El príncipe Guillermo ha tenido una semana frenética. No hace ni 24 horas estaba en el acto por el 80 aniversario del desembarco de Normandía, donde se reunieron más de 25 jefes del Estado. Además, pese a que se esperaba que el rey Carlos y la reina Camila no acudieran a dicho acto, finalmente sí coincidieron. Fue ahí mismo donde el príncipe de Gales se aventuraba a hablar de nuevo sobre el estado de salud de Kate Mddlleton. Pese a que la princesa de Gales no acudió por razones obvias, lo cierto es que su figura fue la que despertó todo el interés. Guillermo aseguró que se encontraba "mejor", aunque no quiso entrar en más detalles. Hoy, viernes 7 de junio, el heredero al trono inglés tenía que asistir a un nuevo evento. La boda del duque de Westminster y su prometida, Olivia Henson. Un momento de lo más esperado para toda la familia real británica.

Se trata de la gran boda royal de este año, ya que están contadas este 2024. La misa se ha celebrado en la catedral de Chester, para más tarde trasladarse a Eaton Hall, la enorme finca familiar de donde se llevará a cabo el convite. De nuevo, Guillermo ha reaparecido sin Kate Middleton a su lado. Todas las miradas estaban puestas sobre él, especialmente por el gran papel que juega en el enlace. Su actitud, un tanto decaída, no ha pasado desapercibida para nadie. Y es que, a pesar de se trata de un día de celebración, son muchos los frentes que Guillermo tiene abiertos. 

GUILLERMO APARECE EN LA BODA DEL DUQUE DE WESTMINSTER

La relación entre el duque de Westminster, ahijado de Carlos III y uno de los hombres más ricos de Inglaterra, con la Corona británica viene de lejos. De ahí que Guillermo no haya querido faltar a la ocasión. También se esperaba que el monarca inglés acudiese, pero debido a su delicado estado de salud, que aún continúa con su tratamiento contra el cáncer, ha preferido rechazar la invitación. El príncipe de Gales era captado en su llegada a la catedral con un semblante serio y hasta incluso reflexivo, luciendo un elegante esmoquin clásico. El marido de Middleton tiene por delante un importante rol en la boda, ya que es el 'acomodador'. Es decir, él es el encargado de recibir a los 400 invitados de la boda, ayudándoles a encontrar su sitio y también  amenizar el tiempo. 

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Otra de las grandes ausencias ha sido la de los duques de Sussex. A pesar de que Hugh es el padrino de Archie, tanto Harry como Meghan sabían lo que podía suponer su presencia en el enlace. Los duques prefieren no levantar ampollas, y sabían que si hubiesen acudido a la boda, solo habrían avivado más aún la polémica. Recordemos que la relación entre Guillermo y su hermano Harry sigue siendo totalmente nula. Ni siquiera llegaron a acercar posturas cuando el marido de Meghan Markle estuvo en Reino Unido con motivo de un acto por los Juegos Invictus.

El duque de Westminster y Olivia Henson sellan su amor tras tres años de relación

Tras tres años de relación, Hugh y Olivia dan el broche de oro a su historia de amor. Como manda la tradición, el primero en llegar era el duque de Westminster, que lucía en su rostro una gran sonrisa, reflejando así cómo la emoción y la felicidad le había invadido por completo en el día más especial de su vida. 

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Minutos más tarde aparecía la novia acompañada de su padre con su impresionante vestido de Emma Victoria Payne. El traje, de inspiración lencera, tiene tejido satinado, con un escote redondo y hombros voluminosos. Tal y como ha desvelado la firma, los encajes del vestido tienen un guiño muy especial y sentimental para Henson, ya que están inspirados en el velo que llevó su tatarabuela. 

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La vida de Henson está a punto de cambiar tras conseguir el título nobiliario de duquesa de Westminster. Sin embargo, la pareja quiere seguir con su vida tranquila y alejada del foco, pese a ser ahora uno de los matrimonios más influyentes y poderosos de toda Inglaterra. "Hugh es de perfil muy bajo, se toma su papel muy en serio, pero cuando no está trabajando, está relajado", desveló un íntimo amigo de Grosvenor a 'The Times'. Y es que ni siquiera tener un patrimonio de más de 10 millones de euros ha conseguido que el duque de Westminster pierda el rumbo. La mayoría de esta fortuna fue heredada tras la el fallecimiento de su padre, Gerald Grosvenor, en 2016. Hugh también es dueño de casi 1.500 propiedades, que están repartidas entre más de 60 países, entre los que se encuentran España. Tras la celebración de este viernes, mañana tendrá lugar una segunda que será de carácter más privado y con personas más allegadas. El ahora matrimonio se instalará en la mansión de los Grosvenor, en el condado de Cheshire.