La 'reina de corazones', la madre de madres o, simplemente, una de las figuras más reconocibles del ecosistema de la alta sociedad española. Así es Isabel Preysler, una de las mujeres que más puede presumir de haber copado portadas en el papel 'couché'. Por siempre interesante en la crónica social. Por sus amistades y enemistades, por sus aventuras y desventuras amorosas e, inexorablemente, por su relación con sus hijos. Todo el mundo sabe quién es y todo el mundo quiere saber qué le sucede. ¿O es que ya no?

Resulta cuando menos equívoco poner en duda su notoriedad. Al menos, si se echa la vista a la hemeroteca rosa. No obstante, es innegable que en los últimos tiempos ha habido un viraje en su forma de proceder de cara a la galería. Y es que a pesar de que la hispanofilipina mantiene su elegancia y saber estar en todas sus apariciones públicas, estas son cada vez más contadas. Que está descansando y más centrada en su familia, se dice. Sea como fuere, y justo cuando acaba de cumplir 74 años, es innegable que algo ha cambiado. Pero, ¿qué hay detrás de este abrupto salto al segundo plano de la línea mediática?

Isabel Preysler
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Una metamorfosis pública tras años de máxima intensidad

Los que hayan seguido más de cerca la trayectoria de la 'socialité' pueden llegar a comprender su 'desaparición' del mapa. A fin de cuentas, son muchos los años que lleva la ex de Julio Iglesias en el foco, y se sobreentendería la voluntad de reposo. Si es que incluso hace tan solo tres años, ya habiendo cumplido los 70, seguían sus amoríos en boca de todos. Su relación con el escritor peruano Mario Vargas Llosa era el tema del momento. Sus entradas y salidas. Sus viajes. Sus círculos y los eventos a los que asistían. Todo creaba expectación. Esa expectación que ahora ya no se da.

Y eso que Isabel ha probado suerte con otras formas de exhibición, como ser protagonista de su propio documental para la plataforma Disney+, que llevaba por nombre 'Mi Navidad'. En cualquier caso, es evidente que en los últimos meses ha optado por desdibujarse. Una metamorfosis que, desde la revista CLARA, hemos querido desgranar con la ayuda de un especialista. Es por eso que nos hemos puesto en contacto con Juanfran Velasco, experto en comunicación, quien nos ha dejado claro en declaraciones exclusivas que esta sensación de 'bajada' es habitual "en figuras que han tenido una exposición mediática muy elevada y cuya imagen se ha visto alterada".

Isabel Preysler y Vargas Llosa en Marbella
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Porque quepa no obviar que, incluso ya con la década de los 2020 y pese a su longevidad, Presyler ha tenido que hacer frente a más de una encrucijada. "La ruptura con Vargas Llosa, la polémica Íñigo Onieva y Tamara Falcó", nos trae de vuelta al imaginario Juanfran, para después referir a que "es normal que una persona que ha sabido gestionar su imagen con maestría durante décadas ahora decida hacer un retiro estratégico". Con todo lo que eso implica, pero también como el necesario respiro tras unos últimos años "han sido especialmente intensos para esta familia en términos mediáticos".

El silencio, escenario propicio para que Tamara Falcó coja su testigo

Sobre la mencionada intensidad nos refiere Velasco a la creación de "una narrativa poco habitual en su imagen de elegancia y control absoluto". Y que mejor forma para "recalibrar su presencia pública y evitar la fatiga mediática" que apostar por el silencio tras semejante pico de exposición. Una convicción antagónica a la que aplica a su hija Tamara Falcó, porque en su caso estar en el ojo del huracán la ha llevado por una senda bien distinta. Hasta el punto de haberle cogido el testigo a su madre como protagonista absoluta de la información que se difunde a través de los medios.

No es misterio que la marquesa de Griñón está en todas partes, y que no hay formato televisivo de éxito ni firma de lujo que no quiera contar con ella. Aun así, no deja de resultar impactante echar un vistazo al recuento numérico que nuestro especialista pone sobre la mesa en sus declaraciones. "Isabel Preysler solo suma 500 impactos en prensa en el último mes, y una quinta parte de esta cobertura está centralizada con la semana de su cumpleaños", apunta Juanfran. Una cifra que la mediana de sus hijas supera con creces.

"Este mes de febrero, por ejemplo, Isabel Preysler aparece 1,6 veces menos que Tamara Falcó en la prensa. Es decir, Tamara ya supera a su madre en un 160%", señala el experto en comunicación. Eso sí, sin obviar que la matriarca del clan solamente queda relegada a un cómodo segundo puesto entre las mujeres de la familia, pues sigue estando por encima de las demás, ya que de acuerdo con la información sobre impactos que nos proporciona el experto, "Ana Boyer es segunda y Chábeli tercera, pero salvo Tamara, Isabel sigue siendo más mediática que sus otras dos hijas". Sin importar su retiro. No todo el mundo podría esfumarse por un tiempo y mantener el puesto con la misma soltura.