Son unas de las piezas más emblemáticas en cada monarquía, y también unas de las más deseadas. Las joyas reales, que pasan generación tras generación, suelen generar gran interés y deseo. Si no, que se lo digan a los británicos, que tratan las joyas reales como si de verdaderos objetos mágicos se trataran. Tras el fallecimiento de Isabel II, ahora el cargo de reina consorte recae en Camilla, tras ella llegará el turno de Kate Middleton y después, la novia de su primogénito, George, se convertirá en reina de Inglaterra. Todas estas mujeres pueden, o podrán, disponer de una auténtica fortuna en joyas heredadas.

Desde que Carlos III, y posteriormente, Kate Middleton, han comunicado su lucha contra el cáncer en los últimos meses, se han puesto sobre la mesa diversos temas acerca de qué ocurrirá con la Corona británica. Desde planes de sucesión tremendamente complejos, a nuevos nombres, cargos y responsabilidades que irán asumiendo en la familia si alguno de sus miembros falta. De este análisis tampoco se han librado las joyas de la corona. ¿Quién las recibirá? ¿Qué valen? ¿Conseguirá algo Meghan Markle, o sus hijos, tras abandonar la corona? Despejamos algunas de estas incógnitas. 

Dos legados muy diferentes 

Lo primero que se debe analizar es que, debido a la situación actual, el legado de la familia Windsor va a ser repartido de forma muy diferente. Aunque familiarmente, los dos hermanos, Guillermo y Harry, tienen exactamente el mismo valor, y seguramente su padre los quiera y valore por igual, lo cierto es que mucha de su herencia está vinculada, intrínsecamente, por su responsabilidad en la corona. 

En un futuro no muy lejano, esto enfrentará a dos mujeres, y a sus hijas, directamente. Por un lado, encontramos a Kate Middleton y Charlotte, su hija mediana, que forman parte de la línea de sucesión directa al trono. Por otro lado, y cruzando el charco, tenemos a Meghan Markle y su hija Lilibeth, que, debido a su desconexión con la corona británica, ya no forman parte de la línea de sucesión real. Y claro, esto hace que la herencia de las joyas sea tremendamente desigual.

Casi 100 millones para Charlotte 

Los medios de comunicación británicos han recurrido a expertos para valorar la cantidad de joyas y su valor en la familia Windsor y han podido estimar cuánta herencia corresponderá a cada una. Si sumamos las piezas heredadas de Lady Diana y las que Isabel II dejó a Kate Middleton antes de morir, más las que transfieren por “poderes” estaríamos hablando de un valor de 97 millones de libras, explican desde la joyería Steven Stone al diario británico 'Express'.

Según el periodista Jorge C. Parcero, “Una parte importante de esta colección la forman más de diez piezas prestadas o regaladas por la difunta Isabel II, cuyo valor asciende a la asombrosa cifra de 65 millones de euros. Entre ellas se encuentran la gargantilla de diamantes de la reina Mary, la tiara Cartier Halo, el collar Nizam de Hyderabad, el broche Hoja de Arce, el broche Helecho de Nueva Zelanda y el broche Orden de la Familia Real”.

Princesa Charlotte
Gtres

Menos de 1 millón para Lilibeth 

Aunque la pequeña Lilibeth, y su hermano, Archie, siguen considerados como Príncipes, puesto que su abuelo de sangre, Carlos III, no ha querido retirarles el cargo, al dejar su padre, Harry, la línea de sucesión al trono es tremendamente complicado que los pequeños pudieran acceder a la serie de beneficios y beneplácitos que se obtiene con la responsabilidad de formar parte de la corona británica. 

¿Pero y las joyas de su abuela? Pues parece ser que en el reparto entre hermanos, Meghan Markle y su hija tampoco tienen grandes recuerdos de Lady Diana, puesto que, según los medios británicos, solamente dispondrán del reloj Cartier Tank Française, el anillo de aguamarina Asprey y el brazalete de Cartier. Las tres joyas estarían valoradas en un total de 950.000 €. A estas joyas habrá que sumar los caros regalos que Harry haya hecho a su mujer a lo largo de los años, o incluso las piezas que se haya comprado ella misma durante todo este tiempo, pero sin duda la cifra se quedará bastante lejos del valorado joyero de su prima.

Joyas históricas o joyas familiares 

En este caso hay que saber las diferencias entre las joyas de la corona y las joyas de la familia. Mientras unas se heredan con el cargo, otras son directamente de libre disposición familiar. Las primeras, que en verdad son la gran mayoría y las más valiosas, pasan de monarca a monarca, independientemente de la vinculación familiar. Por ejemplo, ahora Camilla accede a las joyas de Isabel II, aunque no haya sido su hija, y después lo hará Kate Middleton, que a nivel sanguíneo tampoco tiene nada que ver con Isabel II, ni con Camilla.

Por otro lado, encontramos las familiares, que son propiedad de cada una y se gestionan, heredan o incluso venden de forma diferenciada. Aquí, como ejemplo, podemos poner las joyas de Lady Di, que entre la herencia valorada alrededor de 25 millones de euros al fallecer, pasaron directamente a sus hijos, y que ya se las hemos podido ver en alguna ocasión a las propias Kate Middleton y Meghan Markle. “Me gustaría asignar todas mis joyas a mis hijos, para que sus esposas puedan, a su debido tiempo, tenerlas o utilizarlas. Dejó a su discreción la división exacta de las joyas”, explicó la propia Diana Spencer en su testamento. 

“Ya lo hemos visto en la mano de la propia Kate Middleton, el anillo de compromiso de la princesa de Gales es un anillo valorado en 350.000 euros, que en su día perteneció a Diana. Y es que al igual que otras piezas icónicas que también ha tenido la suerte de lucir en distintos actos oficiales —los pendientes de perlas de los mares del Sur o los de Collingwood así como la tiara 'Lover's knot'— son algunas de las cosas que ahora atesora el joyero de Kate”, explica la periodista Rocío Antón en Semana. Estas joyas ya serán ellas las que decidirán a cuál de sus hijos, y cuándo entregárselas para que continúen el legado de su abuela.