“Todo pasa por algo”, sostiene Laura Ponte cuando habla sobre el incidente que casi le cuesta la visión. En 2022, la modelo gallega se perforó la córnea. “De repente vi como un agujero, un lunar. Una mancha negra enorme en el ojo”, contó a en sus redes. Aquello no fue solo un susto, fue un camino tortuoso de significativo crecimiento personal hasta recuperar la visión. Un recorrido, que ella ha hecho con la mejor de las actitudes. 

Y no era la primera vez que padecía de ese ojo. Cuando tenía veinte años y se encontraba en lo más alto de su carrera sobre las pasarelas, la exmujer de Beltrán Gómez Acebo tuvo un herpes que le provocó que su visión se redujera considerablemente y que, además, padeciera fotofobia. Aun así, esto no le impedía hacer su día a día normal, pero cuando sufrió la perforación en la córnea se dio cuenta de que, quizás, debía de tomarse todo con más calma. 

"Me miraba el espejo y decía qué bien me queda mi ojo blanco"

“Me hicieron una operación larga, taparon el ojo como pudieron y estuve con una especie de ojo moco”, asegura. Laura Ponte se considera como una vara de bambú, flexible, pero firme; capaz de mirar de frente a todos los problemas de la vida y sacarles el lado positivo. Cuando su ojo se volvió grisáceo, ella reconoce que se veía “guapísima”. “Me miraba y decía, oye qué bien me queda el azul o el blanco, me da como luz. No sé, me veía especial”. 

Trató de asumirlo con la mejor de las actitudes, pero no fue algo fácil. Necesitó un trasplante de córnea y tras ello decidió que había llegado el momento de bajar el ritmo. Tocaba no excederse en su rutina y ceñirse al reposo y a la tranquilidad.

No es ninguna broma no ver de un ojo, pero bueno, dentro de lo que cabe... hay cosas mucho peores, de verdad. Y lo único que tengo que hacer es llevar una vida muy tranquila, que me viene muy bien”, contó a El Español en 2022, donde habló sobre el tema, después de que la noticia saltara a los medios y muchos se preocuparan por su estado de salud. 

La nueva vida de Laura Ponte

Tal y como indicó la maniquí, debía someterse a revisiones periódicas en el hospital de La Paz donde fue intervenida. “Estoy llena de gotas, con una pastilla… esto es así”, dijo resignada pero cargada de positivismo. Además, si el agobio la visitaba, ella, socarrona, lo apartaba de un manotazo al grito de “no pasa nada, aún me queda el otro”. 

Muchas personas, al verse con un ojo blanco provocado por las heridas, desarrollarían un gran complejo, pero ella no. Laura Ponte se veía única y especial con su ojo “cyborg”, como lo llamaban sus dos hijos, quienes, por supuesto, fueron apoyos fundamentales a la hora de recuperarse. “Desde el minuto uno me enamoré de mi ojo cuando se me quedó blanco. No me hubiera importado quedarme así. La cabeza es muy poderosa y te lleva por el sitio amable. Tampoco era algo de lo que dependiera mi vida, no era el corazón", relativizaba en alguna entrevista. 

laura ponte
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Desde hace años, Laura Ponte vive la moda desde otro lado. Ya no es la que se pone frente a las cámaras, aunque, cuando lo hace, su magnetismo sigue intacto. Ahora es la persona que diseña las piezas, la que piensa los patrones y los estilismos. La gallega vive volcada en su marca especializada en novias e invitadas especiales, que desean alejarse de convencionalismos en su gran día. 

Es madre de dos hijos, Luis y Laura

En casa, vive arropada por sus dos hijos, fruto de su unión con Beltrán Gómez Acebo, del que se separó en 2011. Luis y Laura, que ya son mayores de edad, adoran a su progenitora, quien siempre tiene palabras de aliento para ellos. Dada la discreción que siempre ha impregnado a esta familia, apenas se sabe nada de estos jóvenes. 

Laura Gómez Acebo Ponte cumplió 18 años en el verano de 2024 y, lejos de hacer una puesta de largo, tan habitual entre las jovencitas de su clase social, ella optó por invertir este salto al mundo adulto haciendo otra cosa mucho más estimulante: un viaje de mochilera por toda Europa. Junto a su  grupo de amistades, la nieta menor de la infanta Pilar viajó de Interrail conociendo diferentes ciudades y pueblos de la geografía centroeuropea. Se desconce qué va a estudiar, pero, en 2020, en una entrevista a Vanity Fair, su progenitora aseguró que a Laura le gustaba mucho el mundo deportivo y que podía encaminar sus pasos a ser profesora de tenis.

Por su parte, Luis se ofrecía en una web de clases particulares para ofrecer apoyo en las asignaturas de matemáticas, física, historia o filosofía.