"Emocionada", se reconocía Tania Llasera antes de afrontar el último de sus retos profesionales. Fue este viernes 25 de octubre cuando la presentadora, en el marco del evento Arona More than Fashion impulsado por The Showroom Mag, se animaba a subir por primera vez a una pasarela. El diseñador Juan Duyos quiso contar con ella para abrir la presentación de su colección Islas Canarias Otoño-Invierno 24/25 y no se lo pensó dos veces. "Este año he decidido que a todo lo que salga de mi zona de confort, a todo lo que sea nuevo, voy a decir que sí", revelaba escasos días antes del gran momento en declaraciones exclusivas para CLARA.
Una conversación serena y distendida en la que la bilbaína hizo gala de su naturalidad, hablando sin filtros ni tapujos de cuan emocionada se siente "siempre que hay algo nuevo". Eso que la convierte en "la primera en tirarme de cabeza", y en el caso del desfile de Duyos en Tenerife, con una simbólica carga emocional si hace un ejercicio de retrospectiva. "Famosamente, cuando yo cambié de peso, las primeras cosas que salieron sobre mi 'antes y después' y lo 'irreconocible' que estaba fueron en el desfile de Juan Duyos de hace diez años", nos cuenta. El recuerdo de aquel tiempo en el que "se me vilipendió por todas partes por haber cogido unos kilos" y ahora la invita a "cerrar un círculo". Se acuña hasta poético.
"Fuerte, dando un paso rotunda con el peso y el cuerpo que habito ahora mismo", encaraba el encargo, sin importar las críticas y anteponiendo en todo momento su deseo de disfrutar de "algo nuevo". De atreverse, tanto como lo hacía en proyectos pasados, pero con una contundencia que bebe de la experiencia. "Las mujeres con la edad perderemos juventud o belleza, aunque sería debatible, pero si hay algo en lo que ganas es en aplomo. En sabiduría, en falta de nervios", reflexiona sobre qué ha cambiado en ella al vivir una enésima 'primera vez' a los 45 años.
"Ya no tengo tantas oportunidades como cuando era joven"
"Yo de joven no estaría tan segura de mí misma. Con kilos o sin kilos, ¿eh? Es la edad lo que te da ese 'know-how', esa presencia de disfrutar del ahora", añade en su discurso sobre lo aprendido. Algo indispensable para lucir con garbo el abrigo negro con detalles en cobre que abrió el desfile de Duyos y 'beauty look' por Yos Baute. Ese que la vez que remite a sus inmarchitables ganas de seguir. De estar ahí, incansable, a pesar de que "ahora ya no suena el teléfono tanto como antes". "No tengo tantas oportunidades como cuando era joven, y eso lo noto un montón. Y lo echo de menos, no voy a decir que no", se sincera.
Estilo ecléctico y un peinado que es marca personal
"Cuando yo presentaba 'Resistiré, ¿vale?' siempre iba supernerviosa", recuerda sobre su tiempo al frente del espacio que Telecinco emitió entre 2010 y 2011 como extensión de las galas de 'Supervivientes' y otros 'realities'. Un tiempo de auge profesional en el que, más allá de su desparpajo e inapelable telegenia, Tania encandiló a la audiencia con su ecléctica estética. Y eso que no era fácil convencerla, porque las estilistas "se han vuelto locas conmigo". "Soy muy indómita, y nunca han sabido qué estilo me gusta, porque un día me gusta una cosa y al siguiente otra. Soy muy varonil vistiendo y hay cosas que no me acababan de pillar", argumenta.
Inevitable no recordar su icónico peinado. Pelo rubio, corto y con tupé perfectamente peinado que causó sensación... Y reticencias. "En mi primera entrevista, Paolo Vasile -entonces consejero delegado de Mediaset- me dijo que tenía que dejarme el pelo más largo", apunta sobre una petición que ella no aceptó. Implacable, y aunque "me estaba jugando el puesto", la Tania de solo unos veintipocos años de edad le respondió con claridad que "podrás opinar de todo, pero del pelo no".
No estaba dispuesta a renunciar a su imagen y le valió crear una marca personal que, desde su prisma, se entiende al revisar su origen. "Las andaluzas son muy de melena, pero las del norte somos muy de pelo corto. Quizá porque estamos cerca de Francia y hay un estilo 'garçon' que se contagia entre los peluqueros", expone. Una razón de estilo que, en su supuesto personal, entronca también con el interés por el campo. "He hecho cursos para poder entrar en una peluquería y decir 'quiero que me des un seis con dos con una punta de negro azulado para quitar el cobrizo'. Sé cortar, peinar. Todo lo sé hacer".
"Paolo Vasile me dijo que tenía que dejarme el pelo largo"
Por hacer, también hizo prácticas. Una época de lo más divertida en la que "trabajaba por la noche en Telecinco haciendo programas y por la mañana me levantaba pronto para hacerles mechas a las señoras". "Me decían 'me suena tu cara mogollón'", relata entre risas.
Escuchar al cuerpo con la salud por delante
Y es en esa eterna lucha por demostrar que, sea cual sea tu estilo, no hay de qué avergonzarse, Llasera terminó siendo bandera del movimiento 'bodypositive'. La necesaria celebración de las corporalidades disidentes, en un largo proceso de una década en el que hubo un tiempo en el que apostó por el ayuno intermitente. Un método del que no reniega, sino que lo siente natural porque "llevo haciendo ayunos desde que soy persona".
"Ante todo la salud, porque lo más bello es estar saludable y da igual la talla que tengas", sentencia. Filosofía que dirige a la importancia de "tener una actitud saludable y poco tóxica hacia la vida" extensible a la alimentación. "No hago ayunos per se, pero desayuno muy tarde y ceno muy pronto", reconoce, al tiempo que admite que "no me gusta decirlo, porque luego mucha gente me pregunta qué libro he seguido o cuál es mi médico". "Estoy perfectamente tratada, fenomenal de salud y me miro la sangre cada seis meses", apunta en tono tranquilizador.
A fin de cuentas, en su caso, esta forma de decidir cuándo comer parte de tener claro lo que le sienta bien y lo que no. "Es escuchar, que se llama comida intuitiva. Escuchar a mi cuerpo. Por ejemplo, con la edad, que esto es un síntoma de vieja total, me sienta mucho peor cenar fuerte", señala con la misma franqueza con la que siente "una pena que volvamos otra vez a que lo muy delgado se lleve".
"Lo más bello es estar saludable y da igual la talla que tengas"
Una reflexión a la que la televisiva llegaba tras recalcar "que vaya por delante que cada uno haga lo que le dé la gana con su cuerpo", pero con cabeza. Porque como cualquier moda que "siempre ha penduleado", desde las curvas de los años 10 hasta los físicos asiáticos de los 20 o la estética Kardashian que hasta hace bien poco se celebraba -y deseaba-, para Tania "vuelve el 'heroin chic' de mis años 90". "Volverán las Kate Moss y volverán las modelos que parece que se acaban de drogar. Volveremos a ver huesos", predice apenada, con el precedente de esas famosas que han recurrido a medicamentos adelgazantes cuando en el pasado se enorgullecían de ser diversas.
El propósito de seguir disfrutando del viaje
En tiempos en los que "empezamos a parecer un ejército de clones", la exconcursante de 'MasterChef Celebrity' tiene algo muy claro: "Es más importante que nunca tener tu propio estilo". Esa premisa a la que ella, con la mejor de las intenciones, se ha entregado desde que aterrizó en la industria mediática. La misma que la ha nutrido de los desafíos superados, desde aquellos castings en los que probaba suerte, como el que recientemente recuperaba Radiotelevisión Española.
Una grabación en la que una jovencísima Tania se valía del inglés para cautivar a la cámara. Y eso que "me había dejado el novio la noche antes, por eso tenía los ojos como morcillas". Esa Tania a la que saluda desde el 2024 con cariño, y a la que antes de subirse a la pasarela de Duyos le quiso dar tres lecciones. "Le diría que tranquila, que todo va a salir bien. Confía en ti misma y disfruta del viaje, porque no siempre vas a estar en la cresta de la ola". Misiva desde el futuro, con una dosis de esperanza y nostalgia. Eso y un afecto cuyo valor no precisa de ninguna báscula para saberse incalculable.