La sombra de la eterna juventud ha perseguido, y sigue persiguiendo, a muchos rostros del star-system. Desde Cher hasta Meryl Streep, pasando por Julia Roberts o Sandra Bullock. Los años van pasando, y mientras el resto de mortales envejecen, ellas siguen radiantes, como si estuvieran dándole esquinazo al paso del tiempo una y otra vez. Ahora bien, si ponemos el foco en nuestra particular fauna rosa -plagada de socialités, actrices, modelos y artistas- es imposible no pensar en ella: Isabel Preysler. A sus 73 años, la reina de corazones sigue deslumbrando en cada aparición con su impresionante aspecto físico, fruto de una buena genética, una alimentación controlada y una cosa más; un secreto que no es tan secreto, ya que ella mismo lo compartió con el mundo hace un par de años: el consumo de complejos vitamínicos. La socialité ha llegado a asegurar que toma más de diez pastillas vitamínicas al día, que estarían detrás de su buen aspecto. Por ello, desde CLARA nos hemos puesto en contacto con Laura Jorge @ljnutricion, nutricionista y autora del libro 'El Método Come Sano, Vive Sano', para que nos dé las claves sobre el consumo de suplementos vitamínicos.

EL RIGUROSO RITUAL DE ISABEL PREYSLER con sus vitaminas

Todos los días de Isabel Preysler comienzan de la misma manera: con un metódico y riguroso ritual. Así lo contó hace años para 'La Otra Crónica' de El Mundo. Tras levantarse, lo primero que hace es tomar un vaso de agua caliente y conseguir el famoso efecto depurador. Cuando llega el momento de desayunar, toca abrir el pastillero donde atesora sus 7 pastillas vitamínicas imprescindibles, de las cuales repite tres; por lo que son un total de 10 píldoras al día. La primera que toma es la de color amarillo, que se trata de la vitamina B, luego la vitamina C y, finalmente, la de color blanco, que es el magnesio.

A la hora del almuerzo es cuando Isabel saca de su pastillero la de color transparente, que se trata de vitamina E, y la de color rosa, que es el calcio para los huesos. Para acabar el día, la madre de Tamara Falcó hace su última comida, que siempre intenta que sea lo más ligera posible. Es aquí donde da por finalizado su ritual con las últimas tomas de sus vitaminas. Isabel abre el pastillero por última vez y termina con el calcio, el colágeno y otra más de magnesio. En su charla con el periódico anteriormente mencionado, Isabel asegura que es ella misma quien se prepara su arsenal de pastillas y lo reparte en entre sus dos pastilleros. "Tengo uno para la comida y otro para la cena. Aunque, después de tantos años tomándolas, las conozco perfectamente y nunca las confundiría", confesó. La socialité lleva tomándolas toda la vida y cree fervientemente en ellas.

Isabel Preysler
Gtres

Para conocer mejor el mundo de los suplementos vitamínicos, hemos hablado con la dietista Laura Jorge para que arroje un poco de luz sobre el tema. La primera pregunta que nos viene a la cabeza es, sobre todo, ¿cuándo es aconsejable la toma de vitaminas? "Podemos decir que, en personas que tengan déficit de alguna vitamina o de algún mineral, algo que podamos ver en sus analíticas, sí que habría que suplementar. Hay casos en los que las vitaminas también se toman como refuerzo, por ejemplo en el caso de los deportistas, que tienen mucho desgaste físico. En mujeres en etapa de menopausia también es posible recomendar suplementos". Nuestra nutricionista resalta que, más allá de consumir estos suplementos, lo importante "es tener unos hábitos saludables en conjunto, tanto físicos como mentales". Esto será fundamental para que una persona "esté saludable y recibiendo los aportes necesarios". Aunque nuestra experta remarca la importancia de que el consumo de los complejos vitamínicos sea  "de forma personalizada y supervisada por un profesional".

EL AUGE DEL CONSUMO DE COMPLEJOS VITAMÍNICOS

Un reciente estudio realizado Big Data IRI reveló que en los últimos años, la venta de vitaminas, minerales y suplementos alimenticios en España ha subido un 75,4%. Estos datos se vieron drásticamente aumentados, sobre todo, a raíz de la pandemia. Un informe de Global Consumer Survey desvelaba que el 49% de la población española consume vitaminas de manera habitual. Y se prevé que el sector aumente en todo el mundo hasta un 8,2% en los próximos tres años. Pero ¿por dónde empezamos? ¿Cuál debe ser el orden jerárquico a la hora de empezar a tomar suplementos vitamínicos? Nuestra nutricionista nos da su punto de vista profesional. "Hay que verlo como una pirámide, trabajar la base y después ir subiendo escalones. Es decir, lo primero que tenemos que asegurar es si la persona come sano, y si con su alimentación obtiene todos los macronutrientes y micronutrientes necesarios. Una vez tenemos la base, trabajamos en los hábitos de vida y subimos escalones. Y en uno de los mencionados escalones estaría la suplementación".

Con respecto al auge del consumo de complejos vitamínicos, Laura Jorge tiene una opinión clara al respecto: "Tengo la sensación de que a día de hoy se recomiendan suplementos sin una evidencia científica, como si se tratara de una tendencia o una moda, por ejemplo en el caso del magnesio y el colágeno. Porque haya suplementos de moda, no quiere decir que todas y todos nos tengamos que suplementar", asegura. Además, también nos advierte sobre los problemas del consumo de ciertas vitaminas en exceso y sin la pertinente supervisión de un profesional. "Existen vitaminas hidrosolubles y liposolubles que, como por ejemplo la Vitamina D, pueden resultar tóxicas en exceso, en este caso para la tiroides y el paratiroides. Para evitarlo, es importante estar asesorados por profesionales y no suplementarnos por nuestra cuenta. Otro ejemplo son los probióticos, algo que también se ve mucho ahora. Las personas toman probióticos porque sí, sin una necesidad real de tomarlos o simplemente porque se encuentran mal. Esto habría que valorarlo con un médico o un nutricionista, que sea el profesional el que revise tu alimentación y te haga las pruebas necesarias", sostiene.

¿CÓMO ES LA DIETA MACROBIÓTICA de ISABEL PRESYLER? 

Isabel Preysler asegura que su dieta se asemeja mucho a la conocida 'dieta macrobiótica'. A grandes rasgos, los hábitos alimenticios de Isabel se basan en cinco pilares fundamentales. 

  • Agua caliente en ayunas. Una forma muy popular para depurar bien el estómago y conseguir que los nutrientes sean digeridos mejor a lo largo del día.
  • El consumo de carne de manera 'transformada'. Isabel opta por consumir la proteína de la carne, pero en forma de albóndigas o hamburguesas.
  • Arroz integral. Aporta gran cantidad de vitaminas y minerales y, además, su contenido en grasas es bajo; por lo que no engorda más que otros arroces. 
  • Fruta fresca. Aporta energía natural a nuestro cuerpo, hidratación, regula el peso, ayuda la digestión e incluso mejora nuestra piel.
  • Los refrescos están prohibidos. Pese a que son de lo más populares hoy en día, la opinión de los expertos es unánime: están relacionados con el aumento de peso, obesidad e incluso el deterioro cognitivo.

Sobre la dieta macrobiótica, Laura Jorge nos da unos tips para entenderla un poco mejor. "Se define como una forma de comer basada en el principio del Ying y el Yang, buscando un equilibrio físico y emocional a través de la alimentación. Se basa en una alimentación que promueve el consumo de alimentos orgánicos cultivados localmente, entre los que destacan los vegetales y los alimentos integrales, disminuyendo la ingesta de grasas, azúcares y los alimentos procesados. Se busca el equilibrio entre los componentes y el aporte de energía".

Isabel Preysler desayunando
Disney +

Este tipo de dieta no sigue única y exclusivamente un solo patrón, ya que "existen diferentes variantes". "Algunas prohíben alimentos de origen animal, lo que la asemeja con una dieta vegetariana, mientras que otras variantes también prohíben los lácteos, el café y otros estimulantes. Hay algunas variantes que incluso llegan a prohibir todo, excepto el consumo de cereales, aguas y algunas frutas y verduras", desliza.

Laura Jorge, nutricionista-dietista, opina sobre esta dieta

"Bajo mi punto de vista como dietista-nutricionista, el hecho de eliminar los azúcares, los ultraprocesados o el alcohol, promoviendo alimentos de origen natural y ricos en fibras, es algo en lo que estoy de acuerdo. Pero lo que no apoyo es el déficit nutricional, la restricción de alimentos que sí
considero buenos para nuestro organismo. Para mí, la palabra dieta no tiene por qué llevar de la mano la restricción y la prohibición, apuesto por adquirir hábitos saludables. Mi objetivo es concienciar a las personas de que coman sano y vivan sanos, a través de un cambio de hábitos, pero sin sentirse mal consigo mismos. Es por ello que, este tipo de dietas que son genéricas y que, aunque tengan algunos principios que me pueden gustar, limitan y restringen en exceso, lo que puede hacer que necesites suplementación, es algo que no termina de encajar con mi filosofía", concluye nuestra dietista en su análisis para CLARA.