¿Cómo te quedarías si te dijera que una de las principales búsquedas de internet relacionadas con la limpieza del baño es cómo mantener limpia la escobilla del inodoro? Pues así es. Y es que aunque resulte bastante asqueroso pensar en ello, lo es mucho más dejar que vaya acumulando porquería… Por eso vamos a darte los mejores trucos de limpieza para dejar limpia la escobilla del baño. Es fundamental para poder limpiar a fondo el inodoro y completar nuestra rutina de 20 minutos para dejar limpio el baño.
Aunque para poder dejar el baño como los chorros del oro necesitarás otros trucos para limpiar los azulejos, eliminar la humedad de las paredes, limpiar la alcachofa de la ducha o limpiar la mampara del baño. Por ahora, vamos con este primer paso.
Cómo desinfectar la escobilla del baño
El método más sencillo y menos asqueroso para desinfectar la escobilla del baño es hacerlo, es aprovechar cuando desinfectas el inodoro. Yo, por ejemplo, cuando hago cada semana la limpieza a fondo del baño, rocío el interior de la taza con uno de esos desinfectantes diseñados para llegar a los recovecos y dejo la escobilla dentro del inodoro.
Así, mientras voy limpiando el baño, el producto va ablandando la suciedad y desinfectando, tanto la taza como la escobilla. Y cuando me dispongo a limpiar el inodoro, justo al final del proceso de limpieza del baño, utilizo la escobilla para frotar bien la taza y, de rebote, se va limpiando el cepillo también. Luego, tiro de la cisterna un par de veces para aclararla, y ya está.
Una de las claves esenciales de limpieza y orden para que la escobilla del inodoro no se convierta en un nido de gérmenes, virus y bacterias es desinfectarla regularmente. La frecuencia variará según el nivel de uso (no es lo mismo la escobilla de una familia numerosa que la de un piso donde vive una persona sola...). Pero, por regla general, se recomienda desinfectarla al menos una vez a la semana.
Cómo evitar que se forme moho en la escobilla
Para evitar que se forme moho en la escobilla, lo primero que debes hacer es adquirir la escobilla correcta. Busca un modelo en el que quede suspendida en el recipiente que le hace de soporte. Es decir, que no quede tocando el fondo donde se acumula el líquido que va goteando después de usarla.
Recuerda que la acumulación de moho es uno de los peligros que conviene evitar en un baño, ya que puede ser perjudicial para la salud. Y la escobilla, al mojarse constantemente, es uno de los lugares donde suele acumularse.
En segundo lugar puedes echar mano de este truco infalible para escurrirla bien después de usarla. Tras su uso, ponla de lado sobre la taza, con el cepillo hacia dentro para que gotee dentro y se vaya secando. Y para que no caiga en el interior, baja el asiento, de modo que quede inmovilizada entre este y la taza. Sencillo, pero súper eficaz. Si quieres más trucos fáciles, aquí te contamos cómo limpiar el baño (bien) en 5 minutos.