Fue en el inicio del pasado mes de mayo cuando Letizia hizo saltar todas las alarmas. Después de cumplir con sus compromisos habituales, su aparición en el Teatro Real con motivo del concierto EmociónArte significó algo más que un 'check' de la lista de tareas. Los observadores de la Corona se preocupaban al verla entrar en escena, cojeando y luciendo zapato plano. Dos aspectos que, inevitablemente, daban a entender que algo le sucedía a la Reina. Y así era. La esposa de Felipe VI había sufrido un accidente en Zarzuela y se había fracturado el dedo central del pie derecho.

Para tranquilidad de los presentes en el espacio, la consorte quiso dejar claro que no era algo con lo que no pudiera lidiar. "Esto se cura", aclaraba, a pesar de mostrar un rostro sufridor y de leerse en sus muecas que estaba dolorida. En cualquier caso, no estaba equivocada. Este tipo de lesiones en los pies se curan. A base de tiempo y descanso, eso sí. Es quizás por eso que, pasado un mes y en vista de que Letizia no ha cancelado ni un solo plan de su agenda oficial, todavía no ha podido volver a la normalidad. No obstante, uno de sus gestos más recientes daría a entender que la situación está mejorando.

La Reina se atreve a dejar atrás las zapatillas blancas

Más que un gesto, una decisión estilística. Por todos los seguidores de la Casa Real es sabido que doña Leitza cuida sus 'looks' al detalle. No por nada se ha ganado el simbólico título de una de las Reinas más elegantes de todas las monarquías en el panorama internacional. Quizás es precisamente por todo lo anterior que ha resultado tan chocante verla sin tacones. O, en su defecto, zapatos favorecedores como unas sandalias o los mocasines de suela 'track' que alguna vez ha lucido. Nada de lo previo ha sido propicio en estos tiempos en los que sus pies se resentían, y su única opción han sido las zapatillas deportivas.

Zapatillas blancas, además, y prácticamente siempre de la marca Vivobarefoot. Una de esas firmas que dispone de calzado respetuoso, ideal para dolencias como la que ha estado experimentando la Reina tras su traspié en palacio. Perfectas también para que su pie esté en una buena posición atendiendo a su Neuroma de Morton, la enfermedad crónica de los pies que en más de una ocasión le ha jugado una mala pasada. La cuestión es que, lugar al que iba, lugar al que la acompañaban estas zapatillas. Hasta ahora.

Letizia zapatillas
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Fue el pasado 5 de junio, en su segunda aparición en Guatemala. Como es costumbre en su calendario, la Reina ha emprendido de nuevo uno de los viajes de cooperación que hace junto a la AECID. Travesía breve, puesto que dura solo dos días, y que esta vez la ha llevado hasta el país centroamericano. Es en este tipo de viajes cuando la madre de Leonor y Sofía más parece despojarse de su faceta 'royal'. Olvida la pompa, las tiaras y la exageración de los atuendos, enfundada en su inconfundible chaleco rojo

Letizia botas
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En ningún caso es esa prenda fetiche de las rutas como cooperante la que ha llamado la atención, sino que para entender la 'señal de mejoría' hay que echar la vista un poco más abajo. Sobria a más no poder, luciendo camisa blanca de manga larga y pantalón vaquero de corte recto, resaltan sus zapatos. Sus botas, para precisar. Nada de llevar las zapatillas blancas como venía haciendo desde hace semanas. Incluso las había vestido en su primera aparición pública tras aterrizar. La opción sorpresa elegida para esta ocasión fueron unas botas de trekking. En tono caqui, con cordones de color burdeos, la Reina opta por fin un calzado ligeramente distinto. Variación significativa, aunque mantiene la marca, porque el modelo Tracker II FG también lo comercializa Vivobarefoot. Su forma de probar nuevas opciones sin perder el confort que necesita en este momento, porque el efecto 'pie descalzo' se mantiene. 

El 'uniforme' de Letizia en sus días de convalecencia

Justo cuando se ha cumplido algo más de un mes desde que Letizia se fracturó el dedo, y aun habiéndose atrevido a cambiar las zapatillas, parece que todavía queda algún tiempo para verla subida en un tacón. Las alturas tendrán que esperar, así como ha tenido que esperar esta sutil variación, porque durante semanas pareciera que la Reina se había creado un nuevo 'uniforme'. Un uniforme de convalecencia, se podría decir. Cuestión de que siempre será esta una etapa recordada por esa zapatilla blanca que tanto ha usado, a pesar de que no sea ese el único elemento que al que ha recurrido durante los días en los que se levantaba con peor pie. Valga la expresión para ilustrar su verdadera situación.

Letizia
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Solo la llegada del calor y determinados eventos, como la final nacional del concurso de monólogos científicos o el desfile de las Fuerzas Armadas, han sido capaces de romper con una combinación que llegó para quedarse a su armario. Parte superior con chaquetita de tweed, alternando colores y disposiciones, y pantalón blanco, variando el corte y el ancho. Para deleite de los que deseaban verla vestir algo distinto, y con el verano cada vez más cerca, Letizia ha guardado por fin los tejidos más gruesos y apuesta por prendas más frescas.