Por impactante que resulte a los menos seguidores de la telerrealidad, coronarse como reina de los 'realities' no remite a un título baladí. No al menos si se sabe gestionar el triunfo en los formatos de convivencia con la misma virtud que Sofía Suescun. La pamplonesa dio el salto a la pequeña pantalla cuando solamente tenía 19 años y se aventuró a participar en la decimosexta edición de 'Gran Hermano'. Lo hizo junto a su -hasta entonces inseparable- madre Maite Galdeano, que fue primera expulsada. La hija, por contra, resultó ganadora de la última temporada conducida por Mercedes Milá.
Desde que aquella jovencísima estudiante de Psicología se embolsó los 300.000 euros que contiene el maletín que recibe el vencedor ha pasado ya casi una década. Nueve años que, sin lugar a dudas y guste más o menos su personalidad ante las cámaras, le han valido para mucho a la 'influencer'. Bastaron tres años para que 'Supervivientes' la fichase y la historia se repitiese, coronándose ganadora de la edición de 2018 frente a Logan Sampedro.
200.000 euros más al bolsillo que, sumados a su trabajo en redes sociales y otras tantas apariciones televisivas, le permitieron cumplir uno de sus grandes sueños. Ser propietaria, pero no de cualquier casa. El suyo es un chalet de lujo en la sierra de Madrid que poco tiene que envidiar a los hogares de muchas otras 'celebrities' consagradas.
Cocina de 30.000 euros, baño de lujo y una habitación de ensueño
Aunque en primera instancia abrió las puertas del inmueble recién terminado para 'Lecturas', el paso del tiempo -y el seguimiento de su día a día en su faceta de famosa de Internet- ha ido descubriendo al mundo cuan impresionante es la residencia actual de la navarra. No es de extrañar que el pasado julio, después de terminar su aventura en Honduras en la edición especial de 'Supervivientes All Stars', se alegrase de volver a pisar su vivienda. "Hola hogar, tenía ganas de reencontrarme contigo", escribió en su Instagram.
Y es que, seamos sinceros: todo el mundo querría volver a un hogar como este. "Cuesta un millón y ya está pagada", refería en el 2022 cuando en su revista de cabecera le preguntaban por el precio. Sí, un millón de euros, pero qué bien invertido. Basta con observar las fotografías disponibles en sus perfiles. Un vestidor de película o salón con grandiosos ventanales como los que rodean toda la vivienda, que aportan luminosidad a un espacio diáfano en el que el blanco, los tonos neutros y el rosa palo son los colores principales.
Los mismos elegidos para su estancia favorita: la habitación. Una 'suite' de 60 metros cuadrados dentro de los que comprende el total de la casa, ocupando media ala de la disposición, también con esas cristaleras que le ofrecen vistas directas a su enorme jardín con piscina.
Estilo por doquier que se refleja en el baño, lujoso a más no poder incluso en los azulejos, que ella misma reconoce algo que "no está en cualquier casa y que marca la diferencia". Como detalle extra, la bañera independiente que se encuentra en el baño contiguo a su habitación marca la diferencia. Todo está pensado.
Ahora bien, si algo se puede erigir en la joya de la corona de este despampanante despliegue de medios, sin duda se trata de la cocina. Totalmente equipada e ideal para alguien que, como a Sofía, disfruta preparando incontables platos saludables y probando nuevas recetas como las que comparte con sus seguidores. "Es alemana, de 30.000 euros", apuntaba Suescun en la mencionada exclusiva, además de añadir que tiene "sistema de música integrado, con luces LED".
Porque si por algo destaca más allá de lo fastuoso esta espectacular casa de diseño, eso es porque su propietaria la ha hecho totalmente suya. Tanto como que rechazó ofertas de empresas que querían regalarle muebles e incluso la cocina, pero ella prefirió que fuesen totalmente a su gusto antes que basar algo tan personal en acuerdos comerciales. De ahí que optase por alquilar una casa en las inmediaciones del solar cuando se estaba construyendo, siguiendo el día a día de la obra y participando activamente en las decisiones finales.
Un enorme jardín con piscina de diseño, la guinda del pastel
Esas decisiones que, de puertas para afuera, también se ven reflejadas en un exterior con el que muchos soñarían. ¿Por qué? Porque el suyo no es un jardín cualquiera, y a las instantáneas publicadas nos remitimos. La casa, que es de una sola planta, supone 250 metros cuadrados, pero es que el total de la parcela es de 1.100. Dimensiones que están al alcance de muy pocos y que ella exprime con amplias zonas de césped en las que sus perros pueden disfrutar corriendo y jugando junto a su dueña.
Y el disfrute no se queda en el verde protagonista, porque además de un cómodo porche con mesa y sillas de terraza desde donde disfrutar de exquisitos desayunos y comidas sin abrasarse por el sol, la indiscutible guinda del pastel es la piscina. De dimensiones considerables y con un agua transparente, el espacio perfecto para refrescarse en los calurosos días de verano.
Como en un hotel, pero sin salir de casa. Lejos de su Pamplona natal, la televisiva ha encontrado un oasis de paz sin necesidad de establecerse en el ajetreado centro de la capital, pero suficientemente cerca de todos aquellos lugares a los que deba acudir por compromisos profesionales. Equilibrio sublime.