Más allá del periodismo, lo cierto es que Sara Carbonero ya hace mucho tiempo que también se convirtió en toda una 'influencer'. Más de 3 millones y medio de seguidores en su perfil de Instagram avalan su notoriedad en la red, donde comparte contenidos tan diversos como cargados de sentido. Desde fotografías promocionales de Slowlove, la marca que hace algún tiempo fundó junto a Isabel Jiménez, a instantáneas junto a sus hijos. Lo anterior pasando por libros, reflexiones e incluso obras de arte que conmueven a la comunicadora en su día a día.

Precisamente, ha sido uno de sus últimos movimientos en la red lo que ha terminado teniendo un efecto contradictorio entre su legión de adeptos. Después de unos días en los que, además de sus últimos 'looks' se había limitado a difundir frases para inspirarse y un contundente vídeo sobre la infancia contemporánea, la ex de Iker Casillas ha sorprendido con un texto realmente introspectivo. Una mirada desde el interior hacia el exterior que ha impactado todavía más atendiendo al lugar en el que se encuentra cuando graba el vídeo que acompaña las palabras. Sara está en el hospital.

El mensaje de Sara carbonero, cargado de incógnitas

Con música de Joseph Haydn de fondo y mostrando un reproductor de música y algún que otro disco, Sara comienza su particular cavilación acerca de ese espacio tan particular: "Me produce una extraña alegría que en la habitación 678, justo en este momento, alguien lee exactamente el mismo libro que yo, probablemente en el mismo sofá de polipiel, con la misma incertidumbre".

Un texto contundente en el que ahonda todavía más en la curiosa forma de hacer vida dentro de un centro de salud, apuntando como "en los pasillos y en la cafetería me cruzo con muchísimas personas que siempre dejan paso en el ascensor y saludan sonrientes". Cuestión de "códigos", que ella misma señala, sentenciando que "entre estas paredes se valora mucho más cualquier gesto, cualquier detalle, cualquier soplo de aire fresco. "Cualquier buena noticia", al fin y al cabo.

En este peculiar viaje por las estancias, entre las líneas de la informadora, no se esconde el hecho de que ella está quedándose allí durante unos días. Así lo demuestra la anécdota que remite a "la sala de al lado", donde "han puesto "unos juegos y unos libros para que la gente pueda matar el tiempo ahí". Elementos para distraerse y desconectar de las desgracias que se puedan asociar al espacio. "Ayer por la tarde me acerqué un rato y vi a un señor que no podía caminar, ni hablar, jugando al dominó con su nieto. Creo que este último se dejó ganar porque bromeaban sobre el asunto. También un aparato de música que funciona con CD. Todos son de música clásica, elijo uno de Haydn porque me recuerda a los viajes en coche de pequeña. Y acabo pinchando para toda la planta", cuenta.

Los seguidores de Sara Carbonero muestran su preocupación al verla en el hospital

Dejando de lado el talento de Sara para hacer un análisis tan cauteloso como tierno sobre un entorno aséptico cargado de emociones, este misterioso post ha terminado alarmando a muchos de sus fans. Son oraciones como que "yo duermo con dos mantas" o "de madrugada voy a la máquina dispensadora caminando descalza por el suelo de granito y encuentro las galletas que me gustan" las que demuestran que está pernoctando allí. ¿Le ha sucedido algo y por eso está allí, o está visitando a un hospital? La respuesta no está del todo clara, aunque la preocupación de los internautas no es injustificada, pues tan solo hace poco más de un año que tuvo que ser intervenida de urgencia tras una revisión rutinaria de su cáncer de ovario.

Un bache de salud que hace algún tiempo superó, pero que difícilmente olvidarán ella y su entorno. Sea cual sea el motivo que la ha llevado hasta el centro, ha sido uno de sus seguidores el que ha ayudado a ubicarla en un espacio concreto. "Me ilusiona y emociona que sea una iniciativa de mi hija Elena, enfermera de oncología en la CUN, y que los libros y la música de mi madre hagan mejor las vidas de los demás", le comenta un usuario. Así pues, atendiendo a esta respuesta, no habría duda de que se trata de la Clínica Universitaria de Navarra.