Nadie lo había anticipado, pero Ana Boyer está hecha toda una repostera. Así lo está demostrando su paso por 'Bake Off: Famosos al horno'. Su primera aventura en la televisión lineal como 'discípula' de su hermana Tamara Falcó, que hace algún tiempo se convirtió en la flamante ganadora de la cuarta edición de 'MasterChef Celebrity'. Un clamor para la audiencia, deseosa de conocer un poco más a la más pequeña del clan Preysler, pero también para los jueces. Su desempeño en el concurso no está dejando a nadie indiferente y desde el primer día ha sido su perfil uno de los más destacados de entre todos los concursantes.

Todavía en la competencia cuando ya son ocho los VIPS que han abandonado la carpa, la 'socialité' encabeza el podio de mejores valoraciones, seguida de cerca por Alba Carrillo. Nada más y nada menos tres veces en el 'top' de los trabajos de la emisión y la pastelera favorita en el día del estreno. Resultados que nacen de un trabajo incansable, con postres y tartas que no solo son una delicia, sino que también van cargadas de significado.

La tarta de Ana Boyer en 'Bake Off' que la conecta con sus raíces

La octava entrega del programa planteaba en su tercer y último reto de la noche, acuñado como la 'prueba fantasía', la creación de una tarta con mucha personalidad. En un tiempo límite de dos horas, todos debían elaborar un pastel capaz de representar los sabores típicos de la fiesta popular española de su preferencia. Más allá de las preferencias personales, solo había tres requisitos que debían cumplir sí o sí: base de tres bizcochos, un relleno a su gusto y decoración que remitiese a la vestimenta tradicional de esa festividad construida a partir de 'fondant' y chocolate. Ana Boyer lo tuvo claro: un homenaje a su Madrid natal con la fiesta de San Isidro como protagonista. Un postre muy vistoso, con lunares rojos y churros con chocolate, coronado con un clavel.

La 'Tarta chotis', como ella misma la acuñó, también remitía al baile tradicional de la festividad. Lo que no todo el mundo sabe es que, en realidad, la determinación de optar por estos elementos propios del día también conecta de forma directa con su madre. Y es que por mucho que Isabel Preysler sea toda una experta en lo que a cuidar su alimentación se refiere, también sabe cuando darse un capricho.

Ana Boyer

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Ya lo adelantaba la matriarca de la estirpe en 'Mi Navidad', su documental para Disney+, donde afirmó que uno de sus placeres culpables es el chocolate. Constancia de ello quedó en el verano de 2022, cuando todavía era pareja de Mario Vargas Llosa. Ambos pasaron unos días de 'puesta a punto' en la clínica Buchinguer de Marbella haciendo un ayuno terapéutico. Ayuno que la ex de Julio Iglesias rompía unos días después, en un paseo por el centro de la localidad malagueña, disfrutando de un chocolate con porras. El mismo manjar que, ahora, su hija ha convertido en toda una obra de arte repostera en la pequeña pantalla.

Las incontables anécdotas de Ana Boyer e Isabel Preysler

Aunque esta vez haya sido de forma indirecta, esto no ha sido la primera alusión que Ana Boyer ha hecho a su progenitora durante su paso por el programa. Una ristra de anécdotas y vivencias familiares que han convertido a la esposa de Fernando Verdasco en un rostro mucho más afable y cercano para los televidentes. En episodios anteriores, hacía referencia a la Navidad que, en realidad, es su tradición favorita. "Nos intentamos reunir los cinco hermanos con parejas e hijos. Vivimos por todas partes y mil historias, pero lo intentamos", contaba.

Eso además de otro gran recuerdo de la infancia que también exponía en una entrega pasada: "Mi madre, los cumpleaños en casa los celebraba a lo grande. Yo creo que era lo que más celebraba de todo el año. Tenemos muy buenos recuerdos". La muestra definitiva de que, a pesar de la distancia y de los años que pasen, siempre la tiene presente.