Charlène de Mónaco es una de las mujeres de la realeza más misteriosas y desconocidas, aunque se ha escrito mucho sobre ella desde que comenzase su noviazgo en 2002 aunque no se hizo público hasta 2006 coincidiendo con los Juegos Olímpicos.

La que fuera nadadora profesional está casada desde hace 13 años con el príncipe Alberto II de Mónaco y es madre de Jaime y Gabriela (que nacieron el 10 de diciembre de 2019). Su matrimonio, sin embargo, no ha estado exento de polémicas, dudas, huidas y mentiras prácticamente desde su inicio.

La que debería haber sido toda una historia de amor se ha convertido en una historia en la que ella es conocida como la "princesa triste". Según algunos medios de comunicación internacionales, incluso intentó huir para no casarse al descubrir las infidelidades de Alberto y hasta un hijo durante su relación. Su gesto serio y las lágrimas durante la boda no hicieron más que acrecentar los rumores de que habían prohibido a la nadadora que rechazase casarse con el príncipe de Mónaco.

Desde entonces la estabilidad tampoco ha acompañado a la pareja que ha tenido encuentros, desencuentros, temporadas en las que ella apenas hacía apariciones públicas, etc. Sin embargo, desde hace un par de años parece que han decidido dar una imagen de unión, cariño y confianza, al menos de cara a la galería. 

13º aniversario de la boda de Charlène y Alberto de Mónaco 

Boda de Alberto de Mónaco y Charlène
Gtres

El 1 y 2 de julio de 2011 se celebraron las dos ceremonias. La primera fue la civil en el Salón del Trono del Palacio Grimaldi, y la segunda boda, la religiosa, en el patio del mismo palacio. Entre los más de 3.500 invitados se encontraban miembros de la realeza europea, las familias de los novios y también muchos rostros conocidos del mundo de la cultura, el diseño, el cine, etc. Tres días de fiesta que costaron 45 millones de euros y que también incluyeron una cena de gala en la Ópera y dos conciertos.

El vestido de novia de la ceremonia religiosa estaba firmado por Giorgio Armani. Con escote bardot, un diseño elegante bordado con 40.000 cristales de Swarovski y madreperla. Una de las curiosidades es que el ramo también fue diseño de Giorgio Armani, creado por los jardineros del príncipe Alberto con orquídeas y lirios del valle.

En lugar de una clásica corona o tiara, Charlène decoró su cabello, recogido con un moño bajo, con un tocado floral de brillantes. Pero aún nos queda una duda... ¿qué perfume eligió la novia para el día más importante de su vida hasta entonces? ¡Lo sabemos!

El perfume preferido de Charlène de Mónaco 

Extraordinarie Camelia 209 de Krigler
Krigler

Entre los muchos detalles que se han hecho públicos sobre los gustos de Charlène de Mónaco ha trascendido el nombre de su perfume preferido. Desde que comenzase su relación sentimental con el príncipe, la nadadora utilizaba un perfume exclusivo y nada común que seguro que es inolvidable para quien lo percibe. 

Se llama Extraordinaire Camelia 209 y es de la marca Krigler. Este perfume cálido y virtuoso cuesta 715€ y es una apuesta fresca con notas cítricas y florales. Entre ellas, bergamonta, camelia, cardamomo, madera de cedro, limón, té chino, vainilla, almizcle y pimienta rosa. 

La mala noticia es que no vas a poder ir a comprarla o probarla a los lugares habituales. Ni El Corte Inglés, ni Primor, ni Druni... Este perfume es mucho más difícil de encontrar porque solo lo distribuye la marca que en España no tiene boutique y solo vende a través de su página web. Sin embargo, si viajas a Nueva York, Miami o Berlín podrás entrar en un espacio único, el de las fragancias creadas por un legendario perfumista y las generaciones que heredaron su pasión y gusto. 

La centenaria marca alemana se fundó en 1904 y se convirtió pronto en un todo un éxito de la alta perfumería en la que confiaron personajes como Audrey Hepburn, Jackie Kennedy y (¡SORPRESA!) Grace Kelly, madre del príncipe Alberto II de Mónaco y una de las actrices más famosas de la época de Hollywood dorado.