Todo el mundo tiene alguna pieza de ropa, complementos o joyería sin estrenar. A veces, compramos, heredamos o nos regalan alguna cosa que, mientras esperamos el momento más adecuado para lucirlo en público, descansa en nuestro armario, o el sitio más adecuado para cada caso, esperando el momento idóneo para brillar por completo. Esto pasa en todas las casas, incluso a las ‘royals’ en palacio. Si no, que se lo digan a Letizia, que sabemos que tiene algunas piezas esperando su momento especial, pero que no ha podido usar por mantener la armonía familiar en la Casa Real. 

La reina Letizia puede presumir de tener a su completa disposición un joyero que destaca, no solo por los años de historia de sus piezas, que son tremendamente interesantes, sino también por resumir el estilo de la realeza Europea desde hace décadas. Su personalidad, y su nueva visión de la imagen que una reina “de 2024” debe tener, ha hecho que Letizia no utilice a menudo muchas de las impresionantes joyas que tiene en Zarzuela, sino que se decante por piezas más sencillas y de calle. Pero eso no significa que no tenga algunas joyas en su joyero, que están sin estrenar esperando su mejor momento, como dijimos antes, para brillar por completo, literalmente. 

Las joyas “sin estrenar” de Letizia 

Se conoce que el joyero real tiene grandes piezas, algunas de ellas con un gran valor económico, y otras, además, con un enorme valor sentimental. Letizia ha utilizado muchas de ellas, pero otras, que se conoce que están en la familia, aún no las ha lucido en público. Estas joyas, sin estrenar por la reina, lanzan un mensaje de precaución en cuanto a la gestión de estas piezas heredadas de la reina emérita Doña Sofía, con la que sabemos que la asturiana no tiene la mejor de las relaciones. 

Según explica el experto en moda y protocolo, José Luis Díez-Garde en la revista Egos de El Diario la Razón “El más famoso, que nadie parece que se atreva a tocar hasta el momento, es el conjunto de rubíes que le regaló el armador Niarchos con motivo de su boda con el entonces príncipe don Juan Carlos. Es un impresionante conjunto de la joyería Van Cleef & Arperls al que doña Sofía debe de tener gran cariño y que se niega a prestar a su hijas o nueras”. Añade además otros ejemplos de joyas que aún no ha llevado la actual reina, que aunque sí habría recibido las llamadas “joyas de pasar”, no tendría a su disposición el joyero entero de la anterior monarca: “Además, encontramos también un sinfín de broches que todavía no hemos visto lucir a doña Letizia. Entre ellos, el más original posiblemente sea la creación de Sterlé. Este, junto con los rubíes de Niarchos, los pudimos ver por última vez en la boda real del heredero al trono de Jordania, donde doña Sofía destacó por las alhajas que lució en aquellos días”. 

Doña Sofía
Gtres

El curiosos caso de la “Peregrina”

Es una de las joyas más importantes e imponentes del mundo, y una intriga palaciega bastante recurrente al hablar de la Corona Española. Se trata de la llamada “Peregrina”, una perla de gran tamaño y forma de pera, descubierta en el siglo XVI en el Golfo de Panamá, que fue adquirida por el rey Felipe II de España y se convirtió en parte del Tesoro Real, siendo llevada por varias reinas consortes españolas. Tras las guerras napoleónicas, la perla salió de España y fue a parar a manos de la familia Bonaparte. En 1969, alcanzó una fama contemporánea cuando el actor Richard Burton la compró como regalo para su esposa, la actriz Elizabeth Taylor, quien la incorporó en un collar de diamantes, rubíes y perlas diseñado por Cartier. 

Aunque en la actualidad no se conoce quién posee la pieza original, por lo que sería imposible que Letizia la portase, sí que hicieron una “réplica” con una perla parecida y un tamaño similar pero engarzada en un espectacular broche, que se ha quedado en la familia real española y que la reina Letizia ha lucido en varias ocasiones, como en el entierro del primo de su marido, Fernando Gómez - Acebo. 

Letizia
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Cuestión de “herencias y conexión” entre reinas

Uno de los principales motivos por los cuales Letizia no estaría usando algunas de las joyas que, por legado, pertenecen a la mujer que ocupa el trono de reina es porque su suegra, la reina emérita Doña Sofía no habría facilitado y cedido la disposición de estas piezas a Letizia. “La afición por las joyas de la reina Sofía seguramente provenga de la reina Federica, su madre, que poseía un joyero envidiable que, hoy en día, podemos verlo en los actos sociales a los que acude Ana de Grecia o Marie Chantal. Este gusto por el brillo ha hecho que gracias a su suegra doña Letizia pueda tener un interesante conjunto de diseños contemporáneos entre los que elegir”, así explica el periodista la pasión por las joyas de Doña Sofía, pero que estaría impidiendo el uso de las mismas a su nuera. 

La “entrega” de estas joyas de suegra a nuera no se trataría de un acto específico o protocolario, puesto que oficialmente la reina puede disponer de las propiedades de la Corona sin tener que pedir permiso a nadie; sino que esta entrega sería simbólica y se haría de una forma más natural y discreta, totalmente en privado, mediante algún comentario o gesto de la propia reina griega a su nuera en la que diera su beneplácito para usar estas joyas públicamente. Por supuesto, su uso por parte de Letizia también sería visto como un mensaje de respeto y homenaje que la reina actual lanzaría a la emérita.

El amor - odio que Letizia siente hacia las joyas 

Letizia adora los complementos, eso está claro, pero su personalidad discreta y completamente diligente hace que la mayoría de sus decisiones estilísticas sean muy funcionales. Esto limita el uso de grandes, llamativas u opulentas joyas, que si no están presentes en su día a día, en muy pocas ocasiones también lo están en grandes momentos para la corona. “Letizia tiende a optar por un estilo más austero y moderno, prefiriendo joyas discretas y minimalistas en lugar de piezas ostentosas. Esto también se alinea con su imagen pública y su enfoque en la moda sostenible y el reciclaje de vestuario” explicaba la revista Woman de El Periódico.