Cómo dejar de ser celoso: 5 estrategias de psicóloga para gestionar esta emoción que "no es ni buena ni mala"

¿Quién no ha sentido celos en algún momento de su vida? Todos (incluida yo) hemos llevado esta emoción dentro en alguna ocasión, y el que diga que no, seguramente esté mintiendo. Cuántas veces he escuchado la frase de "No, si yo no soy celoso/a...", que es totalmente lícita; nadie nace siendo o no celoso, pero sí es algo que puede aparecer en cualquier momento, sin previo aviso y sin posibilidad de elegirlo.

Pero, ¿dónde se sitúa el verdadero origen de los celos? Y lo importante, ¿cómo puedes aprender a regular este sentimiento tan humano? Pues con ciertas estrategias prácticas para gestionarlo de manera saludable. No se trata de negar tus emociones, sino de entenderlas y redirigirlas para fortalecer tu relación en lugar de debilitarla. Y es que, dejar de ser celoso no solo es posible, sino esencial para tu bienestar y el de quienes te rodean o te acompañan a lo largo de tu vida.

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Tengo celos, ¿es malo?

Los celos son una emoción, tan válida como la alegría o la tristeza, y como toda emoción no es ni buena ni mala, tú no eliges sentirla. Surge en respuesta a una amenaza percibida a tu relación o a tu posición dentro de esa relación, pero si no la alimentas, como el resto de emociones, desaparece al poco tiempo.

Aparecen de forma natural y espontánea, no hay nada de malo en sentirlos de vez en cuando, pero no es algo que puedas controlar directamente. Sin embargo, sí tienes el control sobre cómo respondes a esa emoción, desagradable e incómoda, y cómo influye en tus acciones y comportamientos.

No obstante, la predisposición a experimentar celos puede variar de una persona a otra, dependiendo de factores como nuestras historias de vida, nuestras relaciones anteriores, nuestra personalidad y nuestras creencias sobre el amor y las relaciones. Sin embargo, es importante recordar que los celos no son una etiqueta que nos defina como personas, sino una emoción que podemos gestionar y superar.

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Quiero dejar de sentir celos, ¿cómo lo hago?

Cuando te encuentras atrapado o atrapada en la telaraña de los celos, es crucial reconocer la emoción en su núcleo, observarla con curiosidad y sin juicio, y ponerle fin. ¿Cómo? Poniendo en práctica las siguientes estrategias. 

Una vez los identifiques, no los alimentes

No intentes bloquear los celos, sino dejarlos ir sin alimentarla. Identifica la emoción que estás sintiendo, pregúntate por qué, descubre dónde se aloja ese torbellino emocional en tu cuerpo, y trata de relajarlo.

Es importante no alimentarlos con conductas destructivas como miradas matadoras, gestos de desaprobación o comentarios negativos. Estos comportamientos solo sirven para reforzar los celos y hacer más probable que vuelvan a aparecer en un futuro.

Escribe sobre ellos

Un paso valiente hacia la liberación de los celos es darles voz, plasmarlos sobre ellos en un papel o la pantalla para poder expresarlos sin censura. Escribir sobre lo que sientes y por qué, te permite desenredar los hilos de la emoción y encontrar claridad mental. Después de vomitar tus emociones, practica alguna actividad que te distraiga para volver con una perspectiva renovada; y al día siguiente, si es necesario, retoma ese escrito y revisa si sigues sintiendo lo mismo para comunicárselo a tu pareja.

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Establece límites

Establecer límites honestos y transparentes con tu pareja es otro paso crucial en el camino hacia la emancipación de los celos. A veces los celos surgen porque hay malentendidos sobre lo que para cada uno constituye un comportamiento respetuoso. Aclarar estos límites os ayudará a despejar esta confusión y a que no surjan desencuentros que generen desconfianza.

¿Hay desconfianza?

¿Qué sucede si los celos actúan como un espejo, reflejando no solo tus inseguridades, sino también grietas ocultas en la estructura misma de nuestra relación? Analiza si existe desconfianza tras esos celos. A veces, surgen como una señal de alarma de que algo no va bien en la relación. Quizá sientes que tu pareja no te dedica tiempo o atención, no se preocupa por ti, está distante... y en lugar de enfocarte en eso y tratar de trabajarlo, te sumerges en la duda: "¿Será que hay otra persona?" o en la creencia de que sí, "hay otra persona y me está siendo infiel". Orienta el foco al verdadero origen de tu malestar y comunícalo.

Comunícate de forma asertiva

La comunicación asertiva es una herramienta fundamental en este viaje hacia la liberación de los celos. Busca el momento adecuado, no cuando estés a punto de estallar, para dialogar con tu pareja sobre lo que te preocupa. Pero hazlo sin acusaciones ni reproches, sino desde la genuina curiosidad hacia su respuesta o reflexión.

Y si mis celos no desaparecen, ¿qué puedo hacer?

Si a pesar de haber implementado estas estrategias, sigues sintiendo celos y esto interfiere en tu vida, no tengas miedo o vergüenza de buscar ayuda de un profesional de la psicología y acudir a terapia.

Un terapeuta puede ayudarte a identificar los pensamientos y creencias que están alimentando tus celos y proporcionarte herramientas y estrategias más específicas para superar esta dificultad.

Sí, estamos de acuerdo en que los celos son una emoción compleja y desagradable, pero puedes gestionarlos de manera saludable si reconoces su naturaleza y te enfocas en cómo respondes a esa emoción, en lugar de intentar controlarla directamente. 

Aunque pueden ser una prueba de fuego en tu relación, también pueden ser una oportunidad para tu crecimiento personal y la transformación hacia un amor más pleno y auténtico.