17 de enero de 2024. La fecha que más alarmó a los súbditos de la Corona británica, y solo fue el principio. Poco más de dos semanas habían pasado desde el Año Nuevo y el Palacio de Kensington impactaba con el comunicado más preocupante sobre Kate Middleton. Un mensaje escueto en el que la institución se limitaba a informar del ingreso de la princesa de Gales en The London Clinic para someterse a una cirugía abdominal planificada. El motivo, un misterio. Tan solo que no se trataba de un cáncer. Al menos, eso se dictó en primera instancia. 

Casi dos meses después, la incertidumbre seguía cerniéndose sobre los súbditos de la Casa Real. Cada vez más, porque el hermetismo era absoluto sobre el estado de la duquesa de Cambridge, a quien nadie había visto en público desde el último día de Navidad. El escenario propicio para que los tabloides y los internautas diesen cabida a todo tipo de teorías de la conspiración. No quedó otra opción que hacer un ejercicio de honestidad y contar qué estaba pasando. Así, el 22 de marzo, la BBC emitía un vídeo de la Princesa anunciando que sí que padecía un cáncer. El inicio de un retiro, ahora justificado, para someterse al tratamiento pertinente.

La reveladora actitud de Guillermo que apunta a la mejora de kate

"Mi equipo médico me recomendó que debería someterme a un tratamiento de quimioterapia preventiva y ahora estoy en las primeras etapas", contaba. Desde entonces, la forma de proceder de los medios de comunicación y el entorno de los príncipes con el asunto ha cambiado completamente. Era esa la petición expresa de Kate, en el vídeo-mensaje que lo cambió todo. Necesitaba reposo y descanso tanto como hacer que los rumores cesasen. La tranquilidad del hogar y mantenerse al lado de los suyos para poder lidiar con un trance como este. Es por eso que Guillermo no se ha separado de ella en prácticamente ningún momento.

Cabe destacar que las circunstancias no acompañan en demasía. No solo es la esposa del heredero la que padece esta enfermedad, sino que también su padre. Durante semanas, el príncipe tuvo que ponerse al frente de actos oficiales junto a Camila para suplir a Carlos III, también inmerso en su propio tratamiento. No obstante, desde que se hiciese público el estado de su mujer, se había apartado temporalmente del foco mediático. Es por eso que su reaparición en escena ha sido tan significativa y se ha servido como el indicador perfecto para descubrir si la princesa está mejorando

Guillermo
GTRES

Y es que sí: Guillermo ya ha retomado su agenda. Un movimiento que no ha caído en saco roto, pues todo avance de su actividad institucional pareciera leerse como que el tratamiento de Kate progresa adecuadamente y él puede volver a ser un 'working royal' al uso. Es quizás su inminente visita a Cornualles, este 9 de mayo, el gesto más representativo, porque el primero en la línea de sucesión al trono pasará una noche fuera de Adelaide Cottage. La primera vez que toma la decisión de hacerlo desde que comenzaron los achaques de salud en su núcleo familiar. Sin duda, algo impensable si la princesa no progresase adecuadamente. La mejor de las noticias.

¿El contexto ideal para reencontrarse con el príncipe Harry?

Aunque de todo lo anterior se pueda extraer que las cosas van por el buen camino, ni siquiera un pretexto como este parece ser suficiente para acallar las rencillas familiares. Al menos no en lo que atañe al príncipe Harry, ya que el cuñado de Kate se resiste a recuperar su relación con el resto de los Windsor. Prueba de ello queda en lo que ha sucedido durante el regreso del duque de Sussex al Reino Unido.

Una 'vuelta a casa' justificada por el acto de conmemoración del décimo aniversario de los Invictus Games, en la catedral de San Pablo. También el paradigma ideal para reencontrarse con su padre enfermo, o con su cuñada. Pero ni la una, ni la otra. Mientras que la oficina de prensa del hijo menor de Carlos III desestimó la posibilidad de una segunda reunión padre-hijo, el supuesto de verse con la princesa de Gales ni se ha mencionado. Por todos es conocida la 'mala sintonía' de Guillermo con su hermano y sería cuando menos extraño. "Si el Rey se lo pide, ella lo hará", declaró al cronista Ingrid Seward. Y no habría habido petición.