La dualidad de Géminis –representada por los gemelos que simbolizan a este signo– hace que sean personas sumamente versátiles y adaptables. Aunque también un poco indecisas y contradictorias. Algo que unido a su elemento, el Aire, hace que a veces sean un tanto volátiles y escurridizas, pudiendo llegar a caer en la banalidad.
Si hay algo que les atrae realmente, eso es la novedad y la variedad. Cuánto más, mejor. Motivo por el que tanto a nivel profesional como a nivel emocional prefieren ir cambiando que atarse a algo eternamente. ¿Significa eso que son enemigos de los trabajos fijos y de las relaciones estables? No exactamente. La clave para que Géminis siente cabeza es darle libertad. Si se pretende enjaularlo y retenerlo, se marchitará como una flor y, tarde o temprano, buscará una escapatoria. Por el contrario, si se le dejan las puertas abiertas para que pueda entrar y salir a su antojo, y se le despoja de cualquier tipo de cadenas, es más que probable que ni siquiera sienta la necesidad de moverse porque lo que le aterra es la sensación de encarcelamiento, no la estabilidad.
Con una perspectiva como esta, suelen tener fama de poco comprometidos e infieles. Pero no tiene por qué ser así. Al tener a Mercurio –planeta del dios del comercio y mensajero de los dioses– como regente, y gracias a su rapidez mental, a su habilidad con el lenguaje y sus dotes para la música, pueden prosperar y triunfar como políticos, periodistas, escritores y músicos. Así como vendedores y comerciales por su elevado poder de persuasión.
Mientras que en el terreno del amor, aunque puede cambiar de pareja sin problema, Géminis no tiene ningún problema en entregarse totalmente si le dejan espacio y no le asfixian ni le agobian con celos o romanticismos trasnochados.
Planeta: Mercurio.
Elemento: Aire.
Símbolo: Los gemelos.
Estación: Primavera.
Día de la semana: Miércoles.
Metal: Mercurio.
Piedra preciosa: Berilo y topacio.
Color: Blanco y amarillo.
Signo opuesto: Sagitario.