Resiliencia, resistencia, fortaleza y entereza. Cuatro conceptos bien similares que se complementan en casos tan particulares como el de Kate Middleton. En cuestión de días se cumplirán tres meses desde que el Palacio de Kensington apostó por hacer el ejercicio de honestidad más inesperado. Alguien debía acallar las habladurías y poner un alto a tiempo a los rumores cuando la situación era tan delicada, y la princesa de Gales no tuvo otra opción que contar la verdad. Confesar que padece cáncer y precisa tiempo -y serenidad- para tratarse y recuperarse.

Desde entonces, la preocupación por su estado de salud ha sido máxima entre los súbditos de la Corona. Dentro y fuera de las fronteras del Reino Unido, todo el mundo ha querido conocer la última hora sobre su mejoría y los avances en el tratamiento. No obstante, desde la institución se ha apostado por ofrecer información con cuentagotas, con la nuera de Carlos III como única transmisora efectiva de nuevos comunicados. Porque a pesar de que Guillermo retomó sus compromisos, el heredero se limitaba a decir que todo estaba "bien" en sus apariciones sin ahondar en demasía. La propia Kate fue quien demostró que progresa adecuadamente al reaparecer en el desfile del 'Trooping the Colour' del pasado fin de semana. La antesala de otro gran evento para la dinastía del que, lamentablemente, ha vuelto a quedar apartada. 

El círculo de honor que no incluye a la princesa de Gales

Cuestión de mantener ese sosiego necesario para la recuperación, pues en realidad esa vuelta a escena era un gesto simbólico. El caso es que la agenda de los Windsor no se detiene por achaques que haya y este mismo lunes ha tenido lugar ese acto tan señalado en el calendario de la familia. Nada más y nada menos que una ceremonia de la Noble Orden de la Jarretera, en la Capitlla de San Jorge, en la que no podían faltar los miembros más destacados de la familia real británica. A excepción de Kate, que mantiene su determinación de estar alejada del foco mediático en la medida de lo posible, los Reyes y el príncipe Guillermo no fallaron a la cita.

No es de extrañar, puesto que en este 17 de junio se hacía efectivo, por fin, el nombramiento de los nuevos miembros de esta particular orden de caballería. Conocida popularmente como la Orden de la Jarretera, es la más importante y antigua de la región, a la altura del Toisón de Oro. Una agrupación leída pináculo del sistema de honores británico, en activo desde 1348, cuando fue fundada por el rey Eduardo III con inspiración directa en la leyenda de los caballeros de la mesa redonda. Fue el pasado 23 de abril cuando se comunicaron estos nuevos nombramientos, que en ningún caso incluían a la duquesa de Cambridge. Y es que la admisión a esta orden es tan limitada que, por ahora, ni siquiera forma parte de ella la futura Reina de Inglaterra.

Guillermo de Inglaterra
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Son solamente dos los miembros 'ex officio', que siempre serán el monarca y su heredero. Es por eso que Carlos III y Guillermo de Gales forman parte fundamental de la orden, mientras que este reconocimiento no se le ha concedido al príncipe Harry. Un movimiento que no se espera, menos todavía cuando el duque de Sussex está apartado de la actividad de la Corona. De todos modos, la membresía se reduce a 24 hombres y mujeres, llamados caballeros y damas acompañantes. En este 2024 han tenido acceso a la orden el barón Peach, el barón Kakkar y el barón Lloyd-Webber, así como la duquesa Brígida de Gloucester, en calidad de dama real. Es esa última categoría en la que se admitió a la reina Camila en el 2022, después de que su suegra Isabel II lo determinara poco antes de fallecer cuando la consorte era todavía duquesa de Cornualles.

Camila
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Además de todo lo anterior, destaca el hecho de que se contempla también la presencia de otros 8 caballeros y damas extranjeros. Un escueto listado del que pueden presumir formar parte tanto Juan Carlos I como Felipe VI, además de otros monarcas -eméritos o en activo- como Margarita II de Dinamarca o Guillermo Alejandro de Holanda. Sea como fuere, y volviendo al caso de Camila, resulta reseñable que su admisión fue algo muy destacado. Al fin y al cabo, rara vez se incluían en la orden a personas casadas con otros miembros de la familia real, a excepción del cónyuge del monarca. Un patrón que sí aplica a Kate Middleton, fuera de la ecuación por ahora, aunque la tradición podría volver a quedar en un segundo plano. Será decisión en vida del monarca incluirla, y no sería de extrañar que así fuera a sabiendas de la buena relación que existe entre nuera y suegro.

La esperada reaparición de Kate Middleton en el 'Trooping the Colour'

En ningún caso es una prioridad para la princesa ser nombrada dama real de la Jarretera en estos momentos. Todas sus fuerzas las pone desde hace semanas en recuperarse y superar ese cáncer que ha supuesto un parón absoluto en su agenda y en su vida personal. "Mi tratamiento continúa y seguirá siendo así por unos meses más", exponía ella misma en la publicación previa a su esperada reaparición en el 'Trooping the Colour 2024'. Sea como fuere, volver al primer plano era un movimiento cargado de significado. 

Kate Middleton Trooping the Colour
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La enésima muestra de ese compromiso con sus responsabilidades como 'royal' que, incluso durante su enfermedad, persiste. Un compromiso que se hermana con su dedicación perenne a la familia, aunque ahora sea ella quien se ha visto arropada por los suyos. Todos a su lado para ayudarla a superar este bache, con el afecto necesario. Todos al pie del cañón para que su característica sonrisa no desaparezca. El importante valor de saber que nunca estará sola.