Meghan y Harry, Harry y Meghan. El orden de los factores no altera el producto, que vendría a ser un sonoro retumbo entre los muros del Palacio de Buckingham. Ni el hijo menor de Carlos III ni su esposa son bien avenidos en la tierra de los Windsor y la polémica siempre va de la mano con ellos, aunque ya haga mucho tiempo que se desvincularon de las obligaciones de la Corona. También del país en sí mismo, pues cualquiera que les haya seguido de cerca la pista sabe que están afincados al otro lado del charco. En Los Ángeles, el lugar que han convertido en hogar, aunque eventualmente se despidan de él por motivos 'de trabajo'.
Un trabajo que va entrecomillado, puesto que a efectos prácticos ninguno de ellos trabaja para la aclamada 'Firma' británica. De ahí que haya llamado tanto la atención la última de sus travesías, al no estar enmarcada en la celebración de los Juegos Invictus que acostumbra a moverlos de un lado a otro. La que les ha llevado hasta Colombia en esta ocasión ha sido precisamente la historia de Meghan. Francia Márquez, vicepresidenta y ministra de Igualdad del gobierno del país, confesó que "vi la serie en Netflix sobre su vida, sobre su historia y eso me conmovió". Todo por tener cerca a la exactriz, con la gran sorpresa de que tanto actuaba en 'Suits' como es capaz de dar un discurso en un español casi perfecto. ¿Cómo aprendió a hablarlo tan bien?
El desconocido viaje de Meghan Markle en el que aprendió a hablar español
"Hola, muy buenas tardes. Me gustaría empezar en español porque estamos en su país", comenzaba a pronunciar Markle durante uno de los actos comprendidos en este viaje y dejando atónito al público presente. Tanto como que un enorme coro de aplausos y vítores imposibilitó que la duquesa de Sussex pudiese seguir hablando, tal y como se aprecia en el vídeo difundido. Tras la sorpresa inicial, y prácticamente sin errar en ninguna de las palabras empleadas, proseguía asegurando "sentir este abrazo de Colombia y es increíble".
"Gracias, muchas gracias, porque la cultura, la historia, todo es como un sueño. Este viaje", continuaba agradecida, para después expresar sus disculpas "si mi español no es tan perfecto porque lo aprendí hace veinte años en Argentina". Sí, dos décadas han pasado desde que Meghan adquirió esta envidiable fluidez en nuestro idioma. Un poco más de hecho, pues según apuntan desde 'Vanidades' nos remontamos al 2002. El principio de la década de los 2000, del que pocas imágenes hay de la actual nuera de Carlos III más allá de los fotogramas de sus secuencias en la serie 'General Hospital'.
Y es su carrera actoral algo que va ciertamente unido con este relato, porque el viaje a Argentina que refería en su discurso remite a sus prácticas universitarias del doble grado en Teatro y Estudios Internacionales que cursó en la Facultad de Comunicación de Northwestern. Fue por eso que se trasladó hasta Buenos Aires, la capital, donde trabajó en la Embajada de los Estados Unidos y tuvo la oportunidad de aprender a hablar el español correctamente. Con acento argentino, evidentemente. Ese que hoy día mantiene, con expresiones tan propias como "acá estoy sintiendo esta comunidad", y a pesar de que después de su estancia en el país sudamericano también formó parte de un programa de estudios internacionales por el que vivió una temporada en Madrid. Un tiempo fuera de casa que marcó un antes y un después para ella en lo personal, pero también en lo profesional. A la vista está en su dominio de una lengua extranjera que le permite hablar con semejante soltura cuando en la actualidad atiende viajes de estas características.
Elegancia e implicación durante su viaje a Colombia junto a Harry
"Es el mejor sentimiento del mundo. Gracias", concluía su intervención. Reiterando ese agradecimiento por haber podido viajar hasta una tierra en la que, sin lugar a dudas, tanto ella como su marido han sido muy bien recibidos. Una bienvenida afable que comienza desde las instituciones, que ya trataron de contar con ella en Colombia el pasado 25 de julio de 2023 para el día de las mujeres y las niñas afrodescendientes. No pudo ser, pero Francia Márquez refirió a las buenas intenciones de Meghan: "Quería visitar nuestro país, desde entonces hemos estado trabajando en esta visita tan importante".
Una visita en la que, más allá de la concordia y las buenas sensaciones, la cuñada del príncipe Guillermo ha aprovechado para hacer un despliegue de inconmensurable elegancia a través de su indumentaria. A fin de cuentas, Meghan sabía que su periplo por Sudamérica no pasaría inadvertido, y este ejercicio de proyección internacional del matrimonio ha demostrado que ella, a pesar de no formar parte del organigrama 'royal', se atavía como si así fuese. Con el detalle añadido de incluir en su maleta conjuntos de diseñadores locales como Giuliva Heritage en una de sus camisas o Hannia Char para un sombrero. Ni un fleco suelto.
Inexorable sofisticación hermanada con la implicación que tanto ella como el príncipe Harry han manifestado en las actividades planteadas para conocer la historia y la cultura de la zona. Desde las charlas con figuras de referencia del país y sus testimonios, hasta paseos para conocer lugares tan variopintos como la ciudad costera de Cartagena de Indias o el pueblo afrocolombiano de San Basilio de Palenque. Y por tomar, han tomado incluso clases de percusión en un taller de tambor en la Escuela Taller Tambores de Cabildo de Boquilla. Una aventura de lo más completa.