Parece mentira que una de las grandes figuras de la música de nuestro país, cuya proyección e influencia ha logrado traspasar nuestras fronteras, haya conseguido siempre mantener su vida privada en un discreto segundo plano, y que todo lo que se ha sabido y conocido haya sido por su propia boca. Estamos hablando, como no podía ser de otra manera, de aquel que cantaba eso de ¿qué me voy a hacer?, si yo nací en el Mediterráneo, Joan Manuel Serrat.
El artista se retiró de los escenarios a finales de 2022, tras casi 60 años incombustibles en la música, deleitando al público con líricas que ya forman parte de la historia. De esta manera, Serrat anteponía a su familia, formada por su mujer, Candela Tiffón, con quien lleva casado desde hace más de 50 años, sus tres hijos y sus nietos, a la música. En muy pocas ocasiones ha hablado sobre su vida personal, especialmente sobre su mujer, pero cuando lo ha hecho, solo ha tenido palabras de amor y cariño hacia ella: "Ella se encuentra por encima de cualquier esquema que una canción pueda plantear. Es la persona con la que llevo cuarenta años, tengo hijos y nietos y comparto un perro. Y es una mujer a la que jamás se le ocurrió contarme qué opina sobre mis letras, lo que me parece maravilloso", llegó a confesar Serrat en una de las pocas veces que ha hablado sobre Candela públicamente.
De su matrimonio con Candela nacieron sus dos hijas, María y Candela Serrat; la primera vive en Australia -alejada del foco mediático- y trabaja como monitora de yoga, mientras que Candela es más conocida por su trabajo como actriz. La hemos podido ver en títulos tan conocidos de nuestra ficción como 'Servir y proteger' o 'Seis hermanas'. Además, está casada con el también actor, Daniel Muriel, con quien tuvieron a su primera hija, Mérida, de 3 años, y está esperando a su segundo hijo, que llegará el próximo mes de agosto.
El primer hijo de Serrat, Queco, no fue fruto de su relación con Candela Tiffón, sino de su affaire con la exmodelo catalana Mercè Domènech. Sin embargo, la sociedad española no fue conocedora de la existencia de este hijo hasta que Serrat y Mercè decidieron darlo a conocer a en la portada de la revista 'Lecturas'. Hoy, en CLARA, ¡vamos a conocer mejor al hijo de Joan Manuel Serrat que durante años fue secreto!
Queco, el hijo de Serrat que mantuvo en secreto
Hubo una época en la que Serrat era lo que hoy se entendería como un Justin Bieber. En la década de finales de los 60, el artista lograba sacudir los corazones de las más jóvenes con sus letras que atravesaban el alma. Por lo que la lista de relaciones y affaires que se le atribuía era larga, muy larga. Pero la que más llamaba la atención a la prensa del momento fue la que tuvo con Mercé Domènech.
En 1969, la pareja tuvo a su primer hijo, Manuel Serrat Domènech, conocido como Queco. Al poco tiempo la historia entre el cantante y la modelo terminaría, aunque, eso sí, en buenos términos. El artista le dio su apellido y se encargó de que al pequeño no le faltara de nada, además estuvo muy pendiente de él mientras estaba de gira por el resto del mundo. Se conoce que Serrat viajaba todos los meses para ver a su hijo en Madrid, ya que vivía con su madre, al menos dos veces al mes. El cantante no dudó en absoluto en ejercer como padre, encargándose de su educación y de todo lo que conlleva criar a un hijo. Gracias a esto, padre e hijo forjarían una fuerte y estrecha relación en los años venideros. No obstante, no sería hasta las Navidades de 1974 cuando la revista 'Lecturas' daría a conocer al mundo que Serrat había sido padre cuatro años antes.
Desde bien pequeño, Queco fue mostrando también sus inquietudes por el mundo artístico y mediático, aunque eso sí, no desde un primer plano, sino desde la producción. Desde hace años, el hijo de Serrat trabaja como productor de televisión con gran éxito. Hay una máxima que ha respetado hasta el día de hoy, y esa es la discreción con respecto a su vida privada. Es prácticamente imposible encontrar alguna instantánea de él, y todo lo que hemos visto ha sido a través de su hija.
PADRE DE DOS HIJAS, LUNA Y LUCÍA
Queco convirtió a Serrat en abuelo por primera vez con la llegada de su hija Luna, en 1997, y tiempo después vendría Lucía. Ambas son las nietas mayores del cantante. Por un lado, Luna es licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, y en los últimos años ha logrado hacerse un hueco como influencer de renombre. Es habitual verla en sus redes sociales con otras creadoras de contenido como Ana Matamoros; hija de Kiko Matamoros, Belén Écija; hija de Belén Rueda, o Anna Padilla; hija de Paz Padilla. Pero esto no queda aquí, la joven también tiene intereses por el mundo artístico, ya que está formándose para ser actriz y hacer una carrera dentro de este complicado mundo de la interpretación, concretamente se está formando con la prestigiosa profesora Raquel Pérez en Madrid.
La joven ha reconocido en más de una ocasión lo orgullosa que está de sus raíces y, sobre todo, de su abuelo. "Que nadie espere que escriba 'Mediterráneo' porque les voy a defraudar, suficiente tengo con mis exigencias", expresó en una entrevista en tono de broma. Para Luna ha sido algo muy importante ver a su abuela seguir sus pasos dentro de la escena artística, como ella mismo explicó en un vídeo de su cuenta de Instagram: "Hay momentos que, por mucho que lo intentes, no se pueden explicar. Toda la vida yendo a ver a mi abuelo subirse a un escenario y ahora me viene a ver él a mí", reconocía la joven.
Por otro lado, a su hermana Lucía no parece que le llame mucho la atención el mundo mediático, y una prueba de ello es que tiene su perfil de Instagram cerrado. Toda la familia se mantiene muy unida. Las otras dos hijas de Serrat, María y Candela, tienen una fantástica relación con Queco, a pesar de que durante su infancia no pudieron estar todo lo unidos que les hubiese gustado, ya que se encontraban en ciudades distintas.