Letizia está nerviosa. Solo quedan unos días para que se reencuentre con una de sus iguales. Iguales en lo que a términos de posición dentro de la institución se refiere, puesto que Máxima de Holanda, como ella, ya ha alcanzado el escalafón de Reina. Consorte, cabe precisar, puesto que en ambos casos es su marido quien es Rey por herencia dinástica. En España, Felipe VI. En los Países Bajos, Guillermo Alejandro. Dos parejas 'royal' que son reflejo de las 'nuevas' Casas Reales europeas. Dos monarquías actualizadas en las que las mujeres han sabido hacerse un hueco y que, en cuestión de días, volverán a compartir espacio y tiempo.

Será el próximo 16 de abril cuando los soberanos y sus esposas se verán las caras de nuevo. En territorio holandés, eso sí, puesto que este será el primer viaje de Estado de Letizia y Felipe en este 2024. La hoja de ruta ya está definida y al hijo de Juan Carlos I no le faltarán los planes desde que pise suelo neerlandés. Tampoco a su mujer, que afronta dos jornadas de incansables tareas en las que, además de sumarse a actividades conjuntas como una ofrenda floral o la glamurosa cena de gala en el Palacio Real, también tiene una agenda independiente. Planes junto a la Reina de Holanda en los que, más allá de la revisión de sus 'looks', los juicios populares estarán servidos.

Letizia y Máxima de Holanda, dos Reinas parecidas (pero no mucho)

Por odioso que sea, es inevitable compararlas. Basta con remitir al hecho de que sus historias de vida son verdaderamente similares. Las dos son de hispanohablantes y de origen plebeyo, con la diferencia de que Máxima provenía de una familia argentina y pudiente, mientras que los orígenes de Letizia son bastante más humildes. Caminos simbólicamente hermanados que desde CLARA hemos querido analizar con la ayuda de Ana Jiménez, experta en marca personal y reputación de marca. 

En declaraciones para nuestra web, también pone el foco en que "las dos tenían ya una carrera profesional exitosa y consolidada a pesar de lo jóvenes que eran". Suficiente para que nuestra experta afirme que "ambas se casaron por amor, no fue un matrimonio concertado", cosa que les ha permitido "conjugar el pertenecer al pueblo con representar toda la tradición que conlleva una Casa Real con la historia".

Son cuestiones como estas las que las aproximan, además de su particular forma de crear familia y orientar el camino hacia la Corona de sus primogénitas. "Leonor, de 18 años, y Amalia, de 20, a las que han educado perfectamente para sus futuras obligaciones como Reinas y jefas de Estado de sus países", nos cuenta Ana. No obstante, y aunque "ambas se muestran muy activas en sus agendas oficiales y apoyan causas solidarias muy bien recibidas por el pueblo", la realidad es que no son tan parecidas. Al menos, en lo que a su personalidad se refiere. La reina de los Países Bajos se caracteriza por tener un carácter muy abierto y espontáneo, siendo uno de sus rasgos principales la sempiterna sonrisa", destaca nuestra experta, además de referirse a Máxima como "más expansiva en sus gestos".

Letizia y Máxima de Holanda
GTRES

Sin embargo, Letizia "es más seria". "Una característica que siempre le ha granjeado críticas por encontrarla la gente demasiado rígida en cada una de sus apariciones, aunque con el tiempo, y muy especialmente desde que su hija mayor alcanzó la mayoría de edad, más relajada", ha añadido también. El porqué de esta determinación no está del todo claro: "No se sabe si por miedo a fracasar, timidez o por lo que los que la conocen siempre dicen de ella; que su manera de ser tan exigente consigo misma, le hace estar más alerta a todo lo que hace, dejando poco espacio a la improvisación o a saltarse el protocolo".

Los puntos fuertes (y los débiles) de Letizia y Máxima de Holanda

Para muestra de todo lo previo, las anécdotas del pasado, pues a Máxima se la ha visto "bailando sin ningún tipo de pudor en viajes de Estado. En la retina de todos han quedado grabados los bailes que la argentina se marcó en su viaje por el Caribe, donde no dudó en demostrar lo bien que baila la salsa". Es esa naturalidad uno de sus puntos más fuertes y lo que la aleja más del hieratismo de Letizia. Sin ir más lejos, Letizia nunca ha aparecido "vestida con alguno de los trajes regionales, algo que la monarca holandesa sí ha hecho con el traje regional holandés. Es más, se la ha llegado a ver incluso vestida de sevillana en la feria de abril". 

Máxima de Holanda y Letizia
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"Las fortalezas de Máxima son su cercanía y cómo aprovecha las redes sociales para conectar con gente de todas las edades", apunta Jiménez. "A algunos les puede parecer que le falta formalidad a veces, pero es indudable que cae bien", añade. Sea como fuere, y aunque Letizia "es algo distante con el público más joven, que es justo el que vive pegado a las redes sociales", tampoco significa esto que solo tenga defectos. Entre las virtudes de la madre de la Princesa de Asturias están "la imagen de la elegancia y la profesionalidad, y es una oradora fantástica". Tan sencillo como que una apuesta por ser más accesible y la otra por mantener una imagen más tradicional. Ni mejor, ni peor.