Es tremendamente curioso cómo en algunas de las familias más famosas del mundo siempre hay alguien que consigue mantener el misterio dado su carácter discreto. Si no, que se lo digan a Jacobo Martínez de Irujo, el hijo bohemio y más desconocido de Cayetana Fitz-James Stuart de Silva, a la que todos conocemos como la Duquesa de Alba, que acaba de cumplir 70 años. 

Sabemos los entresijos de muchos de sus miembros, los escándalos económicos de Cayetano, los líos familiares de Carlos o el recorrido sentimental de su única hija, Eugenia Martínez de Irujo. Pero poco más sabemos del resto de hermanos de la grande de España. Alfonso, Fernando y, sobre todo, Jacobo siempre han sido los más discretos de la familia. Así que hoy vamos a descubrir algunos detalles sobre el más bohemio y menos “royal” de todos los hijos de la Duquesa de Alba. 

Una infancia entre algodones. 

Justo esta semana, el día 15 de julio, Jacobo Martínez de Irujo, también conocido como Jacobo Siruela por el título que tiene, Duque de Siruela, ha cumplido 70 años. Pero ahora nos retrotraemos a la Madrid y Sevilla de los años 50 y 60 para conocer cómo fue su infancia y juventud. Como podemos imaginar, la vida del pequeño Jacobo transcurrió entre palacios en las diversas ciudades españolas y con la mejor formación, tanto en los centros educativos como en los propios profesores privados que Cayetana buscaba para potenciar las virtudes de sus hijos. En el caso de Jacobo fueron la pintura. 

Apasionado por el mundo de la cultura 

Esta educación basada en los más altos estándares de calidad, y su carácter creativo, lo convirtió en un gran apasionado de la cultura, haciendo de ella su forma de vida. No contento con la fortuna familiar, decidió embarcarse en una aventura literaria editando diversos libros desde su empresa, que revolucionó el mercado editorial de la época, pero de la que se deshizo tras alcanzar grandes cimas de reconocimiento a nivel nacional por su carácter vanguardista de afrontar los libros. Por supuesto, sin salir del ámbito cultural, también ha dedicado gran parte de su tiempo al arte, concretamente a la pintura, no solo creando diversas pinturas, sino incluso exhibiéndose en diferentes exposiciones a lo largo de los años. Según informan, esta pasión por el arte y la cultura es una herencia de su madre, que fue la que puso un gran empeño 

Rodeado de mujeres más famosas que él 

Y si pensamos que Jacobo ya de por sí es una persona bastante famosa atendiendo a su historia, nos sorprenderemos aún más al descubrir cómo ha estado rodeado familiarmente por varias mujeres aún más reconocidas que él. Y es que durante su vida, el hijo de Cayetana ha tenido tres parejas, en primer lugar Maria Eugenia Fernández de Castro - conocida como María de Hohenlohe -, después Gloria Gauger y por último y hasta ahora con Inka Martí Kiemann. Las tres mujeres que lo han acompañado en su vida son muy famosas y reconocidas en su ámbito, María como aristócrata, Gloria como diseñadora y pintora e Inka como periodista y escritora. 

A esto se suma que el propio Jacobo es el padre de una de las influencers más interesantes del panorama patrio. Además de Jacobo, su hijo, también tiene una hija que ha destacado en la familia. Estamos hablando de Brianda Eugenia Fitz-James Stuart y Fernándo de Castro, que es hija del aristócrata y María de Hohenlohe. La joven, que trabaja como artista visual y creadora, cuenta con más de 64 mil seguidores y se ha convertido en un gran referente del mundo del arte y la ilustración. 

Brianda Eugenia Fitz-James Stuart y María
Gtres

Su último y polémico matrimonio y un proyecto ecologista

La última y más duradera relación amorosa del aristócrata se trata de Inka Martí Kiemann, con la que lleva casado desde 2004 desde que contrajeron matrimonio en una discreta ceremonia realizada en Roma. La famosa presentadora y escritora se ha convertido en una mujer imprescindible para el hijo de la Duquesa, pero al principio de la relación, no fue vista por buenos ojos por la grande de España. Ella misma realizó unas declaraciones en contra de la periodista en la televisión nacional, pero al tiempo terminaría retractándose y diciendo que se había precipitado hablando antes de conocer mejor a la mujer de su hijo.  

Jacobo e Inka Martí
Gtres

Así lo explicó el periodista Juanra López en Mujer Hoy: "Una particularmente dura fue cuando la duquesa de Alba la calificó de «mala» y «envidiosa» en El programa de Ana Rosa. Unas afirmaciones de las que después se arrepintió como la propia artista desveló en la mencionada entrevista de El periódico: «Cuando Cayetana dijo aquellas palabras fuera de tono, me quería morir. Pensé que la prensa se me echarían encima, pero recibí mucho apoyo. Y al cabo de un tiempo, llamó horrorizada y se disculpó». Además, dejó claro que la relación con la recordada aristócrata siempre fue muy buena".

Con el paso del tiempo, Jacobo ha seguido explorando su lado bohemio e “hippie” junto a Inka y por eso se embarcó en un proyecto ecologista. Parte de la herencia que recibió de la Duquesa de Alba, concretamente unas tierras de alrededor de 4.000 hectáreas cerca de Salamanca, las ha convertido en un proyecto ecologista y de conservación animal que comparte con su mujer, también una grana apasionada del mundo natural y la conciencia ecológica.