Definitivamente, las imágenes de una Leonor convertida en la ‘princesa de la noche’ no han gustado en Zarzuela. Antes de sus vacaciones de Semana Santa, se viralizaron unas imágenes de la heredera a la Corona de fiesta en Zaragoza. La hija de Felipe VI y Letizia disfrutaba de una noche fuera de la Academia Militar, como cualquier otra joven de su edad, pero el vídeo de ella bailando, gafas de sol incluidas, no ha gustado a sus progenitores. Y ya trabajan para ponerle remedio. 

La conversación de Felipe VI con Leonor

Esto no se puede repetir. Felipe VI quiere que la imagen de la heredera al trono sea inmaculada, de ahí que desee extremar las precauciones para que vídeos como el de hace unos días no vuelvan a repetirse. 

Felipe no desea que su hija se quede en la academia mientras el resto de sus compañeros salen de fiesta, no, lo único que le pide, tal y como desvela Monarquía Digital, es que esta sea “más cautelosa” en sus salidas nocturnas.

Leonor en Mallorca
GTRES

Esto también es crecer y afrontar con madurez su nueva vida. Antes, cuando era menor de edad y vivía en Zarzuela, sus padres se ocupaban de que su hija mayor estuviera completamente blindada. De hecho, respetar al máximo su privacidad y que casi no conozcamos nada de su lado menos público, era prioritario para Letizia, que siempre se ha tomado muy en serio lo de poner límites a su trabajo de cara al público y su versión más familiar.

Ahora le tocará a Leonor enfrentarse a esta tarea en solitario, de ahí que su padre lo primero que ha hecho haya sido advertirle. Debe tener cuidado con qué hace y con quién sale. Debe estar alerta en todo momento y entender que cualquier ‘extra’ puede señalarla y convertirla en el objetivo de los paparazzis amateur. 

Leonor

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La gran diferencia entre Felipe VI y Leonor

Felipe entiende demasiado bien a su hija mayor. Él ha estado ahí. Ha sabido lo que es ser el heredero y, a la vez, un adolescente que solo desea pasarlo bien como el resto de sus amigos. Pero lo que el monarca no puede alcanzar a comprender es la diferencia de circunstancias que le rodean tanto a uno como a otra. 

En los años 80, cuando Felipe tenía la edad de Leonor, no existían las redes sociales. Si salía de fiesta, era raro que alguien le pudiera sacar una foto a traición o de manera disimulada. Si ocurría, estas instantáneas eran realizadas por fotógrafos expertos de la profesión, pero ahora las normas han cambiado por completo. En 2024 todos somos paparazzis en potencia. Todos tenemos en nuestro bolsillo una potentísima cámara que nos permite realizar la codiciada foto o vídeo. Y, además, compartirla de manera instantánea en redes sociales y que esta se vitalice en cuestión de minutos. Felipe estaba mucho más protegido y amparado en este aspecto.

Para que se publicasen unas fotografías de este tipo de Felipe, una revista debía dar el visto bueno; por lo que había un enorme control sobre la información que se daba sobre la Casa Real. Además, casi existía una 'ley del silencio', que callaba muchos detalles de la intimidad de los miembros de la Corona. 

Ahora no existe nada de esto. Se aboga por la transparencia y también se reclama naturalidad por parte de sus miembros. De ahí que Felipe haya tenido que ‘leerle la cartilla’ a la Princesa, que es joven y está aprendiendo a desenvolverse en estas lindes. 

Lo primero que debe suceder es que Leonor se conciencie de que no es una cadete más. No podrá tener el comportamiento de muchas de sus amigas, igual que, el día de mañana, no tendrá las mismas responsabilidades que ellas. Así que debe ir preparándose. Cuidar de su imagen también forma parte de ir asumiendo su lugar dentro de la institución. Y ahora ella es responsable primera de esto. 

Que la imagen de la Princesa de Asturias siga siendo intachable y se aleje de una posible representación negativa será un trabajo que reposará, principalmente, sobre sus hombros. Pero, además, también contará con una ayuda extra…

Felipe VI orquesta un plan para blindar a Leonor

“Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos; pues los reyes también”, desliza una fuente al medio citado. De ahí que, con esta preocupación en mente, desde Zarzuela se esté “estudiando un plan de seguridad más estricto, con el fin de proteger la intimidad de Leonor todo lo que se pueda”. 

¿Significa esto que Leonor verá aumentado el número de escoltas que velan por ella? Parece que ser que, de momento, esto queda descartado. La Princesa de Asturias seguirá con los cuatro guardaespaldas que garantizan su bienestar físico (y también a nivel de imagen), aunque estos deberán extremar la vigilancia. Un trabajo extenuante, puesto que, además de velar por ella, deben estar ojo avizor para que nadie de los cientos de personas que la pueden llegar a rodear en una salida como esta, capte una mala imagen de ella. Su seguridad se encarga de que no la graben en lugares privados, pero, hay ocasiones, como fue el caso, que se convierte en misión imposible, puesto que no pueden revisar los móviles de todos los jóvenes que están de fiesta. 

Será, por tanto, un trabajo de equipo. De nada sirve tener el mejor dispositivo de seguridad si la joven no tiene cuidado; y viceversa. De ahí que Felipe VI haya tenido una seria conversación con su hija y con sus guardaespaldas para aclarar cómo serán las cosas a partir de ahora.

Leonor está "concienciada con su deber de cara al futuro", deslizan al medio digital, pero, además, es solo una chica de 18 años "con derecho a divertirse". ¿Sabrá Zarzuela encontrar el equilibro entre ambas facetas?