No cabe duda de la pasión que Letizia demuestra sobre el mundo del cine y la cultura en general. No es raro ver a los Reyes escapándose a los cines Renoir del centro de Madrid -u otras tantas salas de su preferencia- para disfrutar de las últimas novedades cinematográficas. A eso se suma cómo siempre se filtran conversaciones con actores o artistas a los que la asturiana ha dicho que admira, e incluso ha acudido personalmente a encuentros con grandes directores para conocerlos de cerca.  

Pero, aunque los Goya que este 2025 se celebran en Granada son uno de los premios más reconocidos -y, sin duda, uno de los eventos culturales más importantes- del país, pues cada año congregan a todas las figuras del mundo del cine, la Reina nunca ha acudido a la gala a mostrar su apoyo a nominados y asistentes en persona. Mientras su marido, Felipe VI, sí ha aparecido en varias ocasiones, ella no ha pasado por la alfombra roja jamás... Y seguramente jamás lo haga. 

Felipe y Letizia
Gtres

En un momento donde la reina está más presente que nunca, y que vemos como siempre hace tándem con su marido para apoyar diversas causas y eventos, es raro que los reyes, juntos, no acudan a esta cita tan relevante. ¿A qué se debe? Hay una serie de motivos de peso, y que reflejan perfectamente el carácter de Letizia para ello. 

EL DIRECTO: POCO CONTROL DE LAS ADVERSIDADES

Una de las principales razones por lo que los Reyes, y concretamente Letizia, no acuden a la ceremonia es que no les gusta nada a ellos -y mucho menos a sus equipos de seguridad, protocolo o imagen- es el "descontrol" que existe en un evento de estas caracterísitcas.  Esto nos recuerda directamente a las imágenes que pudimos ver en Valencia con los afectados de la Dana y la lluvia de barro que se llevaron los monarcas. Ese tipo de momentos y de fotografías inesperadas se quieren evitar a toda costa. 

A esto se suma que el acto es en directo, está televisado y tiene una duración de más de tres horas. Y por mucho que todo esté controlado y guionizado, lo cierto es que puede ocurrir cualquier cosa y, por ende, que la presencia de los Reyes se viese salpicada. Es imposible controlar y medir todo lo que los asistentes pueden hacer o decir en la gala, sobre todo cuando recogen sus estatuillas. Sucede lo mismo con las interacciones que pueden tener con los monarcas, incluso, poniéndolos en un aprieto algo que podría complicar mucho el protocolo de los 'royals'. 

Felipe y Letizia
Gtres

Evitar parecer una 'celebrity'

Está más que clara la lucha que Letizia defiende desde hace años por intentar que no se la considere una 'celebrity', sino una reina, con todo lo que ello conlleva en cuanto a su figura de estado y su representación desde un plano profesional. Igual de claro está que un evento como los Goya, con sus miles de fotos y artículos sobre los vestidos, el maquillaje, las anécdotas o las “intimidades” entre bastidores, es lo que se podría definir por completo como mundo 'celebrity' o 'star system'. 

Aunque disfrutaríamos mucho viéndolos cruzar la alfombra roja, como su última visita al Louvre en la cena de gala de las Olimpiadas, lo cierto es que es uno de los momentos que más quieren evitar. Es bien sabido que otra de las luchas más recurrentes de Letizia es evitar la frivolidad y siempre prefiere la gente se fije más en su trabajo que en su imagen.

Algo que, inexorablemente, sería bastante difícil de conseguir al cruzar una alfombra roja rodeada de figuras de la talla de Penélope Cruz, Aitana Sánchez-Gijón o Najwa Nimri, mientras cientos de periodistas preguntándole que quién firma su vestido.  En algunos medios han denominado a esto como “efecto de igualación entre la reina de España y las celebrities”, de modo que cobra sentido que se intente evitar a toda costa.

Filtraciones de la Letizia más íntima

Y si hay algo que Letizia quiere cuidar todavía más que su propia imagen, es su intimidad. En un evento como los Goya, con miles de invitados, y en el que encontramos diversos momentos de distensión -como saludos, descansos o incluso picoteos entre bambalinas mientras se retransmiten-, no sería raro que la consorte se relajara y hablara con naturalidad con los allí presentes. 

¿El problema? Que estos pudieran explicar a la prensa lo que la Reina les ha contado, cómo se comporta en la intimidad, o, incluso, qué picó para cenar. Ya ha ocurrido en varias ocasiones que los asistentes a eventos con los monarcas cuentan anécdotas junto a ellos, como ya pasó en la entrega de los Premios Princesa de Girona, en el año 2022, donde la actriz María Hervás explicó que la Reina tiene una cuenta secreta de Instagram. En los Goya, con muchísimos más invitados, se elevaría a la enésima potencia, dejando así comprometida su discreción. 

Felipe VI y su presencia en los Premios Goya

La presencia real en la ceremonia del cine español ha sido muy limitada. En su momento, los reyes eméritos, Juan Carlos I y Doña Sofía, acudieron a la primera gala celebrada, en el año 1987 en el Teatro Lope de Vega de Madrid, donde dio comienzo este encuentro del mundo cinematográfico. Se le entregó la llamada "estatuilla cero", como pequeño detalle al monarca.  Pero después nunca más acudieron a este evento, que, con el tiempo ha alcanzado no solo gran prestigio, sino también muchísima difusión.

Los reyes actuales, como monarcas, tampoco han acudido nunca. Sí que ha estado presente en la gala, una vez, Felipe, pero cuando aún era príncipe.  Fue justo en el año 2000 y se vivió un momento histórico y muy divertido porque la ceremonia se celebró el mismo día del cumpleaños del entonces heredero, que recibió el cumpleaños feliz de la sala al completo tras la propuesta del director Pedro Almodóvar que lo pidió desde el estrado al recoger su estatuilla por ‘Todo sobre mi madre’.