En el que está siendo el verano más ajetreado de Leonor, la princesa ha emprendido este 12 de julio un importante viaje oficial. El primero que hace en solitario, pues a pesar de estar respaldada por el equipo que vela por su seguridad y bienestar, junto a ella no han estado ni los Reyes ni su hermana pequeña. Ha sido en este viernes, después de una semana cargada de compromisos y marcada por su presencia en los Premios Princesa de Girona 2024, cuando la heredera ha puesto rumbo al destino que el pasado junio se anunció desde el Ministerio de Exteriores: Portugal.

Se anticipaba una jornada ajetreada, puesto que eran solamente unas 8 horas las que debía pasar la Princesa de Asturias en el país vecino. Y todavía con la 'resaca' de su paso por Cataluña, marcado por el tradicional discurso durante la ceremonia de entrega de los galardones, la primogénita de Felipe ha afrontado con gran entereza todas las responsabilidades que allí la esperaban. Desde primera hora del día hasta caer la tarde, con el añadido de una primera aparición en España para decir 'hasta dentro de unas horas' a su familia y su tierra natal. La tradicional despedida con honores ha tenido lugar sobre las 10:30 horas, por primera vez sola y con el aplomo necesario para dar este nuevo paso en su camino hacia la Corona.

Leonor despedida
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ASÍ HA COMENZADO EL PRIMER VIAJE OFICIAL DE LA PRINCESA

Aplomo necesario, sobre todo atendiendo a todo lo que implica esta travesía al extranjero. Una gestión que el Rey recuerda ahora con añoranza, pues él también tuvo que enfrentarse al reto de traspasar fronteras cuando era un joven. En 1983, con solo 15 años y con Colombia como destino. Casi cuatro décadas después, su hija mayor y futura Reina de la nación, ha hecho lo propio y sobre las 11 horas, hora local, ya había aterrizado en el Aeropuerto militar Figo Maturo. Allí la esperaba el cordón de honor y el primero de los encuentros con autoridades. Presentes en el enclave para la recepción estaban João Mira Gomes, embajador de Portugal en España; Juan Fernández Trigo, embajador de España en Portugal; Jorge Silva, jefe de Protocolo de la República Portuguesa; y Abel Oliveira, jefe del Aeropuerto militar.

Era ese el pistoletazo de salida para un largo listado de actividades que ha seguido con la visita al Monasterio de los Jerónimos de Belém, en Lisboa. Acompañada en todo momento por José Manuel Albares, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la princesa ha sido testigo de una ofrenda floral ante la tumba del escritor Luís de Camoens. Ha sido poco después cuando, escoltada por el escuadrón de caballería, Leonor se ha desplazado hasta la Torre de Belém, donde se ha encontrado con Marcelo Rebelo de Sousa. Y allí, en ese importante monumento que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, el presidente de la República Portuguesa le ha hecho entrega de un importante distintivo.

Leonor Portugal
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Nada más y nada menos que la Gran Cruz de la Orden de Cristo, que reconoce los servicios prestados al país por funcionarios y altos cargos. Una distinción que su padre, don Felipe, recibió en octubre del año 1988, y por la que la princesa se ha mostrado verdaderamente agradecida. Es por eso que allí, y para deleite de los asistentes, ha protagonizado un emotivo discurso en el que no han faltado las muestras de afecto con la nación que la acogía. Eso, además de un llamativo guiño a su madre, doña Letizia.

EL GUIÑO DE LEONOR A SU MADRE EN PORTUGAL

Y no, no solo por el rojo del espectacular traje de chaqueta que ha elegido para la ocasión. Uno de los colores fetiche de la Reina, que ella confirma haber heredado en materia de buen gusto y elegancia. La cuestión es que su forma de estar cerca de su madre en esta ocasión nos remite a su discurso ante el presidente. Referencia que va más allá de poner en valor su faceta de comunicadora, ya que el foco se lo ha llevado el momento en el que ha hablado en portugués.

Ha sido después de unas primeras palabras en español, agradecida por la hospitalidad y recordando que "hace 10 años este querido país fue el primer destino de mis padres como reyes de España, así que es evidente lo especial que es para mí estar aquí hoy". Después vendría su primera vez hablando la lengua oficial del país en público. Con fluidez y una soltura envidiable. También, con Letizia en mente. ¿Por qué? Porque como hoy ha hecho su hija, la consorte también se vale de su dominio del portugués siempre que le hace falta en una intervención pública. 

Leonor y el Presidente de Portugal
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Ha sido por la tarde, ya después del discurso y de recibir estos honores, cuando Leonor ha comenzado su visita al Oceanario de Lisboa. Visita que ha mantenido la línea de sus últimas apariciones oficiales, ya que el objetivo reunirse con un grupo de jóvenes científicos. De nuevo, la princesa cercana a la juventud, esta vez para hablar de los problemas que afectan al medioambiente marino y de la investigación en este ámbito. Un último 'check' en la lista de tareas antes de regresar a casa. Todo listo, de nuevo en el Aeropuerto militar, para que el avión de vuelta a Madrid alce el vuelo y le dé una tregua tras este frenético día. Día en el que, sin duda, ha demostrado ser una excelente embajadora de la Casa Real, incluso fuera del territorio español.

LA AGENDA DE VERANO LA HEREDERA NO SE DETIENE

Aunque haya vivido unos últimos días totalmente agotadores, a la primera en la línea de sucesión al trono todavía le quedan algunas responsabilidades más que atender antes de irse de vacaciones. Unas vacaciones que, además, serán breves, puesto que el próximo mes de agosto ya ingresará en la que será su nueva casa: la Escuela Naval de Marín. Precisamente, en el marco del próximo curso de su formación militar está agendado su compromiso más venidero. Y es que Leonor visitará su futuro hogar este martes 16 de julio, con motivo de los actos de entrega de Reales Despachos y la Jura de Bandera del Día del Carmen, en una simbólica primera toma de contacto con lo que está por venir.