Nos encontramos en todo el meollo del verano, y nuestros royals ya han despejado por completo sus agendas para poder disfrutar de unas semanas de tranquilidad y desconexión de sus quehaceres reales. Mucho se habla en cada temporada estival de las vacaciones de la Familia Real española en Marivent; sin embargo, hay otra familia real cuyas vacaciones también despiertan interés y curiosidad. Nos estamos refiriendo a los reyes Guillermo y Máxima de Holanda junto a sus hijas, Amalia, Alexia y Ariane. Tras vivir un año un tanto convulso, donde cada miembro de la familia ha estado en una parte del mundo, toca reunirse y pasar el verano unidos. Al menos hasta el próximo 27 de agosto, que es cuando retomarán su agenda. "Es muy acogedor estar con mis padres de vacaciones", confesó Amalia de Holanda en uno de sus últimos encuentros con la prensa.

Aunque son muchos los destinos en los que la familia ha sido captada, hay un dotado de un gran significado y al que siempre van un par de semanas durante el verano: la villa de lujo en la península griega del Peloponeso. Una imponente mansión que los Reyes de Holanda compraron en 2012, y cuyo valor asciende a la friolera cantidad de 5 millones de euros. 

LA IMPRESIONANTE VILLA QUE ENAMORÓ A MÁXIMA DE HOLANDA

La familia al completo ya se encuentra instalada en la localidad de Kranidi, a las afueras de Peloponeso, para pasar sus vacaciones de verano. Este refugio se ha convertido en uno de los favoritos de los Reyes de Holanda, incluso antes de que se hicieran con ella a través de su compra hace más de 12 años. Los royals la compraron después de vender su casa en Mozambique. La primera vez que descubrieron este enclave paradisíaco fue en la boda de Tatiana Baltnik y Nicolás de Grecia, tal y como apuntan desde el periódico 'El Español'. Máxima se quedó fascinada ante los más de 4.000 metros cuadrados que tenía la propiedad, pero, sobre todo, cayó rendida a sus impresionantes vistas al mar Egeo. Tan solo dos años después, la villa ya era suya.

Los 4.000 metros cuadrados están muy bien distribuidos en tres plantas, por lo que no hay problemas de espacio en esta vivienda. En la primera planta de abajo se encuentra uno de los salones, la cocina y el cuarto de baño. Es en la segunda planta donde los monarcas tienen una enorme habitación de nada más y nada menos que 100 metros cuadrados, en la que además podemos encontrar un jacuzzi privado.

En la última planta estarían el resto de habitaciones para sus hijas e invitados. La casa cuenta con varios baños, zona de gimnasio y chill out. Pero, sin duda alguna, lo que más nos puede sorprender es que la villa tiene su propio puerto privado. Gracias a esto, toda la familia real puede hacer uso y disfrute de la zona de la playa que está próxima a la casa sin que nadie les vea; por lo que la privacidad y la seguridad están más que aseguradas. 

Máxima
GTRES

Las polémicas que han salpicado la villa de ensueño de los reyes

Pero esta exclusiva villa también se ha visto envuelta en más de una polémica. Cuando los Reyes de Holanda se hicieron con esta casa en 2012, una considerable parte de la playa quedó restringida única y exclusivamente para la familia real holandesa debido al puerto privado que hemos mencionado anteriormente. La queja llegó incluso a trasladarse de manera formal, aludiendo a "un comportamiento poco respetuoso con el medioambiente por parte de representantes de un estado extranjero que son huéspedes en Grecia". 

Esta no fue la mayor de las polémicas que llegaron a protagonizar debido a este casa. En 2020, en plena pandemia por la crisis sanitaria del Coronavirus, la familia real holandesa hizo un movimiento que les colocaría en el ojo del huracán. Cuando todas las fronteras estaban cerradas, y en el país había unas duras restricciones para salir de él, los Reyes de Holanda y sus tres hijas se montaron en su avión privado para instalarse en la villa. Como no podía ser de otra manera, las críticas no se hicieron de esperar. El escándalo fue de proporciones bíblicas. Tal fue el nivel que la Familia Real tuvo que dar marcha atrás y regresar a los Países Bajos.

Tras esto, se emitió un comunicado donde se entonó el 'mea culpa'. A través de un vídeo, donde los reyes Guillermo y Máxima de Holanda expresaban su más sinceras disculpas, reconocieron que su viaje a Grecia había sido una gran irresponsabilidad: "Aunque el viaje se ajustó a la normativa, fue muy imprudente no tener en cuenta el impacto de las nuevas restricciones en nuestra sociedad", deslizaron desde el vídeo emitido a modo de disculpas. Además, en agosto del 2019, unas controvertidas fotografías -donde aparecían los royals infringiendo las normas de distanciamiento con un restaurante próximo a la zona- vieron la luz y, de nuevo, esta polémica villa volvió a acaparar el foco.