25 trucos que quitan el estrés muy rápido

El mindfulness, o atención plena, te calma al hacer que tu mente no se disperse y se centre en el aquí y el ahora. Prácticalo en el desayuno y combatirás el estrés desde primera hora de la mañana: prepárate tu café con leche y tostadas o bol de avena o lo que suelas desayunar... y olvídate del móvil, la tele o la radio. Solo observa, huele, mastica y saborea cada bocado.

El abrazo no es solo una muestra de cariño, también puede ser una medicina natural para combatir el estrés. Al tener este gesto con alguien, tu cuerpo aumentará la producción de dopamina, oxitocina y serotonina, unas sustancias íntimamente relacionadas con la sensación de bienestar y capaces de reducir tus niveles de estrés.

Un abrazo materno puede ayudarte mucho en caso de máximo agobio, pero si no puedes escaparte a ver a tu madre, llámala. Según una investigación estadounidense, la voz de la madre tiene los mismos efectos positivos sobre tu cuerpo que el contacto físico y ayuda a bajar el nivel de cortisol, la “hormona del estrés”.

Aunque no te salga en ese momento de nervios, intenta dibujar una sonrisa en tu rostro. Con ella conseguirás reducir la respuesta de tu cuerpo ante esa situación agobiante en la que estás metida. Diferentes estudios médicos apuntan que, cada vez que sonríes, tu cerebro segrega betaendorfinas y reduce los niveles de cortisol hasta un 39%, y de adrenalina, en un 70%.

Si te repites constantemente que estás desbordada, esa sensación aumentará. “El vocabulario hace que focalicemos la atención en las señales que pueden indicar estrés.”, explica el psicólogo Bertrand Regader. Aunque tampoco lo conviertas en un tabú o quieras ignorarlo, porque acabarás por provocarte más estrés.

La incertidumbre es muy estresante ya que dificulta el tomar decisiones claras y priorizar aquello que es realmente importante para ti. Gemma Figueras, psicóloga clínica y sexóloga del Institut Barcelona de Psicología, afirma que “los objetivos te ayudan a marcarte un rumbo y a sentirte dueño de tu propia vida”. Pero no se puede tener todo bajo control siempre, así que debes aceptar cierta dosis de incerteza.

El deporte es una de las mejores armas contra el estrés que existen. Ayuda a tu cuerpo y a tu mente a liberar las tensiones acumuladas. Y parece que es incluso más efectivo si es a golpe de silbato. Por eso te puede venir bien el boot camp o entreno militar. Los especialistas recomiendan combinarlo con yoga o pilates.

Los pies, igual que las manos o la lengua, tienen una gran cantidad de terminaciones nerviosas. De ahí que comprimirlos en unos zapatos acumule tensiones. Quítatelos al llegar a casa y cámbialos por calcetines antideslizantes. En cuanto puedas anda descalza por la playa o el césped.

Según un estudio publicado en International Journal of Pychophysiology, formar parte de actividades solidarias o de ONG ayuda a mejorar la autoestima y a reducir la tensión arterial, los niveles de estrés o el riesgo de depresión. Ayudar hace que el cuerpo segregue hormona del bienestar.

Las fragancias de mango, cítricos, lavanda o canela son capaces de modificar la composición de tu sangre y reducir tu sensación de agobio. La clave está en el linalool, una sustancia que puedes encontrar en más de 200 plantas, según un estudio publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry.

Siéntate en una silla, de modo que tu cuerpo y tus piernas formen un ángulo recto. En esta postura, intenta inspirar profundamente por la nariz y mantén el aire en tu barriga durante unos segundos. A continuación, espira largamente, vaciando la angustia junto con el aire.

Por ocupada que estés, busca un hueco para quedar con tus amigas, al menos una vez a la semana. Aprovecha el encuentro para contarles todo aquello que te angustia. Pero no se trata solo de hablar, hacer cosas juntas también genera bienestar y ayuda a alejar el estrés.

Masticar es una buena manera de liberarse y eliminar el estrés. Puedes optar por un chicle, pero sin duda lo más eficaz es que lo hagas con apio. Es bajo en calorías y además contiene apigenina, una sustancia con efecto relajante. También puedes optar por hervirlo en un caldo o incorporarlo a tu ensalada.

Si vas corta de sueño, hacer la siesta te puede ayudar a calmar tus nervios. Un estudio publicado en la revista International Journal of Behavioral Medicine recomienda echar una cabezadita después de comer de 45 minutos. Aseguran que con ella disminuirás la tensión arterial.

En situaciones de nervios, es frecuente recurrir al tabaco para tranquilizarse. Sin embargo, genera el efecto contrario sobre tu cuerpo. Según un estudio del University College London, los cigarrillos incrementan hasta un 70% las posibilidades de sufrir ansiedad y depresión.

Sacúdete el cansancio y da rienda suelta a la pasión. Según un estudio de la Universidad de Princeton (EE. UU.), la práctica frecuente de sexo ayuda a reducir los niveles de cortisol, la “hormona del estrés”.

Te ayudará a bajar de revoluciones. Según un estudio publicado en la revista Journal of Cybertherapy and Rehabilitation, esta actividad mejora el estado de ánimo, favorece la relajación mental y reduce las pulsaciones. No te cortes y dale al Candy Crush.

Puede ser muy beneficioso para tu salud. Con el llanto liberas sustancias con efecto analgésico que disminuyen el dolor tanto físico como psíquico. De ahí que cuando acabas de llorar tengas esa sensación de bienestar y relajación. Es un calmante natural que te ayuda a eliminar las tensiones acumuladas. Ese momento de paz "post-lloro" te puede ayudar a tomar decisiones desde tu parte más racional.

“La escritura te ayudará a desahogarte y a vaciar la mente de preocupaciones. Eso ya es terapéutico en sí”, explica la psicóloga Gemma Figueras. Y plasmar tus sentimientos sobre papel puede hacer que los veas desde otra perspectiva.

Hay un punto en el tercio superior de la oreja, conocido en la medicina china como Puerta del Cielo, que al presionarlo y masajearlo con los dedos o con un bastoncillo de algodón, ayuda a relajar la mente rápido y aliviar el dolor de cabeza que puede acompañar al estrés.

Pintar mandalas no solo exige una gran concentración que te ayudará a desconectar de lo que te agobia, sino que también puede servirte para expresar cómo te sientes a través de las variedades cromáticas que vayas eligiendo. Si prefieres dibujar, también es una excelente actividad antiestrés. Con solo 45 minutos puedes reducir notablemente tus niveles de cortisol.

Pon tu canción favorita en Spotify y saca a la cantante que llevas dentro. Cantar a pleno pulmón y entregarte a la emoción de la música te ayudará a soltar las emociones negativas que acumulas.

Otra buena manera de sacar los nervios de dentro. Y no hace falta ir a una discoteca o a clases. Puedes bailar como una posesa en el salón de tu casa y quedarte relajadísima después de unos buenos meneos.

Si los nervios te impiden conciliar el sueño, exponte a una luz azul. Según un estudio americano, este pequeño gesto te ayudará a descansar y a afrontar mejor el estrés, rendir más, a deprimirte menos y a reducir los accidentes de tráfico. Vale la pena probarlo, ¿no te parece?

Reserva momentos en tu agenda solo para ti. Y no se trata de las visitas al médico o a la peluquería, sino de ratos libres para hacer lo que te apetezca sin rendir cuentas a nadie, como si lo único que quieres es estar un rato en Babia.