses justifica el no querer posar para fotografías “oficiales” hasta encontrarse fuerte, como ahora ella misma reconoce en el video que han publicado explicando todo lo que le ocurre y cómo se siente. Seguramente ella misma estaba asimilando esta nueva situación y no se encontraba con ánimos de posar sonriente, hasta ahora. 

Quizá el publicar una fotografía falsa, en vez de esperar, no es la mejor estrategia de comunicación de la Casa Real, pero se vieron obligados debido a los miles de comentarios, rumores y noticias falsas que estaban apareciendo sobre el tema, seguramente fue un intento desesperado por intentar aplacar la situación, sin darse cuenta de que lo que estaban haciendo era echarle más gasolina al fuego que ya ardía.