La vuelta a la rutina para muchos empieza en septiembre, pero, en el caso de Letizia, esta arranca antes de que acabe el mes de agosto. Su nueva temporada de trabajo viene repleta de compromisos y obligaciones. Algunos agradables, otros arriesgados y sí, también, algunos que le harán quedar mal hasta con su propia familia. Cosas de Reina.
Y es que si hay una fecha grabada en el calendario de los ‘royals’ españoles, esa es el 31 de agosto, día escogido por Victoria López-Quesada y su futuro esposo, Enrique Moreno de la Cova para darse el ‘sí, quiero’. Ella es la primogénita de Cristina de Borbón-Dos Sicilias, prima de Felipe VI y con quien guarda un estrecho vínculo, hasta el punto de que le escogió como padrino para la su hija. Pero muchos la recuerdan del momentazo que protagonizó dos décadas atrás.
La boda del verano
Han pasado exactamente 20 años de aquella patada voladora que Froilán propinó a Victoria López-Quesada en la boda de Felipe y Letizia y ahora es ella quien se casa. Porque sí, Victoria fue la candorosa damita de honor, vestida de goyesca, que recibió toda la ira del nieto más polémico de Juan Carlos. La salida de tono de ‘Pipe’, como lo llamaba la familia, se convirtió en una de las anécdotas del día; y convirtió a su ‘víctima’ en uno de los nombres imborrables de la jornada.
El 31 de agosto, Victoria pasa de dama de honor a novia y lo hará bajo la atenta mirada de sus tíos y primos pero, parece, que no contará con los ojitos ilusionados de Letizia. Y es que la agenda semanal de trabajo de la Reina se ha hecho pública y en ella vemos claramente cómo, desde los días 30 de agosto al 2 de septiembre, se encontrará en París acompañando a la delegación española en los Juegos Paralímpicos. De esta manera, una vez más, la consorte muestra todo su apoyo al deporte español y se vuelca con nuestros atletas, como ya hiciera a principios de mes durante los JJOO.
¿Por qué Letizia no va a las bodas?
Sería extraño que la Reina abandonara sus compromisos ya agendados y confirmados para asistir a un evento de índole personal. Ni aunque esto suponga una mínima escapada, puesto que cada movimiento de la consorte lleva aparejado un enorme efectivo de seguridad que la protege. De esta manera, podríamos descartar su participación en la gran boda del verano; lo cual no impide que su marido sí asista. Felipe VI es el que tiene el vínculo familiar con la jovencita y, además, fue su padrino bautismal. No es raro que ante la negativa de Letizia, el monarca decida dar un paso adelante y asistir de la celebración, tal y como ocurrió hace escasos meses en el enlace de Verónica Urquijo.
Ahora tiene la excusa perfecta, pero, a decir verdad, Letizia no suele ser muy dada a acudir a las bodas. Si las puede evitar, las evita. Mucho se ha hablado sobre esta negativa a acudir a enlaces y lo cierto es que, descartada la seguridad, ya que Felipe VI sí que lo hace, solo queda pensar que es una decisión que ella toma de manera voluntaria. Bien porque no le gusta, bien porque sabe que con su presencia, de cierta manera, puede eclipsar a los verdaderos protagonistas del día: los novios; y no quiere que esto ocurra. Entendiendo su forma de ser, privada y extremadamente discreta, este sería un motivo de peso lo suficientemente fuerte para hacerle tomar la decisión.
Viaje a Galicia para despedir a Leonor
Antes de marcharse a París, Felipe y Letizia tendrán que despedirse de su hija mayor. Leonor inicia un nuevo curso de su formación militar. El 29 de agosto la reciben, junto al resto de su promoción, en la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra.
El año pasado les vimos viajar hasta Zaragoza, acompañando a Leonor en su entrada en la Escuela Militar, por lo que es de esperar que este 2024 repitan los mismos planes. Además, tanto Felipe como Letizia han dejado sus agendas libres para ese día; por lo que podría indicar un más que posible viaje hacia tierras gallegas.
A lo largo del curso 24-25, la Princesa de Asturias continuará completando su formación militar. Tras haber recibido instrucción en el Ejército de Tierra, ahora le tocará el de Mar para, el próximo año, formarse en el Aire; completando sus estudios. Mientras esté en Marín, Leonor lo aprenderá todo sobre la Armada y, además, se medirá con el resto de sus compañeros ingresando en el Juan Sebastián Elcano, el buque con el que recorrerá los puertos de diferentes países de Latinoamérica como de Estados Unidos.
Por este motivo, Leonor, que es prima de Victoria, tampoco asistirá a su boda, una circunstancia que también comparte con Sofía quien, desde hace unos días ya se encuentra instalada en Gales para acabar segundo de Bachillerato.
El viaje que espera a Letizia
Si a principios de septiembre la reina realizará un viaje dentro de Europa, tan solo un mes más tarde la veremos partir hacia un destino que muchos han tachado de una verdadera locura: Jordania.
Tal y como informa Vanitatis, Casa Real ya está trabajando para que el próximo viaje de Estado que realicen los monarcas españoles no sea solo un éxito sino que, además, sea muy seguro. Lo decimos porque Jordania, pese a no estar en guerra, sí que se encuentra muy próximo a Gaza, donde se está viviendo uno de los conflictos bélicos más violentos de las últimas décadas. Este viaje, decidido por el Ministerio de Exteriores después de que España reconociera a Palestina como un Estado independiente, supone un auténtico acercamiento a Oriente Medio.
Las relaciones entre ambas casas reales son excelentes, especialmente entre Letizia y Rania. La jordana, que acaba de convertirse en abuela, recibirá con gran cariño a su semejante española, a la que la une numerosos intereses y preocupaciones.
Como viene siendo habitual, el viaje de Estado contará con una espectacular cena gala, en la que el país hachemita homenajeará a los reyes españoles y estos, días después, celebrarán otra de agradecimiento a sus anfitriones.