La personalidad de cada una se muestra de mil y una formas, sobre todo cuando está muy marcada. En su actitud, en sus gestos, en sus gustos, en su armario, y también, por supuesto, en su casa. Si no, que se lo digan a Sara Carbonero que replica su estilo de vida y su esencia bohemia también en su hogar de descanso. Consigue hacer de la esencia rural algo chic y que se adapta perfectamente a su lugar soñado para descansar y desconectar.
Sara Carbonero lleva un tiempo valorando su “nueva vida” tras padecer cáncer. Muchas son las muestras de esta nueva forma de ver la vida en la que, además de evolucionar, también ha querido hacer más fuertes sus raíces. Por ese motivo, uno de los lugares donde más tranquilo y feliz se siente es en su propio pueblo de toda la vida, donde, acompañada por sus hijos, disfruta de la tranquilidad y desconexión del entorno rural. ¿Cómo es este sitio idílico para veranear?
Una casa tradicional pero actualizada
Cuando hablamos de la casa en el pueblo de Sara Carbonero rápidamente nos vienen a la mente todas las cualidades que tienen este tipo de construcciones: espaciosas, con techos altos, tranquilas, con grandes muros y toque rural en su decoración. Todo esto y mucho más es lo que podemos descubrir en ella, ya que cuenta con casi 400 metros cuadrados y se encuentra justo en el medio del pueblo, al lado de la denominada Plaza Mayor de la localidad.
La adquirió en el año 2016, junto con el que por entonces era su marido, Iker Casillas, puesto que decidieron que la casa histórica siguiera perteneciendo a la familia de la periodista. Tras una espectacular reforma, en la que se dejó intacto la fachada y la esencia de la casa, ha servido de lugar de escape a la diseñadora desde entonces.
Ha sido la propia Sara Carbonero la encargada de enseñarnos los mejores rincones de su espacio de descanso a través de sus redes sociales, donde no duda en compartir no solamente sus experiencias vitales, sino también todas sus reflexiones, creando con su comunidad de seguidoras un vínculo muy especial. Es por ello que no duda hasta en “meternos en casa” para que compartamos con ella el disfrute en el pueblo. Así hemos podido ver cómo la decoración mezcla elementos muy tradicionales y rústicos, con algunas propuestas más vanguardistas, apostando por una esencia ecléctica.
El suelo destaca por ser azulejo color teja, algo muy tradicional y perfecto para aguantar la casa mucho más fresca en verano. A esto se suma algunos muebles de obra, como estanterías, que potencian la robustez y calidad de la casa, marcando su carácter tradicional. También ha destacado la presencia de ideales alfombras, que con estampados con toque étnico y vintage, potencia por mil el propio carácter de la casa.
“El estilo boho impregna todas las habitaciones de la casa del pueblo de Sara Carbonero. La periodista apuesta por el minimalismo combinado con lo rústico, algo que se aleja del ruido visual y que da paz”, explica la periodista. E incluso añade elementos clásico y "de abuela", como por ejemplo el manillar de la escalera conservado, que sin duda es la mejor manera de evocar esos tiempos pasado.
El lugar fetiche de Sara Carbonero
Hay un lugar que destaca entre el resto en esta casa de pueblo, y se trata del patio de la misma. Es el espacio en el que tantas aventuras ha vivido Sara Carbonero cuando era pequeña y que seguro que ahora protagonizan sus hijos. Pero ella también está encantada de salir a disfrutar de las plantas y del fresco por la noche. Además, este espacio es perfecto para celebrar diversas reuniones y encuentros entre amigos para disfrutar de la buena comida y bebida y echarse unas risas en estas noches estivales.
Para hacerlo más cómodo, la periodista ha apostado por muebles de jardín con un marcado carácter natural, así como decoración, como cojines o diversos textiles, con un toque bohemio y rural. Es la forma perfecta de potenciar el estilo del propio patio y, además, estar tremendamente cómodos. Pero la naturaleza también se encuentra dentro de las estancias, puesto que este elemento que no solo da alegría, sino que da vida, también se encuentra repartido, además de en el propio patio, por las diferentes zonas de la casa, donde encontramos plantas de diverso volumen y color, perfectas además de para decorar, para acercarnos más a esa sensación natural que buscamos cuando nos escapamos “al pueblo”.
Un pueblo tranquilo al que volver.
En plena Castilla-La Mancha, a tan solo una hora de Toledo y hora y media desde Madrid, encontramos el pueblo de Corral de Almaguer. Allí la periodista pasaba los veranos en su infancia rodeada de los poco más de 5.000 habitantes de la localidad. Sin duda un remanso de paz por sí mismo, pero que también trae grandes recuerdos a Sara Carbonero. No es ajena la sensación de la gente de ciudad que cuando “vuelve al pueblo” disfruta como auténticos niños y seguro que eso es lo que la periodista busca cada verano.
Según explica la periodista Laura Ortiz en Semana “Sara Carbonero ha presumido en muchas ocasiones de la casa que tiene en el pueblo y que conecta directamente con sus raíces” a lo que añade “siempre ha tenido muy claro que quiere que sus hijos crezcan creando recuerdos especiales desde bien pequeños. Por eso considera que es esencial que Lucas y Martín pasen tiempo en la vivienda de la localidad toledana”.