Por muy a la orden del día que esté, es innegable que criar a un hijo es un reto mayúsculo. Más todavía cuando la crianza se afronta bajo la enormísima presión que supone formar parte de una Familia Real tan reconocida como lo es la británica. Es por eso que, como le ha sucedido a tantas otras 'royals', el rol de Kate Middleton queda sometido al escrutinio popular más allá de ser princesa. De Gales, que no es poca cosa, pero tampoco lo es ser madre de tres hijos pequeños.
El príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis, de 11, 9 y 6 años respectivamente. La gran alegría de la casa y de la dinastía Windsor, los que siempre consiguen sacarle una sonrisa a la duquesa de Cambridge, incluso en los peores momentos. No es de extrañar que la prensa se haya hecho eco de que sus vástagos se han convertido en una pieza fundamental de apoyo en su recuperación del cáncer que ha padecido y la ha mantenido apartada del foco público. En cualquier caso, no siempre es todo felicidad y parque temático.
Porque no es mentira eso de que 'en todas las casas se cuecen habas', y la majestuosa casa histórica de Adelaide Cottage no iba a ser menos. Ejercer correctamente la paternidad, si es que existe una forma más o menos correcta de hacerlo, puede suponer un grandioso desafío en algunas situaciones. A fin de cuentas, los hijos del heredero y su esposa son todavía muy pequeños, y nadie los libra de esos instantes de berrinche. Sea en el terreno privado o en el público. De ahí que Kate haya ideado una estrategia definitiva para mantener a sus pequeños a raya cuando la cosa se va de madre.
La contundente frase de Kate Middleton para 'reñir' a sus hijos
Y no es porque el descontrol o los enfados sean algo habitual entre la nuera de Carlos III y los nietos del Rey. La cuestión es que, como cualquier otra madre, Middleton también ha terminado por encontrar la manera de apaciguar el ambiente si sus tres hijos se 'portan mal' o se exceden con sus travesuras. De la manera más asertiva posible y sin perder las formas, pero dejando claro que no todo está permitido.
Fue Tom Quinn, experto en Casa Real, quien puso en valor estas 'palabras mágicas' que la princesa de Gales ha usado en más de una ocasión, comenzando por un hecho tan comentado como el que tuvo lugar entre ella y el príncipe Louis en el Jubileo de Platino de la difunta Reina. El benjamín del clan, que todavía era muy pequeño, dirigió un gesto fuera de lugar a su madre: le sacó la lengua. No obstante, ella supo mantener la compostura, y como apunta Quinn en uno de sus últimos libros, "la reacción de Kate fue elogiada por un equipo de comentaristas expertos". ¿Qué hizo exactamente?
"Simplemente les dice 'vamos a tomarnos un descanso'", aseveró el experto 'royal', aludiendo a esas cinco palabras que tanto Louis como sus hermanos mayores entienden a la perfección. Frase contundente. Serena, pero implacable, que sirve como el indicador ideal para que los pequeños tomen consciencia de que su comportamiento no está siendo el adecuado.
El gesto clave de Guillermo cuando su primogénito se agobia
Mientras que Kate opta por esta forma tan particular, a la vez que calmada, de notificar su descontento en determinadas ocasiones, su marido Guillermo ha demostrado tomar otro rol dentro del matrimonio. Y no porque él no se preocupe de que todo esté en orden cuando la ocasión lo requiere. Todo lo contrario, puesto que con sus gestos también se implica directamente en calmar los ánimos en momentos de tensión. En especial sobre su hijo George, su primogénito, que en el futuro acarreará sus mismas responsabilidades como heredero de la Corona.
El paso de los años ha terminado por convertir al hermano mayor de Charlotte y Louis en la mano derecha de papá. Siempre a su lado, acompañándolo en todo tipo de actos institucionales y eventos de la agenda oficial a pesar de su juventud. Es por eso que "Guillermo mantiene un ojo vigilante sobre su hijo" sin excepción, como señaló Robert Jobson, biógrafo de Kate Middleton. "Si George parece incómodo o abrumado, su padre siempre está cerca para poner una mano protectora en su hombro. Tiene un estilo de crianza más táctil que el de su padre y quiere que sus tres hijos recuerden su infancia con la sensación de haber estado rodeados de amor", refirió el escritor.
Kate Middleton ha impuesto una norma a sus hijos dentro de palacio
Y mientras el príncipe heredero se encarga de que el afecto sea palpable, Kate combina el amor familiar con la imposición de determinadas normas que velan por la harmonía general. Véase una de las reglas básicas de convivencia que se ha convertido en inquebrantable en palacio, de acuerdo con la información proporcionada por una fuente cercana a la estirpe al diario 'The Sun'. "Los gritos están absolutamente 'fuera de los límites' para los niños", se hizo saber, de modo que "cualquier insinuación de gritarse entre ellos se soluciona quitándolos de en medio". ¿Cómo solucionan los conflictos entonces? "Kate o Guillermo se llevan al niño travieso del lugar de la pelea y le hablan con calma. Se le explican las cosas y se le indican las consecuencias", aclaraba el tabloide. Pero "nunca le gritan".