Convertir una casa normal en un espacio perfecto para nuestra personalidad, a veces, requiere de muchísimo esfuerzo y dedicación. Un lugar en el que estamos tanto tiempo y que nos resguarda en nuestros momentos de relax en el día a día, debe convertirse en un espacio único que defina a la perfección cómo somos y qué necesitamos. Si no, que se lo digan a Anna Ferrer, la hija de Paz Padilla, que acaba de reformar su casa con un sorprendente resultado. 

Anna es una de las influencers con más interés del mundo digital, y no duda en compartir a diario, tanto sus reflexiones, como su productos favoritos, así como parte de su vida personal. Por ese motivo conocimos que a finales del año pasado, en noviembre, se compró un piso en Madrid. Ahora, ha decidido reformarlo y también ha mostrado los resultados de esta obra, que parece que ha conseguido que su casa, sea aún más perfecta para ella. 

La reforma de la casa de Anna Ferrer en Madrid y sus mejores decisiones 

El piso que Anna Ferrer se compró en la capital, sitio donde reside habitualmente debido al trabajo, aunque sigue muy vinculada con Andalucía, la tierra natal de su madre, ya fue casi completamente reformado en el momento de la compra, en noviembre del pasado año. El piso, que se encuentra ubicado en la zona entro de Madrid, que es uno de los lugres más difíciles el país para conseguir un vivienda, será el hogar de ella y su pareja, Mario Cristóbal. Según informa Jaleos, en “el piso, valorado en más de medio millón de euros - 518.000 euros - y costeado mediante hipoteca”, se hicieron reformas estructurales y fundamental. 

La propia Anna explicó en sus redes sociales que quería “cambiar la cocina, los baños, el suelo y acabados”, pero parece ser que durante la obra, se animó a más cosas. De un claro estilo nórdico, con toques minimalistas y dónde el blanco y los espacios abiertos son los grandes protagonistas, el nuevo piso de la hija de Paz Padilla, se ha convertido en un refugio en pleno centro de la ciudad. De esta reforma hace menos de un año, y ahora la influencer ha sorprendido a todos sus seguidores y seguidoras explicando las mejores decisiones que ha tomado durante la reforma de su hogar. Ella lo tiene claro. ¿Qué es lo que más gusta a la influencer?

La isla en la cocina: Un espacio de reunión 

Es una de las tendencias de organización, del espacio y decoración más repetidas en el mundo de la construcción: Las cocinas abiertas con isla en medio. Por supuesto, esta ha sido una de las decisiones que la influencer más valora, poniéndola en primer puesto, a pesar de que sus conocidos no se lo recomendaban “Hubo mucha gente que me dijo que no lo hiciera, pero os prometo que para mí es la mejor decisión”, explica. 

“Es un piso pequeñito y había que sacarle el máximo partido”, argumenta, y añade una cosa fundamental para ella, un espacio muy especial: “hicimos esta zona volada para poder estar con taburetes, y pasamos muchísimo tiempo aquí, para comer, para tomar café, para charlar, para hacer una cena de picoteo… Es como el espacio principal de la casa”. Y para todos los incrédulos que siempre apelan a los difíciles olores de las cocinas abiertas, Anna tiene una respuesta: “Si lo que te preocupa son los olores, solamente hace falta una buena campana y os prometo que su chupa todos los olores”.

Dos baños: Comodidad y mejora de la convivencia 

El segundo de los aciertos de la influencer en su reforma ha sido tomar la decisión de realizar dos baños, si hay esa posibilidad de espacio. “En este piso solamente había un baño y yo tenía claro que sí o sí quería sacar un segundo y aunque te pienses que no hay hueco, os prometo que de un espacio muy pequeñito podéis sacar un baño perfectamente equipado”, decidieron remodelar la disposición de la casa para mover tabiques y aprovechar espacios, para crear un baño más.

“Como había poco espacio tuvimos que poner una puerta corredera, Sacrificamos parte de lo que era la cocina de aquel piso para hacer ese baño. En el espacio de una ventana hemos sacado un baño”. Esto además, ha mejora la convivencia con su chico “siendo dos nos resulta supercómodo que cada uno tenga su propio baño, su espacio, sus tiempos, y evita muchas peleas”.

Suelo corrido y truco para el efecto “espacio abierto”.

El suelo ha sido otra de las buenas elecciones de Anna Ferrer: “Tenía muy claro que quería que fuera un solo suelo, de tarima imitación madera, y que fuera el mismo parar toda la casa, incluidos los baños y la cocina, pues al ser abierta, que no se viera ningún corte, porque creo que eso le da un poquito de amplitud al piso”. Además, confiesa que esta decisión le ahorra también tiempo de limpieza y cuidado: “Es lo más cómodo de limpiar, no tienes que cambiar de repente de un suelo a otro”.

A eso, la propia Anna confiesa también un truco a la hora de escoger el tipo de suelo que pone “un truco que para mí me pareció importante es elegir piezas que sean lo más grandes posible, para que luego no se noten tanto los cortes y quede más uniforme”. Tomamos nota, porque así se maximiza el espacio y parece mucho más amplio. 

Las ventanas: la última pero la más difícil 

Según confiesa la hija de Paz Padilla, ha sido una de las inversiones más importantes de la reforma, “las ventanas es probablemente lo más caro”, explica. Explica que las ventanas antiguas le encantaron al llegar al piso por primera vez: “lo que más me gustó de este piso fue la cantidad de ventanas tiene, muchas, y lo bonitas que eran de madera antiguas. Pero precisamente porque eran antiguas, estaban destrozadas y no aislaban bien”. Fue así consciente de que, viviendo en el centro de Madrid, necesitaba controlar el ruido exterior y también aislar del frío y del calor.