Del matrimonio entre Juan Carlos I y doña Sofía nacieron tres hijos de título real e importancia nacional. Sin embargo, y pese a la sombra de la rumorología sin contrastes, el rey Felipe es el único al que las cosas no se le han truncado en el amor. Tan enamorado de Letizia como el primer día, la periodista del 'Telediario' que desde el 2014 ejerce como Reina de España, e iluminado por la sonrisa de Leonor y Sofía. Sus dos hijas, sus dos grandes alegrías. Por contra, sus hermanas mayores no han corrido la misma suerte en lo romántico.

La infanta Elena, la mayor, se casó con Jaime de Marichalar y tuvo dos hijos bien conocidos por cualquier adepto a la crónica rosa: Froilán y Victoria Federica. La otra cara de la moneda es probablemente la más discreta, aunque la narrativa tampoco es de enjundia mínima. La infanta Cristina, la mediana, tampoco tuvo un éxito mayor en su matrimonio con Iñaki Urdangarin. Sí tuvo, en cambio, el mayor número de hijos de entre todos sus hermanos. Cuatro, para ser precisos. Juan, Miguel, Pablo e Irene. Mucho más discretos en lo que a la exposición pública respecta en comparación a sus primos, aunque cada vez más reseñables e interesantes para el resto del mundo. El perenne interés por lo enigmático, en realidad. Es por eso que desde que todos cumplieran la mayoría de edad, el foco mediático se ha acentuado todavía más. Un peso de las ganas de saber que a menudo recae sobre la más pequeña de todos.

Pablo e Irene Urdangarin
GTRES
Kate Middleton

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Adrián Monterrubio

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Irene Urdangarin, que poco a poco esclarece su camino como mujer adulta incipiente. Dueña de sus decisiones, gusten más o menos dentro de la institución y su círculo familiar. De su particular autonomía hizo gala al optar, mientras decide a qué quiere dedicarse en el futuro, por tomarse un año sabático. Fuera de lo establecido y los ritmos habituales de la vida académica en el territorio español, pero un método muy socorrido para aclarar ideas en tierras anglosajonas. Y en ese ejercicio del autoconocimiento, cabe destacar que la más pequeña de los primos 'royal' no se ha quedado de brazos cruzados en el sofá de su casa. Acompañada por monseñor Enrique Figaredo, un jesuita asturiano —conocido como 'el obispo de las sillas de ruedas— dedicado desde hace muchos años a la ayuda humanitaria, ha viajado hasta Camboya para hacer un voluntariado. Una nueva etapa que ya ha comenzado y que suscita muchas dudas acerca de su día a día actual. ¿A qué se dedica realmente Irene Urdangarin en el continente asiático?

El porqué del voluntariado de Irene Urdangarin en Camboya

La tarea de la más pequeña de los Borbones al otro lado del mundo no es poca cosa. Se trata de una iniciativa en la que, en el pasado, participaron figuras tan reconocidas como la desaparecida Lady Di. Imborrables —y muy importantes en la tarea de visibilizar — fueron las imágenes de la princesa de Gales atravesando terrenos de la zona en los que podía haber minas antipersona. Ahora, la nieta del emérito toma su relevo en ayudar a las personas afectas por estos artefactos. Significativas, también, las instantáneas que publica '¡Hola!', en las que se la ve dando un paseo en bicicleta para en su nuevo rol de voluntaria para la ONG española Sauce. Una organización sin ánimo de lucro que invita a la reflexión y la preocupación directa por aquellos que sufren, que busca construir un mundo mejor desde la reconstrucción del pueblo camboyano, y a la que la sobrina de Felipe VI ya ha comenzado a aportar su granito de arena.

¿Cómo es el día a día de Irene urdangarin en Camboya?

De acuerdo con la información que también publica la citada revista, fue en la segunda quincena del mes de enero cuando Irene llegó al país que será su nuevo hogar durante los próximos, al menos, seis meses. Un trayecto en avión que ella misma, en el inicio de una vida austera en una casa compartida con otra joven en el Centro Arrupe, en el barrio católico del recinto de la Prefectura. Su nueva rutina comienza temprano, con tareas desde por la mañana, después de que ella y el resto de voluntarios sean trasladados hasta los colegios o parajes donde prestarán ayuda ese día dentro de unas camionetas. Una forma de proceder muy distinta a la que estaba acostumbrada en España, pero que no surge de la nada. La menor de los Urdangarin cuenta con la referencia de su madre, también implicada en acciones humanitarias en el pasado, así como de su hermano Juan, que emprendió el mismo viaje que ella cuando cumplió los 18. Ahora es ella quien sigue sus pasos, con el propósito de tomar conciencia sobre lo que sucede cuando las circunstancias son otras. Ahora ella apuesta por ayudar en una experiencia que seguro cambiará por siempre su perspectiva.