Hay ciertas ocasiones especiales en las que podemos ver a los máximos dirigentes de un país desbordando ostentosidad y poder. Hoy en día, estos momentos son reservados para momentos puntuales y no es la tónica habitual como en antaño. Sin embargo, durante estos días, en Inglaterra, la ocasión lo merecía. Tras posponer en varias ocasiones el viaje de Estado, los emperadores Naruhito y Masako se trasladaban este sábado hasta Gran Bretaña, para encontrarse con el rey Carlos III y la reina Camila. Cada detalle de esta visita ha estado muy bien cuidado y estudiado para que fuera algo especial y, sobre todo, que tanta espera hubiese merecido la pena. Ayer martes daba comienzo la visita con una ceremonia de bienvenida llevada a cabo en el Horse Guard Parade, para más tarde hacer el almuerzo en Buckingham y, finalmente, la gran cena de gala.
Como no podía ser de otra manera, el duelo de joyeros entre la reina Camila y la emperatriz Masako ha estado presente. Ambas han sacado la artillería pesada con sus exclusivas piezas de gran valor, y aquí vamos a analizar el despliegue de joyas al que hemos podido asistir totalmente asombrados.
Las imponentes JOYAS DE MASAKO
Lo ocurrido durante la cena de ayer en Buckingham son de esos momentos históricos que difícilmente se pueden olvidar. La reina Camila y la emperatriz Masako hicieron alarde de su posición con algunas de las piezas más valiosas y ostentosas de sus joyeros. Comencemos por la emperatriz. Todos los ojos durante la velada se fijaron en su tiara imperial de Crisantemo. Esta tiara fue confeccionada por la emperatriz Kojun, abuela del actual emperador, a partir de unos broches de la emperatriz Teimei. La pieza fue originalmente fabricada para esta última en 1917 por la casa de joyeros japonesa de Mikimoto.
Era la primera vez que veíamos a Masako llevándola, ya que se trata de una joya exclusiva de las emperatrices. Más de 12 años han pasado desde la última vez que vimos esta pieza en público.
Esta misma tiara se la hemos podido ver en alguna ocasión a Michiko, la madre de Naruhito, que renunció a seguir llevándola debido a los dolores de espalda y cuello que le producía la tiara. Otra de las piezas de Masako que no pasó desapercibida fue el collar de diamantes y la banda japonesa de la Orden de la Preciosa Corona.
LAS JOYAS DE LA REINA CAMILA
La reina Camila coincidió en el color del vestido con la emperatriz. El diseño de la mujer de Carlos III era de bordados en el bajo y escote en V. Para esta ocasión, Camila abrió su joyero real para poder hacer frente al despliegue de joyas de Masako. La mujer de Carlos III sorprendió al llevar la Family Order que lució. Lo significativo de esto es que se trata de la primera vez que la llevaba tras la coronación de su marido. Esta característica insignia solo es concedida a los miembros femeninos de la familia real por las labores a favor de la institución.
En cuanto a la tira, Camila se decantó por la de rubíes de Birmania, que estrenó el año pasado en la cena en honor del presidente de Corea del Sur y que, además, cuenta con una gran historia detrás. Fue una de las tiaras que la difunta reina Isabel II llevó durante décadas hasta que en los 70 decidió remodelarla por completo.
La Reina la mandó desmontar y crear una nueva a partir de sus diamantes y añadiéndole rubíes. En 1973, Garrad creó la pieza que hoy conocemos. Hay que destacar que fue un regalo del pueblo Birmania, de ahí que reciba ese nombre. En cuanto al collar que eligió Camila, nos encontramos con el gran collar de diamantes, que para ubicar su historia nos tendríamos que remontar al reinado de Jorge VI. A esta pieza se le sumaba también la banda de la orden de la Jarretera. La velada estuvo marcada por la condecoración que recibió Naruhito como miembro de la orden de la Jarretera, una de las grandes distinciones en Inglaterra, mientras que el monarca inglés fue agasajado con el collar de la orden del Crisantemo.
LA AUSENCIA DE KATE MIDDLETON Y DE LA PRINCESA ANA
En la cena también acudió el príncipe Guillermo, que fue sin Kate Middleton. Recordemos que, pese a que hizo su esperada reaparición en el desfile en honor aniversario del monarca inglés, en el en el Trooping the Colour, la princesa de Gales continúa con su tratamiento contra el cáncer y habrá que esperar hasta que vuelva a la esfera pública. Por otro lado, también fue sonada la ausencia de la princesa Ana, que no pudo acudir a la cena debido a que había sufrido un accidente con su caballo.