Hay lugares que pasan a la historia, no tanto por su importancia per se, sino por todo lo que significaron para las personas que los habitaron. Si no, que se lo digan a Lady Diana, cuyo hogar familiar en Londres, y donde se refugió al separarse de Carlos III y conoció a su segundo gran amor, ha salido a subasta recientemente por un precio increíble. 

El amor e interés por Diana Spencer, lejos de ir apagándose, se va incrementando a medida que pasan los años. Se ha convertido en una persona, y un personaje, que ha trascendido a su época para formar parte del olimpo de las celebrities. Todo lo que la rodeo a la madre de Guillermo y Harry se ha convertido en objeto de culto, y por eso no nos extraña que cuando su hogar familiar ha salido a subasta el precio haya sido elevadísimo.

 

¿Cómo era la casa familiar de Lady Di? 

El barrio de Mayfair, en el centro de Londres, es una de las zonas más exclusivas y caras de Londres, conocida por sus elegantes residencias, tiendas de lujo, y cercanía a importantes áreas como Hyde Park y el Palacio de Buckingham.

La residencia familiar de Lady Di, que se destaca por su impresionante estilo georgiano y su fachada en tono crema, fue construida en 1980 y abarca una superficie construida de 455 metros cuadrados. Nada más entrar descubrimos un elegante vestíbulo en la planta baja que da paso a una pequeña recepción, y en la misma planta un comedor elegante y una amplia cocina familiar. Además, esta planta también cuenta con un gran aparcamiento delantero y un patio trasero. 

La propiedad incluye cinco habitaciones, pero no todas son dormitorios, ya que en una de ellas se encuentra una pequeña biblioteca, que, según la prensa británica, “era el rincón favorito del padre de Lady Di”. En la parte superior encontramos una buhardilla con terraza privada. La parte de abajo está dedicada a los invitados y al personal que se encarga de la residencia. Además de una habitación para invitados, también hay varias estancias para alojar al personal, así como una gran cocina totalmente equipada y que venía genial para preparar todo lo que las grandes fiestas que se organizaban en la mansión necesitaban.

¿Qué significó para ella?

La residencia familiar de Diana Spencer fue un capítulo importante de su vida antes de su matrimonio con el príncipe Carlos II, pero también durante su ruptura con el monarca. Antes de mudarse a Clarence House tras su compromiso con el heredero al trono en su momento, Diana de Gales dejó la casa familiar para vivir en un apartamento sola en Coleherne Court, cerca de Earl's Court. Pero su casa familiar fue muy importante, ya que estaba en ella muy a menudo, además de para compartir con su familia, porque le encantaba la zona de Mayfair debido a su proximidad y su vida social activa. También fue un poco clave para ella al romper su matrimonio con Carlos III, porque fue el lugar donde encontró refugio. 

De hecho, fue en esta residencia donde conoció a su segundo gran amor, Doddy Al-Fayed. Según explican en el Economista, “Lady Di y la segunda mujer de su madre no tenían relación. Por eso, la princesa tardó mucho en pisar esa casa, dado que cuando murió su padre, era propiedad exclusiva de su madrastra Raine (a la llamada Acid Raine, un apodo relativo a "lluvia ácida").

Pero tres años después de la muerte de su madre, hacia 1995 Lady Di y la última esposa de su padre se reconciliaron, coincidiendo con la noticia del divorcio de los entonces príncipes de Gales. En 1996, Raine la invitó en esa casa a una celebración en la que le presentó a la familia de su novio, el empresario egipcio Dodi Al-Fayed, junto al que moriría el 31 de agosto de 1997 en el puente del Alma, en París”.

Elevado precio en subasta

Esta propiedad, que había permanecido en la familia Spencer hasta el año 1992, era originalmente propiedad del padre de Lady Di, el conde de Spencer. Tras su fallecimiento, su esposa, la condesa Raine Spencer, la vendió en 2022 a unos coleccionistas de arte, Alan y Mary Hobart, fundadores de la galería de arte Pyms. Desde esa venta, no se ha sabido qué ha ocurrido en la casa, ni en su interior, puesto que además de poder visitarse como un museo, también se alquilaba para eventos privados.

Veintidós años después, los propietarios que se hicieron con ella han fallecido, el último de ellos hace apenas unos meses, y sus albaceas, sin saber muy bien que hacer con la casa, han decidido deshacerse de este bien inmueble al no querer mantenerlo, y poder así sacar una cifra astronómica. Para ello, han optado por subastarla a través de las inmobiliarias Wetherell y Chestertons, estableciendo una cifra extraordinaria como precio de salida. Según informa El Economista, la propiedad “ha salido a subasta por primera vez en 22 años con un precio de salida de 10,95 millones de libras (12,94 millones de euros)”. Esta magnífica residencia no solo es un inmueble de lujo situado en una zona envidiable de Londres, sino que también es un testimonio “vivo” de la historia de la familia Spencer y de la princesa Diana.