Con el 19 de junio ya concluido, queda una resaca ligera del haber podido celebrar diez años de reinado. Un día grande para el núcleo duro de la Casa Real, en el que el protagonismo quedó repartido a partes casi iguales entre Felipe VI y sus dos hijas, además de Letizia. Aunque en un segundo plano obligado por su condición de consorte, la Reina también tuvo un papel fundamental en la jornada. El mismo que viene teniendo desde que, hace una década, su marido se convirtió por fin en el Rey.

Tiempo suficiente para sacar reflexiones en claro y tomar distancia del pasado. Para hacer una reflexión personal -y pública-, de la que poder extraer las conclusiones pertinentes. Sobre lo que permanece y lo que ha cambiado en ella. Sobre cómo la perciben y cómo ha conseguido, a base de mucho trabajo y esfuerzo desde el primer escalafón de la institución, mejorar su imagen de cara a la galería. ¿O no ha sido así del todo? Justo cuando la Corona ha podido hacer balance de esta primera etapa posterior al reinado de Juan Carlos I, la madre de Leonor ha tenido que hacer frente a unos datos reveladores que no la dejan en el mejor de los lugares.

Letizia gana en popularidad, pero no supera a su suegra

Y eso que es tan cierto que no está en el mejor de los lugares como que no está en el peor. De hecho, y si solo se analiza su persona con objetividad, cabe destacar que la cosa sí ha mejorado. Sin prisa, pero sin pausa, que se dice en el habla popular, todavía con algunos detalles por pulir -y personas por 'superar'- para acabar de conquistar a la ciudadanía. ¿Cómo ha podido saber Letizia sobre este incremento de su popularidad? Tan sencillo como revisar los resultados del estudio realizado por IMOP Insights para el portal 'Vanitatis'. Una forma ilustrativa de conocer qué piensan los súbditos sobre la Corona de su nación, desde algo tan particular como una nota numérica.

Notas que van del 1 al 10, como en un examen del colegio, y que han variado para todos los miembros más destacados de la familia real en los últimos años. Así lo demuestran estos datos que el citado medio ha publicado a junio de 2024, con más de una particularidad reseñable de la que podría definirse como la 'tabla de resultados' final. En la primera posición se erige el rey Felipe con un nada desdeñable 6,6. Es precisamente esa la misma nota que ha conseguido en esta ocasión su hija Leonor.

La mayor de las Borbón Ortiz, además de ser heredera al trono, goza de una aprobación cada vez mayor desde que viviese su año grande por la mayoría de edad. Así pues, resulta muy curioso ver como ese prime puesto es compartido por primera vez entre Rey y futura Reina. Una dinámica que se repite, puesto que la siguiente posición vuelve a tener dos nombres. Bien, uno en realidad, aunque sean dos personas distintas. La reina emérita Sofía, y su nieta la infanta Sofía. Ambas se conforman con un aceptable 6 de media. ¿Y qué hay de Letizia?

Sofía y Letizia
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Seguir el hilo de lo mencionado da a entender que la mujer de don Felipe es la peor parada de los cuatro grandes protagonistas de la monarquía española actual. Esa monarquía que tanto ella, como su marido y sus hijas, han querido renovar desde dentro, con un plan de actuación muy distinto al personalismo de los años en los que reinaba su suegro. Sin embargo, y aunque la popularidad de Juan Carlos I va cuesta abajo y sin frenos -de nuevo con suspenso, se desploma desde un 4,1 en el 2021 hasta el 2,9 de 2024-, todavía se queda un paso por debajo de doña Sofía. Y eso que la emérita también se resiente, manteniéndose en un 6 cuando hace tres años gozaba de un 6,7. Cuestión de ceder el testigo, en favor de una Letizia que se queda a una décima, con un 5,9, mientras en el 2019 no aprobaba por la mínima y se quedaba en un 4,8.

El gran día de Felipe VI, celebrando diez años de reinado

De todo lo anterior se podría sacar en claro que los españoles no respaldan a Letizia tanto como a Sofía, pero la realidad es que la consorte puede enorgullecerse de haber mejorado -y mucho- su propia marca. Son reseñables cuestiones, también comprendidas por este mismo informe, como que solo un 10% de la población considera que su figura perjudica a la Corona, mientras que un 49,7% piensa que la favorece. Similar al porcentaje del 43,7% que considera que favorece la imagen social de las mujeres, con el matiz de que son más encuestados todavía, cerca de un 46,3%, los que consideran indiferente su efecto en este supuesto.

Además, se le valoran cuestiones como su elegancia -con nota de 7,3- y su buena capacidad para comunicar -con un 7,1-, mientras que su asignatura pendiente sigue siendo la cercanía, que se le valora con un 5,8. Y no porque en los diez años desde que Felipe comenzó a ejercer como jefe de Estado, en su agenda tampoco han faltado los compromisos. Esos mismos que, en el día de la celebración del X aniversario de la proclamación le valieron una especial dedicatoria por parte de su marido.

Letizia, Felipe, Leonor y Sofía
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"En todo este tiempo he contado con el gran apoyo de la Reina", se arrancaba a afirmar el Rey en mitad de su discurso para concluir el acto de imposición de condecoraciones de la Orden del Mérito Civil. Era en ese preciso momento cuando giraba la cabeza hacia su esposa, le sonreía y le agradecía su "voluntad, dedicación y sensibilidad", con especial mención a cómo "su actividad institucional ha contribuido enormemente a dar visibilidad y atención a las necesidades de las personas, especialmente las más vulnerables". Palabras de gratitud en un día grande para ambos que reafirman un inmarchitable compromiso institucional. Es esa su prioridad, por encima de cualquier halago o polémica. Su trabajo es lo primero.