Si el inicio del 2024 estuvo marcado en la familia real noruega por los problemas de salud del rey Harald V, el final queda sentenciado por una incesante ristra de polémicas. Desde que el pasado agosto viera la luz la detención policial del hijo de la princesa Mette-Marit, parece que los Glücksburg están destinados a estar en el punto de mira. Incluida la princesa Ingrid Alexandra, a la que sus padres procuran mantener tan al margen de las controversias como sea posible.
Y es que en las últimas semanas el nombre de la nieta del soberano noruego, llamada a ser la Reina por ser la primogénita de Haakon Magnus, está copando más titulares de los que el príncipe heredero y su consorte querrían. En ningún caso por verse envuelta en escándalos del calibre de los de su hermano Marius Borg, todavía en el centro de un proceso judicial tras la agresión que cometió contra su expareja y otros delicados cargos que se le imputan. No obstante, la faceta sentimental de Ingrid sí ha sido puesta sobre la mesa.
Cabe destacar que no es la primera vez que sucede. A fin de cuentas, si por algo se ha caracterizado el -todavía breve- recorrido de la hija del príncipe Haakon por la esfera público ha sido por su naturalidad. El perfil de una chica de la realeza, sí, pero también el de una chica joven. Que concede entrevistas, que trabaja, que es capaz de vivir sola y que, como cualquier otra chica joven, también se enamora. ¿Incluso de chicos conocidos más allá de sus fronteras? Con más o menos verosimilitud, esta es la loca historia que ha emparejado a la princesa con un hombre famoso.
La verdad sobre su 'historia de amor' con un chico famoso
Y no, no es que sea conocido porque se trate de Magnus Heien Haugstan, el chico con el que ha estado saliendo durante los últimos dos años. Con él rompió hace ya algunos meses, cuando los estudios hicieron que el joven se marchase a vivir al Reino Unido. Todo para poder seguir desarrollando su faceta académica en la Escuela de Administración de la Universidad de Lancaster, donde se forma en análisis empresarial, gestión y contabilidad... Pero se mantiene lejos de Ingrid. Quizás la distancia fue suficiente para que partiesen peras, ¿pero también para que ella ya se haya buscado a otro?
La historia que ahora concierne a la crónica real es la que ha relacionado a Ingrid Alexandra con un joven piloto de Fórmula 1. Él es Franco Colapinto, de 21 años de edad -uno más que la princesa- y natural de Pilar, Argentina. Su nombre se ha convertido en los últimos días en el más vinculado a la hija del príncipe Haakon, sin haber una certeza exacta al respecto y en una contradicción constante entre datos publicados en las redes sociales y medios que se desdicen mutuamente. Todo a raíz de un supuesto artículo de la revista noruega 'Se og Hør' en el que, según se hizo saber, se habría apuntado al noviazgo incipiente entre el piloto y la integrante de la realeza escandinava.
Algo que, por supuesto, en el momento de hacerse público y quedar citado por tantos portales argentinos como 'La Nación' hizo saltar todas las alarmas. Especialmente los noruegos, llegando 'Se og Hør' a publicar en el artículo recogiendo todo lo anterior que "buscando en nuestro archivo no podemos encontrar el nombre de este piloto de carreras ni una sola vez". Una sentencia firme, a la que se suma el contundente descargo de Ulf A. Andersen, editor responsable de la revista al final del mismo artículo: "Esto ha sido divertido. ¿Se ha basado la prensa argentina en la información de 'Se og Hør'? Entonces me pregunto si no debe haber sido un gran malentendido".
Un apunte de conclusión que se cierra desmintiendo, de nuevo, cualquier vinculación entre la nieta de Harald V y el deportista. "Hasta donde sabemos, Ingrid Alexandra no está con ningún piloto argentino de Fórmula 1. En cualquier caso, nunca hemos escrito nada al respecto, como dicen los medios argentinos". De este modo, el medio noruego citado como fuente para sustentar esta 'fake new' deja claro que no tiene nada que ver con el asunto.
La difícil tesitura familiar que afronta la princesa Ingrid
Afortunadamente, la propia prensa se ha encargado en esta ocasión de dejar claro que esta es una noticia falsa. No obstante, y aunque no deje de ser esto un respiro para la princesa, en ningún caso es el fin de esta tormenta figurada que ocupa al país nórdico desde hace meses. Mientras ella sigue inmersa en su formación militar en el campamento Skjold, su madre Mette-Marit se enfrenta a una situación de lo más difícil. No solo porque su salud se ha vuelto a resentir por la fibrosis pulmonar crónica que la princesa heredera consorte padece, sino también porque la policía la busca ahora para ser interrogada por la causa abierta contra su otro hijo.