La imagen más buscada ya es una realidad. Kate Middleton ha reaparecido. Sin gafas de sol ni necesidad de editar instantáneas con herramientas como 'Photoshop'. Justo cuando la preocupante narrativa acerca de la desaparición de la princesa de Gales rozaba ya los límites más insospechados del disparate, el giro de guion definitivo ha llegado. De la mano del medio estadounidense 'TMZ' y el diario británico 'The Sun', en la noche del 18 de marzo comenzaba a circular por la red el documento definitivo. Un documento que, sin embargo, no ha conseguido acallar un flujo de rumores ya incesante.

Y es que el hermetismo de la Casa Real británica con la enfermedad de la duquesa de Cambridge ha terminado por convertirse en la mayor arma de doble filo para la institución. Silencio absoluto sobre por qué se sometió a una cirugía abdominal planificada que la mantuvo 15 días ingresada en The London Clinic el pasado mes de enero. También durante su larga convalecencia, en la que los comunicados de Palacio para garantizar el bienestar de la esposa del príncipe Guillermo han brillado por su ausencia. La nada, en contraposición a las informaciones oficiales acerca del cáncer de Carlos III. Tal ha sido el revuelo ante esta firme determinación que ni siquiera un vídeo que certifica que todo está bien ha podido poner punto final a las teorías de la conspiración.

Las incoherencias de la reaparición de Kate Middleton en público

Fue 'The Sun' el primer medio en informar sobre esta presunta vuelta a la vida normal por parte de Kate. Así lo hacía saber con un titular que afirmaba que la princesa había sido vista en la calle durante el fin de semana. Primero, en un plan de sábado, junto a su marido y sus tres hijos, con los que visitó  uno de sus locales favoritos: la Windsor Farm Shop.

Esta tienda ubicada a poco más de un kilómetro de la residencia de los príncipes en Adelaide Cottage, en Windsor, habría sido el establecimiento elegido por ella para dejarse ver por primera vez ante la mirada atónita de los allí presentes. Sin avisos, como si nada hubiera sucedido. Como si fuese un día más en su vida. Lo anterior, además de haber disfrutado de un domingo de deporte junto a los pequeños George, Charlotte y Louis. Sin embargo, y a pesar de que el citado periódico abriese su primera portada de la semana con esta impactante noticia, no existía imagen alguna que confirmase que esa aparición se había dado.

Ninguna hasta pasadas unas horas, cuando por fin se hacía pública la grabación que certificaría que Kate Middleton está viva y coleando. En el parking, a la salida del espacio, vestida de deporte, cogiendo unas bolsas y al lado de Guillermo. Unas imágenes no demasiado nítidas, pero suficientemente claras para confirmar por fin que la nuera del Rey está sana y relajada. Incluso feliz, se diría por su semblante sonriente, más allá de que se ha quedado muy delgada. No obstante, esta evidencia no ha servido para parar las habladurías de una vez por todas.

La primera de las grandes dudas que se ha cernido entre los internautas, que han analizado la grabación, es el hecho de que la princesa camina cargando con una bolsa relativamente grande. Algo incomprensible para muchos, después de que la gravedad de su estado tras pasar por quirófano haya sido el gran qué de los medios durante semanas. Incompatible, también, con un estado tan delicado como el que se le asumía.

Las teorías de la conspiración que no cesan tras la reaparición de Kate

Sea como fuere, la parte más flagrante del asunto es la que remite a elucubraciones totalmente fuera de lugar, como que todo este entramado lleno de sinsentidos tendría que ver con la preparación de una regencia inminente en vista del desgaste de salud de Carlos III. Incluso que el Rey podría haber muerto, a pesar de que medios como el 'Daily Mail' han salido a dejar claro que no es así. Aún más surrealista es que, de acuerdo con esta teoría que se ha difundido a través de las redes sociales, ni siquiera serían Camilla —debido a un presunto Parkinson— ni Guillermo quienes tomarían los mandos del Reino Unido. De hecho, sería el duque de Gloucester, el 31º en la línea de sucesión, el que elegido final. Una suposición tan carente de pruebas como las que dicen que la del vídeo no es Kate y es una doble, o las que apuntan a que el heredero es asiduo a las fiestas sexuales y que incluso mantiene una relación paralela con Rose Hanbury