Por mucho que haya llegado el verano, la agenda de los Reyes no se detiene. Todavía quedan algunas semanas para que, como cada año, puedan disfrutar de sus días de relajo en el Palacio de Marivent, en Mallorca. Vacaciones públicas que se suman a su protocolario viaje privado en familia, sobre el que no se conocen datos y se espera que así se mantenga. El caso es que más allá de lo institucional y los actos oficiales, el mes de junio ha quedado marcado en la particular 'lista de tareas' de Sus Majestades por un evento mucho más personal.
Y es que por mucho que Felipe VI sea jefe de Estado desde hace ya más de una década, quepa destacar que la familia y los amigos suponen obligaciones que van más allá de la Corona. Véanse fiestas de cumpleaños, un aniversario o algo tan reseñable como una boda. Ha sido esto último lo que ha tenido lugar durante el pasado fin de semana. Alguien muy importante en la vida del soberano y doña Letizia ha formalizado su amor con una celebración a la altura. No obstante, y para sorpresa de algunos, la Reina declinó la invitación. ¿Quién se casaba y por qué la consorte ha preferido no asistir al evento?
La gran boda del fin de semana que Letizia se ha perdido
Lo cierto es que no es novedad alguna ver al Rey acudir a actos en solitario. A pesar de que el matrimonio real cumple con infinidad de compromisos de la mano del otro, la realidad es que tanto Felipe como Letizia saben compaginarlo a la perfección con una agenda individual. Sea como fuere, y dejando de lado el trabajo, su condición de pareja también presupone una asistencia conjunta a ceremonias de otra índole como la boda antes mencionada. Enlace celebrado el pasado 29 de junio, en el que Natalia Alfonsín Uranga y Álvaro Winzer sellaron su amor por todo lo alto.
Quiénes son ellos, se preguntarán algunos más desconectados del organigrama de la Casa Real. No es de extrañar que sus nombres no suenen en demasía, aunque sí lo hace el apellido de la novia. Natalia es hija de Jaime Alfonsín, el hombre que dejó su cargo de jefe de la Casa del Rey este mismo enero de 2024. Lo hacía después de diez años ejerciendo como tal, relevado por Camilo Villarino y dejando un legado de inestimable trabajo -y excelentes en la necesaria 'renovación' de la monarquía- para la institución. Quizás es por eso mismo que se anticipaba que en un día tan importante para su familia estaría acompañado por Felipe y Letizia, pero no fue así. Ni rastro de la Reina.
Antes del gran día, Natalia y Álvaro ya habían protagonizado una espectacular pedida de mano en el exclusivo Nuevo Club Madrid, de la calle Cedaceros. Llegado el sábado, y sobre las 18 horas, la ermita de Nuestra Señora de la Paz, situada en La Moraleja, la urbanización donde reside la familia de Winzer, acogió el inicio del rito católico. Después vendría el banquete y la fiesta, en la finca Soto de Mozanaque, en el municipio de Algete. Fue entonces cuando don Felipe hizo acto de presencia, una vez que la parte más ceremonial había concluido, pero sin dejar de lado a su excompañero -y amigo- en un momento familiar tan importante. En cualquier caso, su mujer prefirió saltarse la cita por un motivo de peso.
El poderoso motivo de la Reina para no asistir al evento
Motivo que, en realidad, se podría acuñar regla de oro para doña Letizia. Tan sencillo como que no es la primera vez que apuesta por tomar esta determinación cuando se trata de esta índole. De hecho, viene a ser algo más que habitual en bodas. ¿Por qué? Por algo tan sencillo como que no importa donde vaya la Reina, que siempre acaba convirtiéndose en la protagonista. Para bien o para mal, por el atuendo elegido o por sus ademanes con el resto de personas, la madre de Leonor y Sofía acapara todas las miradas en sus apariciones públicas. Es por eso que, de un tiempo para acá y a sabiendas de como funcionan los medios de comunicación, ha preferido mantenerse al margen para no llamar la atención en exceso. Dar un paso atrás para que brillen los verdaderos personajes principales de la historia. En este caso, los novios.
Así se explica que solamente haya sido Felipe quien ha arropado a los Alfonsín en tan romántica jornada. Asimismo, cabe considerar que volveremos a ver a los Reyes juntos en cuestión de días. Y es que este séptimo mes del año comienza fuerte para ambos, porque el próximo 3 de julio tendrá lugar otra cita de máxima importancia: la entrega de despachos de alférez en la Academia General Militar de Zaragoza. De mano del soberano, los cadetes como Leonor ponen fin a una etapa crucial en su formación castrense. En el caso de la Princesa de Asturias, la primera de tres, porque todavía le queda pasar por filas en la Marina y en Aire. Próximo destino: la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra.