No importa el tiempo que pase ni que Risto Mejide acabe de presentar a su nueva pareja: Grecia Castta. Es la segunda con la que se deja ver en público tras su divorcio y después de una relación de lo más intermitente con la farmacéutica Natalia Almarcha. El caso es que, inevitablemente, la historia del presentador de 'Todo es mentira' queda ligada por siempre a Laura Escanes, la mujer con la que hasta hace dos años estaba casado.
No solo por Roma, la hija que tienen en común, sino también por todas las vivencias que tuvieron oportunidad de compartir. Además, de una forma pública, terminando su chica convertida en una de las 'influencers' más célebres de nuestro país. Y precisamente, más allá de la exposición de él, fue el trabajo de ella como creadora de contenido el que acercó su relación un poco más a sus seguidores. Con el 'claim' #toelrrato y desde lugares tan sumamente especiales como la casa que compartían en la Cerdanya.
De la chimenea al piano, sin obviar las vistas más espectaculares
Un inmueble de ensueño que, cabe destacar, en ningún caso era su residencia habitual. Por motivos laborales, tanto Risto como Laura apostaron por instalarse en la ciudad. Primero en Barcelona y después en Madrid. No obstante, y siendo los dos catalanes, nada mejor que tener un lugar al que escapar haga frío o calor. ¿Y qué mejor que un entorno tan idílico como el Pirineo?
Evidentemente, y a pesar de lo bonito del entorno, el clima en la montaña no es el mismo que en plena urbe. De ahí que si de algo se enorgullecía el matrimonio por entonces era de su chimenea.
Una pieza de lo más original, pues estaba empotrada en una gruesa pared blanca cuya disposición, junto a una cristalera exterior, simulaba medio cilindro. A su lado, un taburete forrado con pelo y con sus patas de madera, además de una lámpara vertical de diseño. Toques modernos, pero sin perder el espíritu rural.
Ese espíritu también visible en el resto de rincones del salón, donde un sofá en color crudo y cojines en tonos claros y oscuros daban el contraste ideal.
Todo, de nuevo, rodeado por una grandiosa cristalera -cubierta con cortinas marrones- que les permitía ojear las espectaculares vistas desde la máxima comodidad y sin necesidad de estar a la intemperie. Y de nuevo, para dar el extra de sofisticación, una gran lámpara.
El caso es que las vistas son uno de los grandes lujos de este rústico inmueble. Un privilegio absoluto al que si le sumas una pizca de música ya lo tienes todo. Es por eso que no había mejor opción para la pareja que colocar un teclado negro junto a otro de los ventanales para deleitarse con este particular paraíso verde al son de las teclas del piano en una tarde fría.
Un exterior con piscina al que no le falta detalle
Como era de esperar, y partiendo de que este impresionante chalet tiene un total de tres pisos, el exterior tampoco podía quedarse corto. Menos todavía en un escenario tan onírico, al que se le puede sacar el máximo partido. Para muestra, el modo en el que Risto y Laura dispusieron las zonas de terraza. Zonas en plural, porque hay lugar para todo, comenzando por un sofá de fibras con cojines blancos junto a una mesa de centro de madera ideales para descansar al aire libre.
Y si hace buen día y el tiempo lo permite, ¿qué mejor que salir a comer fuera? Pero no a un restaurante. Cualquier restaurante envidiaría una terraza como la del presentador y su exmujer, en un comedor exterior con mesa y sillas de madera en el que degustar desde un riquísimo desayuno hasta una cena exquisita a la luz de la luna. Las opciones son infinitas.
Imposible obviar, claro está, la gran joya del jardín: la piscina. Y no una piscina cualquiera. La de esta vivienda era una de esas que en la actualidad se conocen como 'infinity pools', que en español vendrían a ser piscinas infinitas.
Esas que se funden con el horizonte y que, si la climatología lo permite, fusionan la experiencia del reposo bajo el agua con refrescarse cuando los termómetros alcanzan cifras más altas. Otro elemento envidiable de aquel hogar en el que, sin duda, la que fue una de las parejas más mediáticas hace algunos años pudo disfrutar de mil y un momentos para el recuerdo.