Muchas veces el destino nos sorprende. Cuando somos pequeños, adolescentes o jóvenes adultos, pensamos qué nos gustaría ser “de mayores” y empezamos a poner todo de nuestra parte para ello. Pero de repente, llega algo inesperado y tu vida cambia por completo, teniendo que remodelar y readaptar todos nuestros sueños. Si no, que se lo digan a Kate Middleton, que, tras conocer a Guillermo, su vida personal, y también su futuro profesional, cambió por completo. 

La pasión de la Princesa de Gales está clara: el arte. Eso sigue estable en su vida, y lo hubiera seguido siendo, aunque no se hubiera convertido en la próxima reina de Inglaterra. La inglesa lo tenía claro desde el principio y por eso enfocó todos sus esfuerzos en un área muy concreta dentro del amplio mundo del arte, que sigue cultivando hoy en día, consiguiendo demostrar su valía incluso a través del estricto protocolo de la monarquía británica.

Estudios en Gales y pasión por la fotografía

Después de decidir estudiar Historia del Arte, Kate Middleton se sumergió en un mundo de creatividad y descubrimiento intelectual. Durante sus años universitarios, exploró una variedad de asignaturas que abarcaban desde el arte clásico hasta las vanguardias modernas, encontrando un especial interés en la fotografía. Su entusiasmo la llevó a profundizar en la teoría y la práctica de la fotografía, explorando cómo esta forma de arte podría comunicar emociones y contar historias de manera única. Durante dichos años, asistió a conferencias y exposiciones, colaboró con proyectos de fotografía y arte, y cultivó relaciones con profesores y compañeros que compartían su pasión por el mundo visual.

Tanto fue el apego de Kate Middleton a esta disciplina artística, que la unía con su abuelo, Peter Middleton, que también fue un reputado fotógrafo aficionado, que incluso optó por centrar su tesis de fin de curso en un estudio detallado sobre el impacto cultural de la fotografía en la sociedad contemporánea. Esta investigación no solo demostró su habilidad académica y su curiosidad intelectual, sino también su capacidad para analizar y contextualizar las artes visuales en un enfoque más amplio.

 

 

Su primer trabajo: en familia y con una cámara 

Aunque Kate se ha descrito como una “fotógrafa aficionada”, su formación y habilidades superan con creces las de un simple apasionado o entusiasta de la fotografía. De hecho, Kate Middleton se enfrentó al mercado laboral de una forma muy especial antes de convertirse en ‘royal’, y es que la inglesa estuvo trabajando como fotógrafa en la empresa de su familia. Llamada Party Pieces, se trata de una empresa de suministros para fiestas que fundaron sus padres, Michel y Carole Middleton, en el año 1987. Allí Kate Middleton era la encargada de realizar producciones y fotografías para conseguir la mejor instantánea comercial, que aparecía en los folletos de venta y marketing de la empresa. 

Una “infiltrada” en palacio: el plan de Kate para no desvincularse de la fotografía

Una vez que ya entró a formar parte de la corona británica, la propia Kate Middleton comprendió que sus labores reales deberían ser otras, pero no quiso dejar de lado su pasión. Y por ese motivo, poco a poco, fue integrando su pasión en su profesión. Además de convertirse en patrona de espacios vinculados con el arte y la fotografía, como la National Gallery, el museo Victoria & Albert, o la Royal Photographic Society, siguió disparando con su propia cámara. De ahí empezaron a salir grandes proyectos fotográficos, que han conseguido que conozcamos mucho mejor a la familia real británica desde dentro. Sabemos que la Princesa de Gales no duda en sacar su cámara para inmortalizar los momentos más importantes para ella, y, de forma muy discreta, ha ido no solo mejorando con los años, sino también formándose para ello.

La Casa Real Británica lleva años utilizando sus fotografías para celebrar momentos importantes, como las Navidades, las vacaciones, momentos íntimos de la familia e incluso de la fallecida Isabel II o los cumpleaños de los más peques de la casa. Lo que empezó como un pequeño gesto de cariño, se ha convertido en una tradición que cada año sorprende a propios y extraños. Y es que para celebrar el cumpleaños de sus tres hijos: George, Charlotte y Louis, se publica una emotiva fotografía realizada por la Princesa de Gales de cada uno de ellos. Esto no solo ha dado grandes alegrías a todos los monárquicos, que podemos entrar de una forma muy emotiva dentro de la propia familia, capturando algunos de sus momentos íntimos, y mostrando de una forma totalmente nueva e inesperada los entresijos de la familia real. 

Clases “secretas” de alto standing, exposición y “Óscar de la fotografía”

Pero formar parte de la familia real no ha sido únicamente malo para la pasión de la inglesa, sino que también le ha permitido vivir experiencias únicas al respecto, ya que una vez siendo royal, la Princesa de Gales tuvo la oportunidad de recibir una formación exclusiva y privada de la mano del italiano Mario Testino, uno de los fotógrafos de moda más reconocidos a nivel mundial, en su taller en el corazón de la ciudad de Nueva York. Célebre por haber sido el favorito de la icónica Princesa Diana, también conocida como Lady Di y suegra de la propia Kate Middleton, lo que la conexión entre profesor y alumna es aún más especial. 

En el año 2020, Kate Middleton formó parte de una exposición colectiva en la que presentó una serie de fotografías que capturaban a supervivientes del Holocausto. Esta participación no solo fue un gesto simbólico de apoyo a la conmemoración de ese evento histórico tan significativo, sino que también le permitió exhibir su talento con el que mucha gente se sigue sorprendiendo.

Otro de sus proyectos estrella relacionados con la fotografía fue cuando, durante la pandemia del Covid 19 en el 2020, la propia Kate Middleton potenció un concurso donde pidió recibir fotografías realizadas durante el confinamiento para poder descubrir cómo estaba la gente viviendo esos duros momentos, donde el miedo y la esperanza se daban la mano. “Las fotografías enviadas han ayudado a crear un retrato unificador y catártico de la vida durante la cuarentena. Nos sentimos honrados de poder compartir una selección de estas fotografías con la nación, primero a través de la exposición en línea y comunitaria y ahora a través de esta nueva publicación”, explicó. 

Con estas fotos, y algunas suyas propias, se editó un libro benéfico. El libro llamado “Hold Still: A Portrait of Our Nation in 2020” donaba todo lo recaudado en su venta a la organización benéfica Mind, especializada en salud mental. “Los increíbles actos de bondad, los ayudantes y héroes que surgieron de todos los ámbitos de la vida, y cómo juntos nos adaptamos a una nueva normalidad”, explicaba la propia Kate sobre la importancia de las fotografías de este libro.

Su buena disposición y buen ojo fotográfico incluso ha conseguido que la Princesa de Gales sea galardonada con el denominado Premio PPA, el denominado como “Oscar de la fotografía”, con una fotografía que realizó a su suegra Camilla, para la portada de una edición especial de la revista Country Life en el año 2022, donde se veía a la ahora reina consorte, que en el momento de la fotografía era Duquesa de Cornualles, en el jardín de Ray Mill House, la casa propia de la esposa de Carlos III.

“Las fotografías son magníficas y estaríamos encantados de ofrecerle a la duquesa de Cambridge otro encargo”, explicó el propio editor jefe de la revista, viendo los buenos resultados de la fotografía de la princesa, que era su primer retrato formal como trabajo para fuera de la corona. Sin duda, con todos estos datos, sabemos que si a Kate Middleton no se le hubiera cruzado Guillermo de Inglaterra, probablemente sería una de las fotógrafas más admiradas de la actualidad.