Los últimos días de verano siempre llegan cargados de novedades, como el curso al que enfrentarse de nuevo, pero también de despedidas, algunas muy deseadas y otras un poco más amargas. Decimos adiós al calor, los mosquitos o el hastío veraniego, pero también despedimos los planes improvisados con amigos, los días largos con atardeceres de ensueño y, también, nuestros looks cómodos de verano. Si no, que se lo digan a Irene Urdangarin, que poco a poco está configurando su nuevo armario de otoño pero aún no ha dejado atrás estos estilismos veraniegos. Lo que sí ha hecho es hacerlo evolucionar para encajar a la perfección en este final del verano.
Irene Urdangarin siempre ha destacado por “no destacar”. La prima de Leonor y Sofía siempre ha tenido un estilo muy definido regido por la sencillez y la naturalidad. Las veces que la hemos visto en su día a día, suele recurrir a básicos, y a estilismos que llamaríamos bastante sencillos y “normales”. Por ese motivo, el otro día dio una sorpresa al apostar por un look que, aunque sigue siendo parte de su estilo sencillo, sí que ha sido capaz de llamar nuestra atención por reflejar justo la combinación que todas estamos buscando ahora mismo: Ideas de transición entre el verano y el otoño.
El look perfecto para la tarde de compras de Irene Urdangarin
El otro día, Irene Urdangarin decidió pasar la tarde de compras por el centro de Madrid, junto con su madre, la Infanta Cristina, quizá ya organizando su agenda y su armario para la nueva temporada y también hacerse con todo lo que necesita para emprender la aventura que la llevará a pasar este próximo curso en Londres, estudiando en la University College London. Para esa salida de compras pre viaje, la que denominan como “nieta favorita” de la reina Sofía, escogió un estilismo rápido y natural pero con algunos detalles que marcan la diferencia.
Estaba radiante con un vestido negro con inspiración boho pero muy elegante. Este diseño, con tirantes finos, escote en pico y largo midi, puede formar parte perfectamente del fondo de armario de Irene, porque no cabe duda de que es un diseño muy versátil y muy favorecedor. A este vestido decidió sumar un cinturón de tamaño medio, en piel marrón con efecto trenzado, que, alrededor de su cintura, destaca la silueta de la ‘royal’ y que consiguió así reforzar la esencia relajada y boho del conjunto. Es una forma perfecta de transicionar entre los looks más veraniegos a los estilismos más calentitos.
En cuanto al calzado, Irene Urdangarin escogió unas sandalias planas, estilo romanas, de piel negra. Las sandalias cuentan con dobles tiras, por una parte, unas de ellas que van desde los dedos al talón y otra encima que cruza sobre el empeine para evitar el movimiento del pie hacia arriba. Quizá sean los últimos días del año para poder lucir sandalias, así por lo que Irene está aprovechándolas. Es un modelo muy simple pero efectivo, porque gracias a su sencillez nos permite usarlo tanto de día, como para eventos más formales, dependiendo del resto de elementos del estilismo.
Lo más natural: el moño. Lo más chic: Las joyas
A este sencillo vestido, la hija de la Infanta Cristina ha decidido añadirle algunos toques brillantes para darle un poco más de alegría y viveza. Por ese motivo ha añadido un collar de cadena dorado, bastante largo y que incluso caía por dentro de su escote, y unos pendientes, también en dorado, que, si bien no eran muy grandes ni XXL, sí que colgaban levemente.
En cuanto al peinado, algo “imperfecto” combinando la sofisticación de las joyas con la naturalidad de este peinado. Un mono trasero, clásico y un poco alto, como de bailarina de ballet, pero recogido de una forma rápida y a mano, incluso, viendo algunos de los mechones de pelo, parece que hubiera sido recogido mientras Irene Urdangarin aún tenía el pelo mojado. Este peinado es uno de los más reconocidos de la denominada tendencia “clean look”, que apuesta por peinados muy sencillos y naturales. Una idea de un minuto para salir de casa volando y cómoda para afrontar la tarde de compras.
¿Es posible conseguir un boho elegante?
Muchas veces, cuando hablamos del estilo boho, nos viene a la mente una ingente cantidad de estampados, de colores, de texturas, flecos, y combinado todo a la vez, justo como si acabáramos de salir del Instagram de Sara Carbonero. Pero lo cierto es que la esencia en sí del estilo bohemio también puede ser muy sencilla e incluso elegante y sofisticada. Al fin y al cabo, si nos quedamos solamente con su base, como los tejidos y las formas relajadas, podemos encontrar ejemplos como este look de Irene Urdangarin.
Las claves para conseguir un estilismo boho, pero elegante son muy sencillas: Apuesta por un tejido natural, con caída y que desprenda mucho movimiento. Si a esto sumamos que el diseño cuente con patrones para conseguir algo de volumen, o incluso, como en este caso, algún volante, conseguirás reforzar aún más la idea de bohemio. ¿Y el toque definitivo? Elegir un color liso. Como vemos, Irene se ha decidido por el negro, que, además de sencillez al tratarse de un color básico y tremendamente recurrente, también le da cierta elegancia innata, convirtiendo así un estilismo particularmente bohemio, en una apuesta más prudente y sencilla.