Lo prometido es deuda y Felipe y Letizia han cumplido con su palabra. Desde que el pasado 3 de noviembre tuviese lugar su accidentada visita a Paiporta, todas las miradas han estado puestas en si los Reyes volvería a desplazarse a la Comunidad Valenciana. Más todavía teniendo en consideración cuan tenso fue su paso por la localidad antes mencionada, una de las más afectadas por la DANA que hace cosa de unas semanas azotó al Levante y otras regiones de la península.
Seis días después del temporal, los locales de la zona estaban compungidos y absolutamente desolados por la catástrofe que ha arrasado sus pueblos, negocios y viviendas. Todo lo anterior, sin olvidar las víctimas mortales de esta terrible catástrofe natural, que acentuaban aún más la crispación ciudadana. Tal fue el enfado de muchos que el recibimiento al monarca y su mujer, acompañados del presidente del gobierno central Pedro Sánchez y el president de la Generalitat valenciana Carlos Mazón, resultó en caos.
Gritos, insultos e incluso agresiones. Algunos indignados se atrevieron a arrojar objetos y fango del suelo a las autoridades, dejando para la posteridad una imagen de doña Letizia con el rostro manchado de barro entre las gentes. Eso y con lágrimas, pues a pesar de la complejidad del escenario, ella y el Rey prefirieron quedarse y escuchar las historias de los ciudadanos. Relatos tristes que conmovieron a la Reina, que no pudo reprimir la emoción, y que le valieron para centrarse al máximo en tratar de ayudar a las víctimas del desastre. Una labor que continúa y que en este 19 de noviembre se ha materializado en una segunda visita a la zona cero.
El momento más emocionante de Letizia en su vuelta a Valencia
Cabe destacar que en realidad este segundo viaje a la provincia de Valencia ha significado retomar lo dispuesto en su primera vez allí. Tan simple como que, tras el paso por Paiporta, la idea era que la comitiva de los Reyes se trasladase hasta la localidad de Chiva para hacer una segunda visita en el mismo día que nunca se dio. ¿El motivo? El ambiente no era el más propicio, y aunque los Reyes tenían intención de seguir con lo acordado, terminó por considerarse mejor dejarlo para el futuro. Y así ha sido.
Primero con una segunda visita de Felipe, en solitario y ataviado con su uniforme militar y acompañando a los efectivos desplazados al lugar. Y este martes, de nuevo con el matrimonio al completo y en un trayecto al que se han añadido también visitas a los municipios de Utiel y Letur además de la ya prevista a Chiva. Esta vez, con un clima mucho más calmado, en el que más que enfado se percibía el deseo de los locales de expresar a Sus Majestades que no se olvide esta tragedia.
El caso es que si algo ha llamado la atención en esta jornada ha sido el sentimiento de gratitud de los allí presentes, comenzando por los aplausos con los que han sido recibidos en Chiva. Un viraje radical en la bienvenida, pero tanto con Felipe como Letizia persistiendo en su propósito de mostrarse cerca de los que más han sufrido. Saludando, dando la mano e incluso saltándose el cordón de seguridad para dar abrazos, como ha hecho la Reina con una de las más pequeñas del lugar.
Un gesto de lo más emotivo entre Letizia y la niña, que según han contado en el programa 'Mañaneros' ha quedado muy contenta. Eso, además de haberle podido entregar a la madre de Leonor y Sofía un obsequio de su propia mano. "Le ha hecho un regalito a nuestra Reina, nuestra estampa de la virgen para que les proteja", se ha hecho saber, además de que "la Reina le ha preguntado cómo se llamaba" y "el Rey también ha estado hablando un ratito". Todo para transmitir "ánimo y apoyo" en estos momentos que, pese a que han pasado los días, siguen siendo muy difíciles.
La Reina retoma su agenda, pero no olvida la DANA
Fue en realidad la de hoy una de las primeras consignas que los afectados por este desastre quisieron poner sobre la mesa. La de no olvidar, la de que la gravedad de lo acontecido no pasase a un segundo plano con el paso de las semanas. Algo que Letizia, que bien conoce las dinámicas del mundo de la comunicación, ha demostrado también tener en cuenta. No solo cancelando los actos oficiales de su agenda más inmediata en las jornadas posteriores al aguacero, sino centrando sus esfuerzos en trabajar para mejorar la situación tanto como sea posible dentro de estas excepcionales condiciones.
Así, mientras que el Rey viajó a Valencia, la Reina se centró en tener reuniones con entidades encargadas de brindar apoyo a las víctimas. Una proactividad e implicación que no ha pasado inadvertida, y que con el paso de los días ha podido combinar de nuevo con su presencia en eventos como los Premios Francisco Cerecedo. De este modo, su agenda oficial vuelve a estar tan llena de costumbre, pero también entre sus gestiones sigue muy presente todo lo relacionado con la DANA. Cumpliendo con esa consigna, con ese recuerdo de lo sucedido que tanto reclaman aquellos a los que este 19 de noviembre ha podido volver a abrazar.