La formación militar es una de las más duras. Es muy exigente, tanto mental como físicamente, con algunas partes prácticas agotadoras. Si no, que se lo digan a la Princesa Leonor, la heredera al trono, a la que hemos podido seguir la pista durante su carrera militar en la Academia General de Zaragoza desde hace meses.

La futura reina está implicadísima en su formación. Ya hemos podido ver a Leonor jurando bandera, realizando prácticas en el terreno e incluso atendiendo a compromisos militares, pero justo esta semana puede que sea las más dura a las que se tendrá que enfrentar en toda la vida. 

Duras prácticas y ejercicios sobre el terreno 

Se trata de una nueva fase en su instrucción, que se llevará a cabo hasta el próximo día 22 de marzo, mediante la cual los esfuerzos de los alumnos se van poco a poco intensificando. Ella y sus compañeros y compañeras están el denominado “Campo de San Gregorio”, que se trata de un centro del Ejército de Tierra en el Acuartelamiento General Quintana. Allí volverá a realizar prácticas, simulacros y formaciones sobre el terreno. 

No es la primera vez que se enfrenta a algo así, ya que hace unas más de un mes, concretamente a principios de febrero, ya realizó algunas clases y maniobras fuera de los muros de la Academia. Pero en esta ocasión, según el planning de estudios del centro, será de una forma aún más dura que en pasados ciclos formativos.

Leonor durante su formación militar
Gtres

Denominadas como “actividades físicas de alto nivel”, los retos que enfrentará Leonor la llevarán al extremo de sus fuerzas, con pruebas que valorarán su resistencia y cansancio en situaciones adversas y complicadas. Deberán realizar prácticas de manejo de armas, entrenamientos físicos especiales, ejercicios de orientación y táctica, primeros auxilios, trabajo en equipo, e incluso simulacros de combates.

Racionamiento de comida y prohibiciones especiales.

Durante estos días “especiales” de su formación militar, los alumnos y la propia Princesa de Asturias deben someterse a normas especiales y aún más estrictas que en la propia academia. Quizá la más llamativa es que no vuelven a la academia a dormir, sino que deberán hacerlo en tiendas de campaña en el campamento María Cristina.

A eso se suma también un cambio sustancial en la dieta, ya que se alimentarán durante esta semana de las llamadas “raciones de combate”: una serie de bolsas individuales con alimentos muy limitados pensados para simular lo que comerían de verdad en un momento de actuación real. En ella se pueden encontrar alimentos por un peso de 700 gramos que incluyen cosas como carne, galletas, productos enlatadas, barritas energéticas o bebidas isotónicas. Todo con largo periodo de caducidad y fácil preparación, tal y como sería necesario en “la vida real”.

Leonor

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Otra cambio que también trastoca el día a día de los jóvenes, sobre todo seguramente a nivel anímico, es la prohibición total del teléfono móvil durante todo el periodo (en la Academia pueden utilizarlo por las noches) 

Compromiso con la formación

Para Leonor, que se encuentra en su segundo año de formación, esta etapa se presenta como uno de los momentos más exigentes, pero también más apasionante, de su formación. Dentro del plan de estudios y maniobras, Leonor tendrá que enfrentar otra nueva semana de pruebas extremas, que se llevará a cabo del 27 de mayo al 7 de junio en el mismo campo de entrenamiento. 

La Princesa Leonor está afrontando la formación militar con responsabilidad, esfuerzo y entusiasmo. Se ha integrado perfectamente en su curso y ha demostrado ser una alumna aplicada y comprometida, que no intenta aprovechar su posición para librarse de las etapas más duras de la misma.