Victoria Federica (23) ha estado presente en las gradas del último partido de balonmano de su primo, Pablo Urdangarín (23). La hija de la Infanta Elena (60) y Jaime de Marichalar (60) ha consolidado su posición como influencer en los últimos años, logrando convertirse en la imagen de las firmas de moda más destacadas y convirtiéndose en uno de los rostros más reconocidos dentro de la familia del rey Felipe VI. Este fin de semana, Victoria ha hecho una pausa en su ajetreada agenda y no ha dudado en viajar a Segovia para respaldar a su primo en su partido de balonmano. Un gesto que dice mucho más de lo que, a simple vista, parece...

Victoria Federica sorprende asistiendo al partido de su primo Pablo Urdangarín
GTRES

Pablo Urdangarín participaba en el enfrentamiento de su equipo, Fraikin BM Granollers, contra el BM Navael en Segovia, marcando su regreso a la competición en la Liga Plenitude tras la pausa del Campeonato de Europa.

Victoria Federica fue una de las primeras en llegar al pabellón, asegurándose un lugar en primera fila para presenciar el encuentro y respaldar a su primo desde lo más cerca posible. Acompañada por su íntima amiga Victoria López-Quesada y el prometido de esta, Enrique Moreno de la Cova e Ybarra, disfrutaron animadamente del partido. Además, en las gradas, Victoria se encontró con alguien especial para su primo: Johanna Zott, la novia del hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín.

Victoria Federica sorprende asistiendo al partido de su primo Pablo Urdangarín
GTRES

Afortunadamente, el equipo de Urdangarín salió victorioso y pudo celebrar el triunfo con su prima. En ese momento, no dudaron en demostrar la fuerte conexión que comparten, entre abrazos y gestos cariñosos. Una emocionada Victoria Federica no pudo contener su entusiasmo al ver a su primo en acción, regalándonos imágenes conmovedoras que resaltan la estrecha relación entre ambos primos.

victoria federica pablo urdangarin

EL ABRAZO DE VICTORIA FEDERICA Y PABLO URDANGARIN, Más que un gesto de apoyo

En medio de la controversia generada por el reciente divorcio de la infanta Elena e Iñaki Urdangarín, oficializado el año pasado, el gesto entre Victoria Federica y su primo Pablo Urdangarín cobra una relevancia aún mayor. En los últimos meses, Pablo ha ganado reconocimiento en los medios por su actitud respetuosa y su manejo delicado de la situación familiar. En este contexto de tensiones, su prima Victoria se ha volcado hacia él, evidenciando una complicidad que no pasa desapercibida. Este gesto no solo destaca la conexión entre ambos, sino que también arroja luz sobre la notoria brecha que separa a Victoria de sus otras primas, Leonor y Sofía.

 ¿Por qué con Pablo sí y con Leonor y Sofía no?

Resulta de lo más llamativo que Victoria Federica tenga este comportamiento con su primo, de cercanía y apoyo incondicional, mientras que con sus primas Leonor y Sofía no se comporte de la misma manera. 

La cercanía entre los hijos de Cristina y Elena ha quedado de sobra demostrada en numerosísimas ocasiones. Desde niños llevan compartiendo los mismos planes y se profesan un vínculo muy fuerte, algo que nunca se ha llegado a apreciar entre la influencer y sus primas menores

Mientras que Victoria ha tenido este importante gesto con su primo, cuando su prima la Princesa de Asturias alcanzó la mayoría de edad ella no estuvo en la celebración. Eran los 18 años de la futura reina de España y la hija menor de Elena se perdió los festejos por encontrarse en Perú, de viaje con unos amigos. Un gesto que definió cómo es la auténtica relación entre ambas primas. 

Así es la relación entre Victoria Federica y Pablo Urdangarín

Pablo Urdangarín y Victoria Federica han establecido una conexión inseparable, y es que no dudan en mostrar la solidez de su vínculo siempre que tienen la oportunidad, superando incluso las dificultades para coincidir debido a sus respectivas agendas. Recientemente, han compartido momentos en eventos como el 60 cumpleaños de la infanta Elena y la celebración del 86 cumpleaños del rey Juan Carlos en Abu Dabi.

Este respaldo público refuerza la idea de que, a pesar de las polémicas y diferencias familiares, la unión familiar sigue prevaleciendo entre ambos primos.