El verano es para descansar, reconectar con una misma, o descubrir nuevas historias, nuevos lugares y formas de ver la vida. Seguro que eso fue lo que pensó Lady Diana cuando escogió Mallorca para veranear y pasar tiempo estival, así, con Doña Sofía, que hizo de perfecta anfitriona y fue un pasito más allá, convirtiendo estas escapadas veraniegas en momentos únicos para intimar entre las dos mujeres. 

Sabemos de sobra que los ingleses adoran Mallorca, y los ‘royals’ no iban a ser menos. No cabe duda de que Marivent, la residencia de verano de la familia real española en Mallorca es un lugar de ensueño, no solamente para nuestros monarcas, que veranean allí desde hace décadas, sino también para muchos otros monarcas que ven en la isla pitiusa el mejor de los lugares para desconectar y disfrutar del verano. Una de estas visitas que pasará a la historia fue la del que en su momento era Príncipe Carlos, y su entonces mujer, Lady Diana, que, acompañados por sus hijos, viajaron a la isla mediterránea durante varios años seguidos.

Una relación cercana que comenzó regular

La relación entre los monarcas ingleses y los españoles no empezó demasiado bien. De hecho, vivieron un pequeño compromiso diplomático, ya que los entonces reyes, Juan Carlos y Sofía, decidieron no acudir a la boda de Carlos de Inglaterra y la Princesa Diana en 1981. Con cierto pique al respecto, el por entonces príncipe de Gales decidió visitar durante su luna de miel los territorios de Gibraltar, poniendo sobre la mesa el pasado colonialista de su país. Esta pequeña “confrontación institucional” se solucionó años después, en el 1986, cuando los españoles decidieron hacer un viaje oficial a Reino Unido y fueron altamente agasajados por la corona británica, hasta el punto que los propios Príncipes de Gales fueron hasta a recibirlos al aeropuerto de Heathrow y después los alojaron en su castillo.

La reina emérita tiene ahora 85 años. Si Lady Di siguiera viva, tendría 63 años, pero, aunque hay casi 20 años de diferencia, lo cierto es que tienen y tuvieron muchos puntos en común. Les tocó vivir un momento donde las monarquías europeas eran uno de los temas más relevantes del mundo, consiguiendo así que todos los focos estuvieran en ellas. Esto hizo que su vida fuera menos tranquila de lo esperado. A eso se sumó historia complicadas con sus respectivos maridos. Y por ese motivo, cuando querían desconectar, necesitaban el apoyo unas de otras. Así fue cómo se forjó la inesperada amistad entre las dos, que vieron la una en la otra la necesidad de ser confidentes, ya que sufrían los mismos anhelos. 

Descanso repetido en Mallorca 

Tal fue la unión entre Juan Carlos y Sofía con Carlos y Diana de Gales que pocos meses después de sus visita a Reino Unido, los ingleses tomaron el guante y decidieron hacer otra visita de vuelta a los españoles, pero claro, aprovechando uno de los mejores momentos para visitar nuestro país y disfrutar de una de las mejores zonas del mundo para veranear: Mallorca.  Por supuesto, los padres de Felipe VI los acogieron encantados en el Palacio de Marivent, donde los ingleses al completo, ya que fueron acompañados de sus hijos: Guillermo y Harry, pasaron 15 días de ensueño y relajación. Aunque lo que parecía un viaje de ensueño, se torció el primer día.

Sofia Lady DI
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Y es que años después, la propia Lady Di confesó que no se esperaba la difícil llegada a Mallorca “El primer viaje a Mallorca lo pasé entero con la cabeza en el váter. Lo detesté. Todos estaban obsesionados con que Carlos era la criatura más maravillosa del mundo. ¿Y quién es la chica que viene con él? Me sentí incomodísima”, explicó al periodista británico Andrew Morton. A eso se sumó que su relación con el príncipe de Inglaterra ya estaba empezando a hundirse. 

Pero parece ser que este primer encuentro, que se saldó regular, no fue definitivo, ya que este mismo procedimiento, ya sin intentar pasear a Lady Di el yate del rey Juan Carlos, el Fortuna, puesto que se mareaba, se repitió durante varios años y por ello Carlos y Diana de Inglaterra pasaron en la isla pitiusa los veranos del propio año 1986 y también los de 1987, 1988 y 1990.

Sofía Ladi di barco
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Confesiones entre Sofía y Lady Di

Lo cierto es que estos veranos en España, hicieron que la familia real española intimara muchísimo con los royals británicos, sobre todo entre las dos mujeres. Normal, el buen tiempo, la desconexión, los largos días de verano en la isla, y dos mujeres que compartían muchas cosas en común, sobre todo cierto abandono por parte de sus maridos. 

“La frialdad entre la pareja británica fue en aumento. Si en 1987 aún compartían tiempo, sobre todo pensando en Guillermo y Enrique, en 1988 llevaban vidas paralelas en la isla. Carlos echaba las mañanas en pintar acuarelas en Valldemossa, mientras que Diana dedicaba sus tardes a tomar el sol en las dunas de las playas del sur de Palma. Incluso hizo sus pinitos con el windsurf”, explica Elena de los Ríos en Mujer Hoy, haciéndose eco de periodistas británicos de la época.

De ahí nació una íntima amistad entre la reina Sofía y Lady Di. La inglesa encontró en la griega una confidente, mientras que nuestra reina veía a Diana de Gales, bastante más joven que ella, como alguien a quien apoyar que no lo estaba pasando especialmente bien en su cargo, con el pesado cargo de la corona y también el desencanto familiar en el que ambas estaban sumidas.

Sofía y Ladi Diana
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El propio Diario de Mallorca se hizo eco de la relación entre las dos royals cuyos matrimonios no eran como ellas habían imaginado “Lady Di se desahogaba en Palma de Mallorca llorando a moco tendido sobre el hombro de Sofía de Grecia. De Reina en ejercicio a futura Reina, la soberana española le aconsejaba que aguantara, porque el trono exigía los oídos sordos y los ojos ciegos ante las tropelías de los maridos coronados. De nada sirvió” explica el periodista Matías Vallés.