A medida que van pasando los meses, la princesa Leonor se sigue consolidando como la nueva gran protagonista de la Casa Real. Y no es casualidad, porque a pesar de su juventud, la primogénita de Felipe VI ya se ha puesto manos a la obra con la preparación para ser Reina. Un rol que, si todo va según lo previsto y no hay ningún contratiempo, todavía tardará mucho tiempo en asumir. El caso es que hay responsabilidades impepinables en su trayectoria con independencia de la edad, puesto que ahora procede cumplir con su formación militar. Proceso duro a la vez que gratificante del que, por fin, ha finalizado la primera etapa.

La primera de tres, cabe destacar, porque el paso de la Princesa de Asturias por la Academia General Militar de Zaragoza no ha significado más que el principio. Fue el pasado mes de agosto, cuando después de graduarse del Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales y dos meses antes de cumplir los 18, la heredera aterrizó en la institución castrense que se ha convertido en su casa. Su hogar durante los últimos diez meses del que se ha despedido con la mochila cargada de experiencias, aprendizajes y nuevos amigos. Ese hogar del que ya se ha despedido. Por todo lo alto y rodeada de los suyos. Y para sorpresa de todos, allí también estaba un muy buen amigo de Victoria Federica, su prima.

La sorprendente imagen de Leonor con un amigo de su prima

El patio de armas de la AGM estaba preparado para la ocasión en la mañana del pasado 3 de julio. Debía estar a la altura del acontecimiento, pues no todos los días del año se celebra el acto de clausura del curso académico para los nuevos tenientes del Ejército y la Guardia Civil. Menos todavía con la presencia de alguien tan reseñable como la futura soberana de la nación, pues a pesar de la excepcionalidad, entre todos ellos estaba Leonor de Bobón. Futura Reina y futura jefa de las Fuerzas Armadas. De ahí su implicación en la formación junto a sus compañeros de segundo curso. Nerviosa, pero preparada para recibir su despacho de alférezcomo los demás.

Remarcable el concepto de la excepción, puesto que la voluntad de mantener la igualdad con el resto de cadetes quedó desdibujada porque allí estaba teniendo lugar un momento histórico para la monarquía. Tan sencillo como que el encargado de nombrar dama alférez cadete a la princesa, además de entregarle el distintivo de la Gran Cruz al Mérito Militar -algo, de nuevo, exclusivo para ella-, era su propio padre. El Rey, inevitablemente presente, aunque allí también estaban su madre, doña Letizia, y su hermana pequeña, la infanta Sofía. En la línea de todos los eventos oficiales de los últimos tiempos, allí no había ningún otro miembro de la familia del Rey. Eso sí, a la cita no falto Tomás Páramo, reconocido 'influencer' e íntimo amigo de su única prima por parte de los Marichalar.

Leonor, Sofía y Tomás Páramo
Instagram @tomasparamo

Y es que por todos es sabido que Victoria Federica, la hija menor nacida del matrimonio de la infanta Elena con Jaime de Marichalar, ya hace mucho que quedó reconvertida en toda una creadora de contenido. De ahí que mantenga un trato tan cercano con otros personajes de Internet tan reconocibles como Tomás, que sorprendía en su perfil de Instagram al compartir que había estado presente allí. No por invitación expresa de la Casa Real, claro está. El motivo por el que el marido de María García de Jaime acudió a la capital aragonesa era porque un familiar también concluía su formación militar. No obstante, no dudó en tomarse una fotografía junto a las hijas de los Reyes dentro de la academia durante el cóctel posterior al acto. Una instantánea que no ha pasado desapercibida, al no ser oficial, y dada la vinculación de él con la prima hermana de ambas.

El apoyo familiar a La princesa en su día grande

Tomás, que por vicisitudes personales tuvo la oportunidad de ver Leonor en acción en tan emotivo instante, es lo más cerca que Victoria ha podido estar del evento. Ni ella, ni sus otros primos, ni sus padres, ni sus tíos y ni siquiera sus abuelos estaban en la lista de invitados. Ahora bien, y por sorprendente que pudiera parecer, en ningún caso restó emoción que allí faltasen otros Borbones. Al fin y al cabo, ha sido esta la tónica general desde que don Felipe tomó las riendas de la Corona hace ya una década. Centrar la responsabilidad de la institución en los cuatro de casa y apoyarse en todo momento. Estar ahí los unos para los otros, con todo el compromiso y el afecto necesarios. Prueba de ese afecto consanguíneo que, de nuevo, quedó latente en las imágenes del mismo.

Felipe, Sofía, Leonor y Letizia
GTRES

Desde la imborrable sonrisa de oreja a oreja del Rey, que no dudó en abrazar a su hija mayor, hasta la inconmensurable alegría de la Reina y la infanta. Letizia, con un semblante de incontestable felicidad, también abrazó con fuerza a Leonor. Así se dejaron ver en el momento más público de la jornada, con los sentimientos a flor de piel, para después poder relajarse en el cóctel antes citado. Fue allí cuando, de forma distendida, sin presión y tras ojear con atención todos los desfiles protocolarios, tuvieron la oportunidad de estar todavía más próximos. En esa sala de estilo clásico, disfrutando de un exquisito catering, en la que hemos podido adentrarnos gracias a las pruebas gráficas aportadas por Páramo en la red.