Ya parece tradición. Cuando quedan pocos días para que dé comienzo el nuevo curso, Ana Boyer, Fernando Verdasco y sus tres hijos aprovechan para hacer una escapada. La última, al filo del inicio de septiembre y de las clases, ha tenido como destino Nueva York, donde han pasado unos excelentes días alojados en un imponente hotel que es ya casi una segunda casa para ellos.
Con vistas a uno de los rascacielos más emblemáticos de la ciudad, el Empire State Building, Ana Boyer y su familia ha despedido el verano paseando por las calles de Manhattan. Los Verdasco Boyer han recorrido algunos de los ‘spots’ imprescindibles en cualquier guía turística, como el icónico Flat Iron o la Biblioteca Pública de la ciudad. Además, como van acompañados por los pequeños, los descansos y las pausas son habituales; por lo que siempre que había una fuente, un jardín o un parque cerca, aprovechaban para relajarse y cargar las pilas.
Una suite con las mejores vistas
En redes sociales, además del viaje, Ana Boyer ha mostrado con gran detenimiento el hotel que les ha alojado. Se trata del NH Collection New York Madison Avenue, un hospedaje de cuatro estrellas, ubicado cerca de una de las calles comerciales más destacadas de la ciudad. “Ideal para ir de compras, ya que se encuentra a muy pocos minutos de Madison Avenue y la Quinta Avenida”, reza en la página web del hotel. Además, otro de los puntos fuertes con los que cuenta es las impresionantes vistas a uno de los rascacielos más icónicos del skyline de Manhattan.
Ana Boyer y Fernando Verdasco se habrían quedado en una de las suites más especiales del alojamiento, en concreto, la que recibe el nombre de Empire State, por sus estupendas vistas al rascacielos. Este hotel de amplias habitaciones se enorgullece de ser un lugar muy familiar, donde hasta las mascotas son bienvenidas.
Última tecnología al servicio de sus huéspedes, que queda más que patente en la smart TV frente a la cama king size que muestra Ana Boyer en sus stories. Se trata de una habitación decorada en tonos azules, alargada, en formato pasillo y que cuenta con dos áreas de descanso diferenciadas. La primera parte es la dedicada a recrear un pequeño saloncito, compuesto por un aparador que cuenta con una tetera y una cafetera; una mesa redonda con cuatro sillas, ideal para relajarse mirando a través de los enormes ventanales de la habitación, y un sofá de tres plazas. La siguiente área es la dedicada al sueño, capitaneada por una confortable cama de gran tamaño. Al final de la estancia, el modernísimo baño con productos de lujo elaborados por la firma neoyorquina MALIN+GOETZ.
Tras su paso por las cocinas de ‘Bake off’, seguro que para Ana Boyer la importancia de un buen plato de comida habrá ganado importancia. La hermana de la chef Tamara Falcó habrá podido disfrutar de los dos establecimientos que cuenta el hotel. “En la planta del vestíbulo se encuentran dos de los establecimientos más preciados de la ciudad: el Restaurante Serafina, especializado en fusionar la gastronomía mediterránea con la italiana empleando ingredientes de primera calidad, y el MAD Bar & Lounge, el icónico salón ambientado en los años 50 del hotel que sirve cócteles inspirados en la era dorada de la publicidad”.
Un hotel para influencers
La hija de Isabel Preysler, una maestra del arte de las colaboraciones y de los trabajos con marcas, al igual que su madre y su hermana, ha etiquetado a la empresa que les ha alojado en el centro de Nueva York y ha prestado especial atención a compartir varios tours por su habitación, mostrando a sus seguidores todas las comodidades con las que esta contaba. No es raro, de hecho, cada vez es más habitual. Se trata de un intercambio ‘en especie’, ella ofrece visibilidad a la compañía hotelera y esta recibe a cambio alojamiento o un descuento en su estancia.
Además, no se trata de un hotel normal. Tal y como se anuncia en su propia web, es un hospedaje ideal para ‘influencers’ en potencia como ella. “Considerado por Luxury Travel Advisor el hotel más fotografiable de Norteamérica para publicarlo en Instagram en 2022”, reza como uno de sus grandes puntos fuertes.
Ana Boyer pone en peligro su fuente de ingresos
Ana Boyer es un buen reclamo para las marcas, de ahí que esta clase de trabajos se agolpen en su carpeta de propuestas. Ella representa el estilo y la elegancia heredados de su madre, con el plus de familiaridad que da ser madre de una prole numerosa. Desde que dejó su trabajo como abogada y se casó con el tenista Verdasco esta orientó su trabajo a la publicidad. Ahora se permite ser selectiva, lo que aumenta su caché y valor, y solo acepta trabajos con aquellas firmas cuyos valores van en consonancia con los suyos, como por ejemplo este hotel tan chic pero perfecto para ser visitado en familia.
Sin embargo, y al igual que le sucede a su hermana Tamara, hay una cosa que no termina de hacer bien. Y es que las chicas Preysler suelen compartir un olvidadizo comportamiento: no etiquetan que están haciendo publicidad. Esto, tal y como nos confesó Marc Florensa, experto en redes sociales, podría estar poniendo en peligro su fuente de ingresos, ya que está penado por la ley. Aunque no se perciba beneficio económico alguno y lo que haya sea un intercambio de bienes y servicios, esto debe quedar reflejado en la publicación que hace el influencer.
Quizás a Ana Boyer, teniendo delante unas vistas tan impresionantes, se le ha pasado lo de marcar la 'publi'. Un despiste lo tiene cualquiera...