Es una de nuestras ‘royals’ más discretas pero, quizá, ¿también una de las más disfrutonas? Y es que este fin de semana, a cientos de kilómetros de Cádiz, donde sus tíos, los Reyes Felipe VI y Letizia despedían llenos de emoción a su prima la infanta Leonor, que se embarcaba en una gran aventura, Irene Urdangarin estaba disfrutando de un plan mucho más relajado en Madrid.
Siempre hemos podido ver lo muy diferentes que son los jóvenes integrantes de la familia real española. Los nietos de Juan Carlos I demuestran lo polivalentes que pueden ser los jóvenes hoy en día, tenemos algunos muy discretos, y otros más famosos, algunos deportistas y otros estudiosos, con carrera militar o estrellas de las portadas del corazón. Cada uno ha escogido su propio camino vital en base a su personalidad.
Por ese motivo, nos ha sorprendido enormemente descubrir que una de las nietas más reservadas del rey emérito, conocida por su discreción, ha decidido seguir los pasos de algunos de sus primos más fiesteros con un inesperado y llamativo plan que la llevó a disfrutar por completo de la noche madrileña. ¿Cuál ha sido, entonces, el último y sorprendente plan privado de Irene Urdangarin que tanto revuelo ha generado?
De copas en un famoso local madrileño
Muchos la conocen como “la nieta favorita de Doña Sofía” debido al muchísimo tiempo que la joven ha pasado con su abuela en los últimos años. Y es que Irene Urdangarin, tras volver de su año sabático ayudando a una ONG, ha decidido establecerse en Madrid, viviendo con su abuela en Zarzuela, antes de mudarse a Inglaterra para seguir con su formación. Esto ha hecho que la joven esté muy en contacto con la reina emérita, pero también el hecho de poder pasar mucho más tiempo con sus amistades y su pareja.
Justo este sábado, mientras todas las miradas interesadas en la Casa Real se encontraban en Cádiz con la despedida de Leonor, Irene Urdangarin aprovechaba el fin de semana para salir a cenar con sus amistades a un emblemático local en la capital. Sus amigos quedaron en la cervecería El Enfriador, ubicada en la calle Alberto Alcocer, 47, en la zona norte de la capital. Como curiosidad, este local está muy relacionado con la corona pero de una forma paralela, puesto que esta emblemática cervecería pertenece a José Rodríguez de León, que ha sido integrante de la Guardia Real desde hace más de 25 años, según informan en Divinity.
De celebración y muy arreglada
En una zona reservada, en el bajo del local, Irene Urdangarín y sus amistades, pudieron disfrutar de varias cervezas en esta fiesta organizada que contó con alrededor de 30 jóvenes de una edad similar a la ‘royal’. Desconocemos si era un cumpleaños de alguno de los asistentes, o simplemente un encuentro para seguir celebrando el nuevo año, pero los medios sí han conocido qué degustaron: “disfrutaron de barra libre de vino, cerveza y refrescos durante más de horas, además de un picoteo a base de tortilla de patatas, minihamburguesas, croquetas… que tiene un precio mínimo de 40 € por persona”, explica Piluca Santos en Divinity. Indican que esta comida no estuvo realizada por el propio local, sino que fue traída por un catering a la fiesta.
Según parece, la joven iba bastante más arreglada que otras de las invitadas. “Vestida mucho más elegante que el resto de sus amigas, que apostaron, en su mayoría, por looks desenfadados con zapatillas deportivas y pantalones vaqueros, ella iba completamente de negro y con un collar rojo”, explica la periodista. Quizá la hija de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin pensaba que era un encuentro más formal, no solamente disfrutar de unas cañas entre amigos, o quizá es que después siguieron disfrutando de la noche madrileña aunque no haya trascendido.
Disfrutando con su novio
Además de diversos amigos y amigas, Irene Urdangarin estuvo acompañada de su pareja, Juan Urquijo, el hermano de Teresa Urquijo, la mujer de Jose Luis Martínez Almeida, con el que lleva ya casi medio año de relación. La discreción de los dos jóvenes ha conseguido que haya muy pocas imágenes con ellos juntos, pero con esta salida conjunta con su grupo de amigos comunes queda claro que todo va viento en popa entre la ‘royal’ y el joven aristócrata.
A pesar del seguimiento constante de la prensa, Irene Urdangarin y Juan Urquijo hacen todo lo posible por llevar su relación con la mayor discreción. Aunque hacen vida normal, como vemos en este evento entre amigos, evitan ser vistos juntos en público en situaciones que puedan generar especulaciones, y raramente se les observa dedicándose gestos de cariño que pudieran alimentar rumores.
Esta actitud no es algo nuevo, ya que refleja a la perfección la personalidad reservada de Irene, quien desde pequeña ha demostrado un fuerte deseo de mantenerse alejada de los focos y del interés mediático que rodea a su familia, sobre todo tras pasar el trauma de ser los más investigados del mundo debido al escándalo de su padre. Su manera de afrontar su vida sentimental no solo refuerza esta postura de discreción total, sino que también deja claro que ambos comparten un enfoque común hacia la discreción como clave para proteger su relación.